Soy lector de LA NACION y de Perfil . Hasta ahora, fui opositor al Gobierno y creía que iba a seguir siéndolo.
2 comentarios:
Anónimo
dijo...
lo único que disiento de su analisis es en la evaluación del oportunismo para llevar a cabo las medidas, a nosotros no nos interesa demasiado eso mientras que a ella o los que se referencian en algun tipo de liberalismo politico sí. Gran analista la Sarlo, hay que reconocerlo, por mas que sea una gorila irredenta. l.
Yo, en cambio, no entiendo qué analiza. ¿Que la política es cuestión de intereses y opotunidades más que de programas, lamentablemente? Es raro que le haya costado tanto llegar a esa conclusión, muy general por otra parte. PCR-Alfonsín- Frepaso-La Nación: hasta que Sarlo no reflexione sobre su propia deriva política, no tiene autoridad moral ni intelectual para juzgar los cambios de posición de los demás. Otra cosa me llama la atención la insistencia en recordarle al lector, desde el 25 de mayo, que ella estuvo en todos los actos del Bicentenario. El barrio enseña que cuando alguien repite algo mucho, lo más probable es que no sea cierto. También es raro que no haya visto ni un pobre, ni una persona del conurbano, porque yo estruve un solo día y vi muchos sentados en la vereda con su táper y su botella de Coca de 2.25 l comprada en un supermercado chino. Mi conclusión es que Sarlo no fue, algunos amigos se lo contaron y se lo contaron mal. Finalmente, Sarlo sigue disciplinadamente la línea de su diario, que intenta ahora flanquear a la clase media con un disurso de corte Biolcatti: defensa del agro concentrado y lloriqueo por el 30 por ciento de pobres. No habrá voto soja, pero sí que hay intelectuales soja. ¿Sarlo no se da cuenta de que es penosa?
2 comentarios:
lo único que disiento de su analisis es en la evaluación del oportunismo para llevar a cabo las medidas, a nosotros no nos interesa demasiado eso mientras que a ella o los que se referencian en algun tipo de liberalismo politico sí.
Gran analista la Sarlo, hay que reconocerlo, por mas que sea una gorila irredenta.
l.
Yo, en cambio, no entiendo qué analiza. ¿Que la política es cuestión de intereses y opotunidades más que de programas, lamentablemente? Es raro que le haya costado tanto llegar a esa conclusión, muy general por otra parte. PCR-Alfonsín- Frepaso-La Nación: hasta que Sarlo no reflexione sobre su propia deriva política, no tiene autoridad moral ni intelectual para juzgar los cambios de posición de los demás. Otra cosa me llama la atención la insistencia en recordarle al lector, desde el 25 de mayo, que ella estuvo en todos los actos del Bicentenario. El barrio enseña que cuando alguien repite algo mucho, lo más probable es que no sea cierto. También es raro que no haya visto ni un pobre, ni una persona del conurbano, porque yo estruve un solo día y vi muchos sentados en la vereda con su táper y su botella de Coca de 2.25 l comprada en un supermercado chino. Mi conclusión es que Sarlo no fue, algunos amigos se lo contaron y se lo contaron mal. Finalmente, Sarlo sigue disciplinadamente la línea de su diario, que intenta ahora flanquear a la clase media con un disurso de corte Biolcatti: defensa del agro concentrado y lloriqueo por el 30 por ciento de pobres. No habrá voto soja, pero sí que hay intelectuales soja. ¿Sarlo no se da cuenta de que es penosa?
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