martes, enero 30, 2007

Tema para un ensayo: la ciudad justicialista. O "todo lo entendemos a través de las manos de Santoro". Nos cansamos de la novela negra. Nos cansamos de la novela blanca. Una renuncia a la Historia Progresista (la de Videla, la de los Montoneros, etc.). El peronismo construía una ciudad que protegía a los hijitos de la Historia, de la codicia, de las dos potencias, de los dos demonios. Ya voy a llegar a decir lo que quiero decir. El peronismo como renuncia a la Historia. El nativo, el criollo, sabe que la Historia siempre lo mandó a la guerra: el blanco malo, el blanco bueno, siempre, lo mandó a la guerra. El capitalismo explota, el comunismo es una colimba, y Perón, como todo militar, viene del mundo, y sabe, que el mundo, es horrible.

Fuego y transparencia


Cómo me gusta la forma en que, el que escribió la Cantata de los Blancos en la Guerra, les pega a los blancos, 30 años después, un tiro en la sien.

lunes, enero 29, 2007

Pienso ingenuamente que esta entrevista a Patricia Bullrich es una canallada. Nada, nada, me une a la posición política cuyo eje es la "transparencia". Dice dos o tres cosas, ella, interesantes, como eso de que la "gobernabilidad tiene dueño", aunque no creo que el dueño sea ese Poder a secas, que -por otro lado, obviamente- en sus labios suena un tanto abstracto. Lo que me rompe las pelotas es el reclamo hacia ella por una coherencia que no resiste nadie, un solo político argentino de primera; y en un punto, Patricia, lo es. Digo: forma parte de la "clase". Y su mayor rasgo menemista, o noventista, fue haber roto el lienzo ideológico, y preparar una impronta técnica que descubre su verdadera ideología, su verdadera matriz, sus verdaderos sentimientos, que están ahí, adonde te manda la derrota, en los valores primarios de su otra clase, Luro Pueyrredón...

Es una mañana luminosa, una mañana Ley-País del Día Puro


Tarea: desclasificar al Movimiento en la actualidad, haciendo la tarea de manera objetiva (o estructural, dentro de lo que se puede).

Sí, podríamos decir que la verdadera izquierda del peronismo de base (Gonzo dixit) es: esta.

Ahora bien, y más allá de su aura palestina, el kirchnerismo ortodoxo es: este.

(Estos, son una libélula poética -aunque a la hora de hacer caja...- que sigue la línea: los perros menos troscos, la fracción sandinista del PI, el chavismo criollo, etc.)

La Columna Vertebral es: esta.

(Estos, son una corriente de opinión que marca la cancha con grandes síntesis que sirven -sobre todo- para mantenerse impolutos frente al barro de la historia, dijeron: "este es un gobierno en disputa". Y como dijo María: "¡disputalo, hermano!".)

Prometo una nueva Selección (B) de los Sueños: Scioli, Solá, Macri, Stolbizer. Arrojen algún nombre si falta.

sábado, enero 27, 2007

Argentina es invencible


El problema de la justicia cuando se quiere convertir en el relato que explica los hechos. En el relato de la historia. Nosotros somos mejores que, y mejores que. Y, es cierto, el partido del Orden, a través de Kirchner, cierra el círculo eléctrico de sus mitos, recoge del piso a sus torturados, cuando las razones del peronista torturador estaban agotadas. Aunque es obvio: la idea de que -"y los desaparecidos/ compañeros peronistas"- todos los muertos son nuestros muertos es tan relativa a las sinuosas formas de esta interna. La dictadura produce dos cosas: 1) elimina las organizaciones armadas (sobre esto había "consenso"); 2) (algo que explica bien Salvador Ferla) domestica a los dos grandes partidos, los "moderniza" a quienes -esto es lo duro de roer- prestaron colaboración institucional (aunque eso le valió costos en los pliegues de las internas, Hidalgo Solá, por ej.). ¿Entonces? Es necesario volver a decir que es Alfonsín el presidente de los Derechos Humanos, con un justificativo práctico que sólo Moreau podía definir mejor: salimos a cazar leones cuando estaban sueltos, ahora es fácil agarrarlos viejos, y en sus jaulas. El peronismo votaba en favor de la autoamnistía, el peronismo no sumaba hombres a la socialdemócrata CONADEP, el peronismo -según teoría Fogwill- quería redistribuir lo que se podía: la renta, y no la vida humana. Ahí quedan fijados durante años en el imaginario los derechos humanos y los derechos sociales como dos esferas, la del pasado y la del presente, y la articulación entre una violación en el pasado de unos con la del presente de los otros es el eje dramático de la biblia del campo popular que hoy el gobierno presta a darle status oficial. Pigna. Por eso, ciertos gestos del cofre arcaísta, sólo ofrecen en vivo las costuras políticas que se siguen evidenciando en el relato y los hechos, las acciones. Los que llegaron, robustos, a la orilla del tiempo democrático, cargando el adn de viejas lealtades casi intacto, y en el fondo, prestos a imaginar las mejores formas de "gobernar", sostienen, sostuvieron, y así, que la civilización que se funda en 1983 es un final abierto, y que los grandes países salen hacia adelante... Dejemos en paz a alguien, intacto/a, en el sueño del pasado. Yo quiero la libertad de nuestra Yoko. La justicia no es el intrumento para procesar el pasado histórico porque se va a perder en su laberinto, en tal caso, y bregando aún por la cárcel de un Tigre Acosta, la justicia es una herramienta política para la construcción del presente. A los compañeros por qué darles a su vida el valor sagrado que ellos no le dieron. Los que murieron en la parrilla gritando viva el pueblo vietnamita, en su alucinación, nos miran y examinan para saber no exactamente qué hicimos con ellos. Nada más.

Hasta siempre.

miércoles, enero 24, 2007

Capitalismo en serio

Ahora sí, parece que se meten con peces gordos, ahora sí: después de la mafia del oro, de la venta de armas, todo era pantalla para tapar la espera de esta batalla final. En fin, por ahora, por lo que se lee y se sabe, lo que están controlando son los galpones y depósitos que funcionan como intermediarios en la cadena productiva que inician los cartoneros y que desemboca finalmente en grandes papeleras. Esto: 1) le ponen mafia del cartón, en una típica triquiñuela, para agrandar al enemigo que quieren enfrentar; 2) esos galponeros vienen a ser, en gran medida, viejos cartoneros que conocen el paño, se hicieron de un espacio/galpón/terreno, conocen el modus operandi de la cosa, se instalan los depósitos/galpones muchas veces en los mismos barrios humildes donde viven los cartoneros (lo que hace a su control un poco mas delicado para esta policía fiscal); 3) cumplen como pueden las medidas de seguridad obvias (un disyuntor, un par de matafuegos, no mucho mas); pero son un pequeño salto de formalización, aunque le compran al cartonero en negro, y habrá que ver cómo le venden a las papeleras. O a veces le venden a depósitos mas grandes. Este eslabón que hoy atacan, en su actividad, ni siquiera afecta un poco la materia prima (cartón, papel, plástico) mas que en su enfardamiento, en tal caso. Tienen balanzas truchas que garcan un poco el peso de lo que los cartoneros llevan. De ahí la técnica de humedecer sutilmente el papel y cartón. ¿Qué provoca el cierre? Jode a los mismísimos cartoneros que deberían juntar un mes entero para venderle a las papeleras, amén de contar con alguna enfardadora... Mi opinión es que todo este ruido, mas que habilitar a que el Estado saque una tajada fiscal, sólo realza el estigma que recubre hoy (lejos de la crisis decembrista) a la figura del cartonero (figura que supo ser la contracara amorosa y laboriosa del piquetero de mierda). En la ciudad, acabada la crisis de la media, sólo una política de control social y limpieza se visualiza en el horizonte. Hacia una ciudad sin cartoneros, parece ser una consigna de vuelo chato y municipal, vestida hoy de "articulación inter-institucional" metropolitana. Recuperar el espacio público para la vieja que hace cagar a su perrito y que pasea a su nieto con la ropita de Cheeky, recién salida del horno donde la cuece el hijo del cartonero, en un oscurso sótano de su barrio.

Perdonen, hoy tengo mi día cristianuchi: todo me parece obvio, didáctico, revelador.

domingo, enero 21, 2007

Apuntes para la militancia

(...)

El problema, Calcio, lo veo en que se está tendiendo en el blog a una cierta autoconciencia bloguera. Arte poética, pero.

(...)

A mi no me corre ni medio centímetro pensar, como dice hoy Lilita, en lo obvio, quiero decir: no me corre ni un poquitito del lugar que se merece Perón en la historia. Cuánta obviedad en...

(...)

¿Alguien es capaz de explicarme la devoción de Daniel Link por Rodolfo Walsh? Fuera de joda: no la entiendo.

(...)

Fontevecchia, Calcio, supone que la mejor respuesta a un contraataque (es obvio que lo de 7 días era respuesta a esto) sería reponer (esta también es mi humilde opinión) todo el clima de una época, pero diciendo con justicia algo así como "¿quién decía algo distinto?, ¿cuáles eran las formas del coraje civil, quiénes lo ejercían?, ¿qué me cabe a mi, un liberal, que creía en la igualdad de condiciones morales de todas las violencias?". Yo agrego: en una cierta tradición liberal argentina, la adhesión a la "filosofía liberal" supone lo obvio: primero hay una adhesión al liberalismo económico, sí, descuidando quizás un poco, ay, la parte liberal que hace a las libertades civiles y políticas. Después hay que, sí o sí, reponer lo otro. Fontevecchia, como Lilita, supone que el microclima de las operetas políticas es el que respira la sociedad, y entonces no entiende el tipo de vulgaridad que comete al asociar "los modos" del gobierno nacional con los fascismos. Lo que me gusta es cuando dice: hasta el '78 no creía, no sabía, que en la Argentina había campos de concentración. Pero en un clima de libertades restringidas en serio, no como ahora con el führer Alberto reemplazando la picana por la chequera, quizás (si es que creemos en tu inocencia) lo mejor era haber sido prudente, y no un desembozado negador de que los hubiera. No era lo mismo no decir nada, que decir que no había lo que sí. ¿Se entiende?

sábado, enero 20, 2007

De los álamos vengo, madre

Sólo a través de alguien que amo acepto leer esto. Creo que es un error político de Lavagna eso de volver con el latiguillo de los que Perón echó de la plaza, porque rebaja un poco burdamente la densidad del tema (más allá de que Lavagna parece querer enseñar a la sociedad de que la política oficial es operación, operación, operación), pero al hombre le sobra sutileza como para decir algo mejor que lo que diría Juanjo Álvarez. Y los otros días leía la prensa del Museo Movimiento Evita, y me detuve en una frase que merecerá mas precisiones y ampliaciones, la frase es de Felipe Solá (a esta altura, un político que me obsesiona) y decía "estamos podridos de ser la izquierda del peronismo". Ok, merece mucho esa frase, y prometo en la semana reproducir fragmentos fantásticos, por lo pronto se nota que al hombre lo aburre rápido, al menos teniendo en cuenta sus pasos fugaces, aunque... dicho en ese contexto de incienso montonero, en los gimnasios Emilio, en fin, creo que ahí es una frase genial. Lo cierto, a lo que voy, es que intuyo algo en el fondo brumoso de la investigación de las 3 A (uh, y recomiendo una relectura, al calor del veranito nostálgico, del genial Instituciones). Pero imagino que debe venir del palo militar una especie de conformidad al respecto, ¿no? Un guiño, un susurro que sopla a favor. Una especie de plan B del sector Militar al tema de los Juicios y los Castigos que, al no poner a la guerrilla urbana en la cima de los delitos de lesa humanidad, sí, entonces, se trata de "completar la memoria" no sumando demonios, sino buceando en las raíces. Sé que esto estaba presente desde siempre, con el tema del "decreto de aniquilación", y de que, entonces, el golpe en parte se trató de un "ordenamiento de la represión", al límite de que parece que el sueño de un fino Videla era volverla absolutamente invisible. No sé, incluso, no quisiera a pesar de lo justo ver a Ruckauf o a Cafiero presos. A la Señora, le estoy escribiendo hace dos años un poemario con el asesoramiento gratuito y desdeñoso de Maia.

Y esto seguro: no sé si me banco el debate de "Perón habría sido el creador de las 3 A". En esto nada mejor que leer el epílogo de Galimberti. El peronismo siempre, siempre, tuvo sus bandas armadas. Y la verdad es que viendo la película de Azul, el ejercicio de Monte Chingolo... Mejor paro acá.

jueves, enero 18, 2007

3

1) Somos, los latinoamericanos, un patio de industrias de mierda que los europeos no quieren mas para sus paisajes.

2) No me hace gracia la prepotencia argentina con el hermano chiquito, porque Uruguay tiene derecho al desarrollo, y porque Argentina no tiene autoridad moral, ya que tiene industrias contaminantes. (Sospecho de que el eje ambiental, cuando se vuelve "exclusivo", distorsiona otras posibles discusiones quizás mas intensas, como en San Juan, donde la discusión del impacto ambiental de la explotación minera no permite la discusión sobre un proyecto de desarrollo provincial.)

3) Me rompen las pelotas las vanguardias pelotudas como la "Asamblea de Gualeguaychú" a la que mi gobierno respeta demasiado, como si fuera un residuo brillante del clima de diciembre de 2001. Uruguay y Argentina van a sobrevivir al reclamo de la pequeño-burguesía-ambiental ilustrada.

Es contradictorio, pero siento estas 3 cosas. A la vez, Timo.

lunes, enero 15, 2007

Y dijo Emilio:


Vieron ese síntoma estúpido del que viaja a España un mes, eso que llamo “síndrome Fito”, que ni bien pisa Ezeiza responde con tío, vale, a cada una de las preguntas que te hacen, porque te hacen la nota de siempre: “De regreso de Madrid”. Bueno, a nuestros gurúes del alma blanca también se les pierde la santidad de la lengua, pero en el conurbano.

(...)

Los que molestamos por creernos parte del mérito fundacional: no es la Orga la que creó al espanto y al amor, la Orga creó una oscura racionalidad cíclica a la que caemos y confiamos, un aparato cultural tan preciso como sutil: cuanto mas grueso mas preciso, cuanto mas preciso mas sutil.

Horacio, al igual que vos, en la alborada de esos años que odiás, creí en el tercer sector. Vos fuiste republicano, y la verdad es que en esa senda no son mas que apariencias las que se pueden lograr. Ya lo dijimos: no hay ninguna institución que en su inercia nos lleve al paraíso. Para llegar al paraíso, simplemente, nos necesitás.

sábado, enero 13, 2007

Oh! Yoko

Lo decíamos...

¿Por qué en una misa tan negra te despidieron
(que de tan negra carece de imágenes)?
¿Por qué vedada por la pulcra conciencia
de los que no quieren tus verdades, es decir, aquellos que sólo quieren
las verdades de una Historia?
¿Por qué una fila de monaguillos que casi no perciben el vaho
a tus pies se tienden, como en misa,
angelitos negros,
beneficiarios de una obra modesta, de pura lealtad, pero que
no tienen una sola palabra, ni un solo homenaje,
ni un solo retrato,
nada?
¿Ni un retrato de tus pasos por Vietcong o por Libia? ¿o por Palestina?
Ahí donde sellabas tu suerte.
Donde le ponían fecha a tu caída.

Algo que sólo decía en voz alta el Partido Comunista Revolucionario.

miércoles, enero 10, 2007



Aún me retumban en la cabeza algunas frases del almuerzo que (su casa está en el mismo edificio que el director de la Biblioteca) me sirvió el amigo Horacio Fiebelkorn. Un almuerzo desnudo: sólo carne. Dos bifes a la plancha cada uno, y punto. No coló nada que pudiéramos pastar en el medio: ni una hojita de lechuga, ni una papa hervida; pero no es un reproche, hermano, es un reivindicación en medio de esta era liberal. Horacio, a esta altura, además de un amigo, es, para quien se siente sujeto a “ciertos intereses que resultaron una obsesión”, un pedazo de cultura. Lisa y llanamente. La Plata, la adolescencia en recitales de Color Humano, una visión muy precisa de eso que se bifurca entre lo que un Indio hincha pelotas llama pomposamente “cultura rock”, y la colimba montonera, dos cimas de un mismo incienso original. Parece saber que aquel mestizaje de rock y política sobrevivió en racimos de jóvenes, como él, quienes mas tarde completaron la ficha de alguna Orga, sabiendo que lo hacían ya para combatir en sus decorados al burócrata de adentro. Toda guerra es interior, escribió Mirta en su Teoría Sentimental, en inconciente lucidez: sí, interior, al interior, de la Oruga. Me acuerdo ahora de un reportaje a David Lebón (un tipo al que chuparon por error y casi nadie sabe) cuando Serú Girán volvía a reunirse, le preguntan cuál fue el peor momento que recuerda, y contesta: cuando los Montoneros nos vinieron a ver para que toquemos en Cuba. Yo me crié viendo en las fotos de los discos de Aquelarre de casa las caras de los desaparecidos. Había un compañero de mi viejo, “Pampita”, uf, se hablaba de él mucho, y yo creía verlo tocando el bajo, en un pasillo junto a un ascensor, en la contratapa de ese disco… Después me hice de una pequeña tesis que ya dije cien veces acá: el rock es el hermano menor y místico del combatiente. Lo dije sin recordar la historia de los Moura, cuyo hermano mayor muere en lo que llaman "batalla de Monte Chingolo". Uno de esos ejercicios trágicos que ayudó a precipitar lo inevitable. De los '70 me quedan tres cosas para pensar y cierro el blog: 1) imaginar el momento en que un pequeño Pappo metalúrgico deja la viola por los otros fierros, la Biblia de Vox Dei por "Peronismo y Cristianismo" del Padrecito; 2) llevar hasta las últimas consecuencias la tensión del discurso militante militar y la posterior reorganización nacional de los hechos efectuada por los DDHH (los "dos demonios" se tallaron en el fondo del miedo y la prudencia del alma popular, mucho mas que la "memoria"); 3) ¿por qué la derecha no hace un gesto que -ya adelantaré- podría recomponer mucho mas el tejido roto, un ejercicio realista al que la izquierda no se quiso someter?

Horacio escribe:

Todavía está por responder una pregunta
hecha dos décadas atrás, que lo dejó
paralizado.

domingo, enero 07, 2007

Olas, olas, olas, olas, olas...


1) ¿Qué duda cabe? Gobernamos sobre dos capacidades instaladas: una, la intersubjetiva, es la de la década menemaldita; y la otra, es la estructura fija del duhaldismo (que alguien me vuelva a decir las 5 diferencias entre este gobierno y el anterior, lejos del incienso y la antropología forense, pensando en la vida del hombre de a pie, que alguien me describa una patriada mas importante que la Ley de Genéricos). El problema es que alguien inventó que una vez un italiano dijo algo sobre lo que no termina de nacer, lo que no termina de morir, y así concluimos el sueño de la política... Kirchner es el mejor narrador de la época. Un universo de 200 palabras para la reconciliación del peronismo con la vida.

2) 90: la década en que el Pueblo votó dos veces al mismo, y lo hubiera votado una tercera si no fuera por esa interrupción cíclica que produce el progresismo argentino en el largo abrazo del rico con el pobre (siempre pendiente, siempre produciéndose, siempre intenso, siempre efímero).

3) Toda la inteligencia argentina discutiendo para qué sirve una Biblioteca.

4) Ayer vi la película Romero: el bodrio imaginario sobre las guerras civiles en los países nuestros, como la de Oliver Stone, Salvador. Países sin tregua, países sin días y días cotidianos, países sin indiferencia, una Gran Plaza Pública donde se bautizan con las aguas cálidas de la liberación las cabezas heladas de muerte, a 10 metros de un tanque apuntando, curita guerrillero/ esta es una larga noche. No entienden la larga marcha de nuestros pueblos hacia el secreto de la modernidad: tenemos derecho a la dignidad capitalista. La política son las reproducciones alucinadas de ese sueño: cómo pegó en el alma mestiza, el latido cerebral oscuro cuando lo alcanzan las aguas cristianas del comercio, etc.

5) Hoy pensaba eso junto a Elsa, en el Jumbo Plaza Oeste, viendo las colas, los negocios, el revuelo, los racimos de merluza de Morón y Hurlingham, y tu mirada extraña, ya sé, ya sé, abuela, esto ya lo viste. Por suerte nuestra épica sangrienta está en el origen: vivir como si no se tuviese que volver a morir nunca, eso es democracia, para eso siguen sirviendo los muertos que pone el pueblo peronista en la alfombra.

6) La guerra terminó. Ni patria ni nación: un país (en serio).

miércoles, enero 03, 2007


La buena memoria.
Cuando sea grande, voy a cumplir mi sueño editorial.
Yo grabé un orden democrático, podría llamarse, aunque ese "Yo", claro, no sería personal.
Publicar cosas como esta. Pero no teman, almas bellas, comenzará con esto.

Mientras floto en las piletas romanas del Bernasconi

Claro, para quien la Sociología es una aventura de la lengua, probablemente su acceso a la gestión de esa caja de resonancia o caleidoscopio de la lengua, la Biblioteca Nacional, merezca el mismo trato. No es en Horacio una virtud el consenso político, sino un efecto mas de la dialéctica de sus lecturas intensas de la cultura nacional, o sea: no es un tipo que construya un consenso, sí alguien que desea el deseo, que aspira reponer lo remoto al presente, o sea: alguien que elude la gestión, o sea: un anti-burócrata que convierte en piezas de museo vivo la voz y acción de los otros, los burócratas, o sea: un aventurero recorriendo el Patrimonio Nacional y Estatal para quien la idea de gestión es negadora de las "tradiciones potentes". O sea: alguien que no cree en el conflicto.

Nunca atrapado en la pregunta que el ex militante del PI, mas luego conductor de tele, Matías Martin, hiciera famosa: "¿de qué lado estás, chabón?", está Horacio demasiado preocupado por las aventuras de la lengua, y entonces, claro, un espacio de gestión resulta una abrumadora exploración por ciertos estados de esa lengua, o sea: una gestión antropológica. Y eso lo excita.

Lo que Tarcus pide, leyendo todo, iría mas en fina sintonía nacional, y se diría así: "una Biblioteca en serio". Y no un descenso alucinado al Museo Peronista, Militar y Desarrollista, que en sus diversas capas y napas, es el Estado Argentino. Lenguas y legados profundos habitan la biblioteca, y Horacio descubre en ella, la posibilidad comunitaria, reconstruir la Comunidad Organizada de la Biblioteca Nacional, en cuyo centro vaga la lengua áspera de las que el otro Horacio intenta desprenderse: las burocracias sindicales, las clientelas políticas, los boliches. González defenderá, casi tanto como a la Revista legendaria, esas tradiciones como a un Patrimonio equiparable al de los libros. No puedo mas que simpatizar con esta melancolía, aunque buscaría un argumento realista del presente.

No sé, hermano, muy complicado. González siempre pudo con todo: explica sus posiciones en una desnudez extrema de argumentos que hacen a cada pequeña decisión un grito existencial. No hace política, hace metapolítica. Después de leer cuarenta Unidos, cien reportajes y notitas de los '80, concluí que él fue renovador, pero no para partidizar al peronismo, sino como forma de introducir el debate alfonsinista al interior del peronismo: en principio, digamos, la Renovación como el Alfonsinismo Posible. Siempre lejos de la decisión concreta y sucia del arremangarse en la gestión, siempre pendiente de traducir al barroco un programa peronista de lo que no fue.

Yo haría esto: los rajo a los dos. Cierro la Biblio, y donde está hago el Monumento al Hachero Tucumano que paga el IVA. Después repongo a Torcuato en Cultura, llevando al extremo su verdadera idea: poner un comedor en donde hay una biblioteca. Reparto los libros en las casas inauguradas de la Obra Pública. ¿Lo importante? Que vuelvan los políticos a la ciudad, después del decembrismo platónico que los echó. ¿Los poetas? Que se vayan todos.

martes, enero 02, 2007

El crudo de la escena esa en el auto, volviendo de Retiro a las tres de la mañana, y en un rapto de lírica, mencionar la palabra brecha. (...)

Por su parte: ¿ya leyeron El estero, el libro del poeta Martín Armada?
¡Llega de Alberti la lírica municipal!

SIGEN

Esta es la parte del todo que a muchos les parece que debería reponerse en la política, pero como si alguna vez la política argentina hubiese tenido modos atenienses... Aunque sí, me acuerdo que la primera impresión de los días en que empezaba la reorganización democrática fue: ojalá que vuelva una política como la de los '80. Partidos, ay, partidos, una musculatura que preferimos olvidar, pero en las paredes que decían No a la dolarización, y que firmaba la Juventud Radical, Moureau, en el inolvidable 2002, había menos golpismo que. Pepe: nada dijiste del dedazo alfonsinista para poner a Lavagna en el comité central. Por lo pronto de Kirchner se me revela quizás uno de sus defectos mas molestos: creer ciegamente en el ocultamiento de la política, cosa que riega el puto cemento de la anti-política. La sociedad bloguera necesita una reunión de gabinete, una conferencia de prensa larga (¿te acordás de las de Anillaco?), un plenario de organizaciones sociales oficialistas en el Parque Norte de nuevo, aunque en el Parque Roca mejor.

Pd: Como dijo Pérsico: blanda como una balada de Phil Collins es el alma de mis negros. Como dijo Sérpico: si hay que entrar al pejota entramos, juntamos su pasta base, les enseñamos el cancionero infantil montonero, y ponemos a un Gordo a cuidar las espaldas de las madres. Esa es la síntesis, el mestizaje inolvidable de Kirchner, al interior del peronismo, ya lo dije: la bandera de los HIJOS con la de Cacho Álvarez, reclamando por López.

Y lo digo en serio, con lágrimas en los ojos, ahora que el compañero Gerez volvió a casa.