jueves, abril 29, 2010

¿Qué les pasó?

¿A Clarín se lo puede empezar a nombrar en pasado? No creo. No creo que aún. Y sin embargo se podría ensayar algo en función de un hecho irreversible: aún cuando un futuro gobierno y distintas justicias interrumpan la nueva ley de medios, Clarín estará en serias dificultades de volver a ser el mismo, de volver a su propia normalidad. Y detrás de eso, detrás de esa lenta explosión, cabría la pregunta si desde este lado de la ley hay otro Clarín en ciernes, es decir, si hay otro Gran Diario Argentino que sea capaz de estar en esa mitad. Y no lo digo por su aspecto monopólico o dominante en el mercado, pero sería pertinente quizás preguntarse por la existencia de algo que tenga, digamos, esa “centralidad”. Algo que distribuya consensos y rechazos sociales, que arbitre por afuera de la constelación del Estado. ¿No es Clarín el punto exacto entre economía y democracia, un “oficialismo permanente” fuera del Estado, en el lugar de “lo público”? No como empresa o como grupo económico estrictamente, sino como esa constelación de intereses y lecturas. ¿Qué significa el fin de Clarín? Es decir, exactamente el fin de qué dentro del ciclo democrático significa el posible, el presunto, el hipotético, fin de Clarín. Y, a la vez, no preguntarse si va a ser mejor una sociedad sin Clarín, sino, cómo va a ser la sociedad nueva es otro interrogante abierto. Como si detrás o después de Clarín estuviera su contracara: el conflicto, una dialéctica de adversarios o intereses, y se pudiera borrar cualquier apariencia de unidad laica por el bien común. Clarín era el modelo de una democracia, y quizás para el Gran Diario, la muerte de Alfonsín -con sus “ceremonias”- haya significado una despedida propia, a pesar incluso de la historia de Clarín y Alfonsín (porque estaba esto: “Hay que cuidarse de ese diario. Ataca como partido político y si uno le contesta, se defiende con la libertad de prensa.”). Con el padre de la democracia se despedía un modo de hacer política donde la política siempre resultaba desigual y débil, una política necesitada de quien fuera capaz de operar con legitimidad permanente, un “cuarto poder” todopoderoso, el diario con más paciencia y contundencia que caminaba adelante... y al paso del más lento. La verdad ya casi revelada de Ernestina es otro modo perfecto de cerrar el círculo, porque en esa verdad hay una revelación doble, algo que expresa la “intimidad” del diario, la familiaridad con aquel Poder, más allá de Papel Prensa. ¿Y qué círculo se abre ahora? El kirchnerismo buscó desesperadamente en todos sus años la contradicción principal, y lo hizo buceando en la historia democrática. El kirchnerismo ayudó a parir “la Madre de todas las Batallas” democráticas, que aparentemente era una batalla desconocida o metafísica, ya que Clarín aparecía como un aliado originario de la democracia, un portador sano de las destituciones que operaban constantemente sobre los gobiernos. Sólo un trosco podía creer que la lectura del “enemigo” suponía leer Infobae o Ámbito Financiero, es decir, pasquines de los (como Yabrán llamaba) “capitalismos insolentes”, y que se jugaban en la timba económica su negocio golondrina, y que aún resultan oscuros y carroñeros enemigos de Clarín, como lo es Hadad. Clarín siempre parecía estar como por fuera incluso del mercado bursátil (aunque estuviera “hasta las manos” en él). Clarín abría y cerraba ciclos políticos, como quien vuelve una y otra vez a la escena del crimen, perfectamente limpio y peinado, y se guiña el ojo con el de Asuntos Internos, porque conoce la trama secreta del crimen que compromete a todos. Siempre Clarín estaba ahí, bajo la forma de un poder invisible que borraba constantemente sus formas de distribuir apoyos y golpes, como si sólo subordinara sus humores a los de una sociedad que necesitaba de Clarín, es decir, una sociedad que se diversificaba y que necesitaba que Clarín se diversifique con ella, que acompañe sus transiciones tecnológicas, que las acelere. Clarín mezclaba la inspiración universalista Radical (“alguna vez alcanzaremos la justicia social pero a base de la buena voluntad”) y la fuerza de una máquina destituyente (“fierros mediáticos”) que consumaba los “crímenes políticos” deseados. Clarín, exagerando, era la dictadura del proletariado de clase media cuya fuerza era invisible, como la mano del mercado: una, dos, hasta tres tapas, y el resto ocurría “solo”. Clarín era un modo inteligentísimo por donde se tramitaba más visiblemente, más que en el Estado, la continuidad. El misal donde se sermoneaban las refundaciones de cada nuevo gobierno. Clarín era una presencia papal, cuya tracción no dejaba de incluir y excluir sutilmente. Digámoslo: Estela Carloto también fue un personaje de Clarín, hubo una vez una época en que sí, no hace tanto. ¿Cómo convivía eso con la verdad de Ernestina? Bajo la fuerza de la inteligencia. Si Magnetto fue el fin del “desarrollismo” en el Gran Diario, también fue una figura de nuevo orden que cumplió un rol histórico, el de la secularización de un diario que quería multiplicarse siguiendo la ruta de eso que empezó a producirse en 1976. Clarín quería acompañar a cada persona o ciudadano a la casa y ser parte del universo de transformaciones culturales y de consumo. Democracia y mercado, una armonía de valores que hoy parecen irreconciliables. Pero Clarín debería pensar y marcar como “el principio del fin” a la caída general del 2001. Es ahí, cuando la política se volvió absolutamente visible, una negociación en vivo y en directo entre pequeños hombres de estado que no querían ponerse la banda, cuando no había sinfonía ni relato, y se borraba la cadena de legitimidad pública, ahí también se empezó a gestar su fin. Es decir, Clarín fue parte del problema del fracaso de las economías del 83-01. El Gran Diario de las Crisis económicas, el Gran Diario del gobierno de la economía sobre la política, como toda crisis real. REAL. Y en eso que “estalló” en 2001 empezó a caer. En la restauración oscura de Duhalde empezó a caer, cuando sus tapas giraban en falso y mostraban la hilacha. En la restauración blanca de Kirchner empezó a caer. En la “profundización” de Cristina. Y de un modo conmovedor empezó a caer. Y es una caída que deja un hueco. Incluso un hueco de apariencia horrible para muchos. Las torpezas de hoy, sus torpezas editoriales, se deben a ese lugar que hoy ocupa, cuando su negocio más fino fue el de nunca ocupar ese lugar, es decir: alinear la tropa, perder matiz y diversidad, uniformar el discurso y mostrarse como “parte”. Lo que Kirchner expuso en 678 de la negociación con Magnetto, esa zona en donde Clarín es una sola negociación. Clarín era el Partido Justicialista de la Clase Media. No está despierto quien debe responder si esta lucha y si este posible final valen la pena. Despertémoslo entre todos.

miércoles, abril 28, 2010

En una sociedad donde el ejercicio de derechos sigue estando estrechamente vinculado a la constitución formal de un núcleo familiar, negar el matrimonio entre personas del mismo sexo es un acto de injusticia que debe ser erradicado para siempre.
La televisora Globo decidió jugar fuerte en la campaña. Puso al aire la ficción Salvador de la Patria, donde el personaje principal, Sassá Mutema, de origen humilde, se postula para ser alcalde de su pueblo. Sassá gana las elecciones, pero cuando llega al gobierno se ve involucrado en crímenes y hechos de corrupción. El mensaje era sencillo: Lula podría repetir esa decepción en la vida real.

lunes, abril 26, 2010

Amigos de la ortodoxia tardía, pequeños xenófobos y bonachones. El mejor (peronista), y en esta banco a Artemio, es el que conduce un asado, no el que se lleva el choripán a la mesa de luz. El mejor es el que gana discusiones. El mejor es el que no siente horror al vacío frente a uno de izquierda. Es el que está todo el día pensando en lo que falta. Y al que le chupa un reverendo huevo el último urgente digitado de TN y Clarín.
DISCULPAS PARA LOS BLOGUEROS

Con respecto a algunas declaraciones o comentarios que hice en el último tiempo en medios de comunicación con respecto a los blogueros, quiero aclarar que si generalicé al acusarlos de estar pagados por Aníbal Fernández, me equivoqué. De ninguna manera pienso eso. Es más, creo que el debate político generado por todos aquellos que realizan los blogs es muy interesante y novedoso y una nueva forma de ejercer la democracia y de profundizar en temas centrales para nuestra sociedad. Simplemente quise marcar un espíritu fascistoide de algunos que solo usan esos mismos métodos para agredir y descalificar al que piensa diferente, y que además lo hacen pagados por el Jefe de Gabinete.
Pido perdón a todos aquellos que injustamente y por mi culpa se vieron incluidos en esta desafortunada generalización. Y a seguir con los debates internautas que suman para construir un cambio en nuestro país!

Victoria Donda

sábado, abril 24, 2010

Desde mi terraza en Almagro, tierra liberada, en puntas de pie entre dos macetas, agito mi mano lánguida hacia los balcones de los contrafrentes y te saludo, oh pueblo montonero.

jueves, abril 22, 2010

1
Pasé unos días en Bahía Blanca. Salté desde la pila de cables enrollados (“conectividad”) hasta la ciudad del orden, para conocer de cerca a mis amigos del Partido del Desorden. La lírica de la ruta es melancolía. ¿Qué pasó? La Tradición ensalza el Federalismo que la Tecnología sostiene: cuánto duró la fosforescencia del movicom del gaucho de aquel poema de Rodolfo Edwards.

2
Si una hipótesis sobre las Quillotanas fuera cierta (que Alberdi y Sarmiento discuten la autonomía del arte) esto tendría sentido. Hablo de un poeta contemporáneo y alberdiano que también cree “más valioso un cuero seco que el más logrado de los poemas”.

3
Plan Federal de Viviendas: a cada familia una casa, a cada casa una biblioteca, a cada biblioteca la literatura nacional. Lo civil no es exactamente lo contrario de lo militar, tampoco su continuidad. Pero, ¿dónde carajo estamos parados? ¿En un descanso de la ruta a Viedma? ¿En el camino inexistente fijado por el último utopista? ¿En un vagón de ingenieros radicales con valijas llenas de Australes que continúan la guerra de ocupación del Estado que se perdió en Las Islas? Estamos en la puerta de la Patagonia. ¿Adónde vamos? Vamos a la laguna La Salada. Raimondi, López y yo. Llevamos carne. Carbón. Leña. Vino. Todo lo compramos del otro lado del control fitosanitario.

4
Si los radicales imaginaron su pedagogía alrededor del binomio Sociedad & Estado, lo hicieron como inventario más o menos provisorio de lo que la dictadura había separado y permitía separar aún más, para que el aterrizaje del capitalismo en nuestra tierra fuera sobre un paisaje desierto. En estos años no llegó la imaginación al Poder, pero sí de un modo irregular y espasmódico llegaron imaginaciones al Estado. Sólo podríamos llamar a esa experiencia: Poesía Civil. (Los radicales también podrían haber llamado a la materia: Civilización & Barbarie. Está claro que lo bárbaro le tocaba al Estado.)

5
El Estado es una Gran Cebolla. Hay que pelarla sin llorar. El Estado tiene el corazón que cada uno elige que tiene. Las dos palabras del Estado con que se resume el ciclo de estos años (Memoria y Gestión) dejaron de rechazarse del mismo modo en que fueron capaces de revelar sus límites sólidos. Dos palabras que los años 90 separaron como a la paja del trigo. El corazón del Estado que yo elijo es el Museo del Puerto de Ingeniero White. El patrimonio más importante del museo lo constituyen “las voces del pueblo”. (Tuve orto: entre las pilas de voces y objetos del Museo me encontré a mi bisabuelo, Benito Rodríguez, primer práctico del puerto de Ingeniero White. En la memoria de los Bomberos Voluntarios de White que circula en internet aún se lee: El 6 de marzo de 1921 a las once de la noche se incendió la vivienda del señor Benito Rodríguez, y el fuego tomó tales proporciones que amenazó propagarse a las casas linderas de madera. Con tres líneas de manguera los bomberos lograron extinguirlo a la una y media de la madrugada, con "la eficaz cooperación de los marineros de la subprefectura local". Ahí estaba su casa hoy: chapa y madera.)

6
No sé si vieron el hecho del mes: un hombre sentado en un banquillo que alguna vez volará por el aire, en negociaciones que cumplen la condición de toda negociación (¡el triunfo de las partes!), sólo tuvo que apelar a un relato irrevocable como excusa pública (¡a las razones del corazón!) para que la mejor presidenta que el Banco Central puede tener ocupe su lugar en la Historia. Menem es el puente dorado de esa Mujer. Otra prueba inesperada de la continuidad. Menem lleva de la mano a Marcó Del Pont. Son detalles menores capaces de iluminar la escena…

7
Una usina rodeada por un pueblo casi fantasma alimenta la luz de varios municipios a más de 600 kilómetros: las lamparitas amarillentas del conurbano no aplauden la generosidad de la distancia de un pueblo en penumbras, el pueblo que rodea la usina. Así ocurren algunas conexiones. El Museo protege y cuida memorias que son del Estado, vidas que fueron el Estado: una cola fantasma de inmigrantes camina por el Paseo de los Bidones, el jardín del Museo del Puerto de Ingeniero White hecho con bidones, cubiertas, lavarropas, cajones de pescado… “que da cuenta de toda esa producción cotidiana”, y que es una historia de la producción de Ingeniero White, tal como el Museo lo presenta: “incluir el malvón que se acaba de plantar dentro de una batería General Motors en un patio del Bulevar”. De este modo: los antiguos trabajadores mantienen una representación, ya que el Museo contempla en ellos “criterios de organización”. Pero esas memorias no se afirman allí contra la modernidad: el museo del Puerto mira las transformaciones a su alrededor. Cargill, no te vayas sin mí. “¿Acaso un malvón o una hortensia forman parte del mundo de la naturaleza? ¿Quién se atreve a afirmar dónde termina la naturaleza y empieza la historia? ¿No es cualquier planta de cualquier patio de Ingeniero White un objeto histórico más, a partir del cual se puede indagar la vida personal, las relaciones barriales, inclusive la macroeconomía?” Poesía y ferretería: el Estado se hace cargo de la Memoria así la gente camina más liviana, así flota como si no tuviera peso, porque esa Memoria fue cedida, fue entregada al Jardín de la Memoria. Para eso sirve la Memoria, para eso sirven los museos: para que la gente Olvide. Y Olvido no es lo contrario. El Museo del Puerto de Ingeniero White es un Puerto entre mundos que flotan. Acopia la historia: la lucha de clases, las movilidades que construyeron familias, las revoluciones industriales y los cambios estatales. Donde hay Museo hay negociación, paz y frontera. Es un relato que se escribe sobre los del presente, sobre los que quisieran ser sus futuros fantasmas. De modo que el Museo contiene la memoria que alivia y, a la vez, sobre esa liviandad crecen las nuevas conciencias, las nuevas velocidades de la lucha y de la técnica, la Historia necesita sacarse el peso de encima. El Museo permite que haya Historia, que haya futuro, sin tanto pasado (lo retienen, lo cultivan). Gestión y Memoria hacen la vida más liviana: un Museo es un punto de fuga. Un lugar donde plantar la Historia para que la vida sea libre. Al menos esa es mi libre interpretación de un Museo que producen un puñado de hombres y mujeres (de estado).

8
Aunque el haz segado de trigo, a la luz última del día,/ asemeje su brillo al que tiene el oro, la Naturaleza/ no es un banco, y la flexibilidad de la vara no admite/ metáfora económica ninguna, salvo cuando restalla… (Sergio Raimondi)

miércoles, abril 21, 2010

La recuerdo sonriente, trabajadora, siempre dulcemente equivocada, en la oficina de al lado. Hija –como toda una generación- del 2001, y marcada –como todos sus compañeros- por la influencia decisiva de su líder: la tonada. “¿Sos cordobesa?” La negativa confirma una debilidad única en la personalidad de todos los militantes: mimetizarse casi sin límites con un líder bastante parco y de sombrío carisma. Había empezado a militar antes de conocer definitivamente su historia, y conocer su historia no produjo, sin embargo, un sobresalto tan grande: simplemente dio un paso hacia adelante en su carrera legítima de popularidad, como todo político, y se mantuvo orgánica, demasiado orgánica para muchos, aún cuando su diputación haya tenido el viento de muchos que soplaron a favor. Ella y los suyos nunca se sintieron parte ni adentro, y tiñeron siempre su estancia en el estado, en las políticas públicas y en un proyecto más amplio que un proyecto de izquierda, de un modo tajante y previsible con su cultura: estamos acá, en un acá de ideas nuestras, hasta que ELLOS se corran… Y ese centro, siempre mucho menos idealista y prolijo en los hechos, es el centro por el que algunos construyen un relato que sirve para salvarse de la Historia. Si llegaban al kirchnerismo con los símbolos y las herencias de lucha del 2001, lo hacían para enfrentar esa otra afluencia natural del kirchnerismo, que era el duhaldismo, el peronismo real, el PJ a secas. Siempre estuvieron afuera, quizás porque no comprendieron el verdadero éxito de eso que Kirchner llamó "transversalidad", y que no se trataba tanto de la construcción de una alternativa al peronismo, sino de introducir en él, de manera definitiva, un conjunto de símbolos que habían quedado afuera, sobre todo en los años 90. La transversalidad, más que renovación de cuadros o estructuras, fue el modo en que “en esa lucha renovadora”, casi siempre desigual, se fueron introduciendo símbolos adentro del peronismo y que ya se ubican en su centro: la política regional, los Derechos Humanos, la reconstrucción del Estado y del tejido productivo nacional. La presencia de la Juventud Sindical en una marcha del 24 de marzo es una prueba de esta renovación. La recuerdo sonriente, trabajadora, pluralista y feliz, bailando en el viejo local de Almafuerte, cuando seguramente pensaba que un blog -y que muchas ideas incluso diferentes a las de ella- no tenían precio.

lunes, abril 19, 2010

Ocio, según Martín Armada

El ocio tiene que ver con un derroche: dejar pasar el tiempo. Ahora, lo que muchas veces ocurre es que nunca se vincula esa abundancia con algo distinto a una idea general de felicidad. Estar al pedo vendría a ser algo intrínsecamente hermoso. La versión del ocio en la película de Lingenti - Villegas le da la espalda a este suposición casi universal. Lo que OCIO deja en claro es que el problema del tiempo es el objeto del tiempo, es el lugar donde se posa la mirada del que reposa, las cosas que revisa en su memoria y cómo calibra el cuadro de lo que debería ser, más o menos, el futuro. En la película ese objeto es la muerte de la madre, aunque no contada como generalmente el cine cuenta una muerte, fijándose en algo que está ausente para ahí instalar el drama, sino que en OCIO se van mostrando los restos de algo que sigue vivo y frena la historia personal y, hasta cierto punto, la del pequeño planeta que son los espacios propios en la ciudad. La muerte de la madre es que haya té berreta, que se coman fideos sin salsa, que se mire tele hasta tarde, que todos parezcan sin bañarse. Básicamente nada se mueve en la vida de un hombre, más bien se sienten las réplicas de un daño enorme. Lingenti - Villegas proponen en cada secuencia vivir el ritmo de ese tiempo, escuchar una canción entera, jugar al metegol o andar en bicleta. Esta historia es una historia desde cero, cada elección nos hace sentir eso, que todo empieza de nuevo, que lo que pasó apenas se conecta con lo que viene, que no hay posibilidad real de armar un relato, porque eso, al final, es lo que hay que decir. Por cosas así OCIO es una gran película y OCIO es una película argentina, por su producción, por origen, pero es más precisamente una película porteña o, afinando más, una película de barrio, de un barrio del sur en el que un pibe también puede sentir que la vida es algo delicado. Hay una pelota que en un momento golpea el toldo de chapa, viene de otro lado, el protagonista hace jueguitos y después de vuelta a hacer nada. En otra escena, el padre la patea, la cuelga y nadie se lamenta demasiado, porque, de alguna manera, se hizo justicia. Estamos donde crecimos, los otros son conocidos. Algo te queda bien claro: está en la ciudad de todos. Lo que le pasa a este pibe no es sentimentalismo francés.

El Ocio de los Pueblos

En un momento flashee que Minimal hizo la música de este modo: se puso a ver la película con la guitarra enchufada, tocando un poco encima, hasta que empieza a conectar. Y no la vio una vez, sino todas las veces que fuera necesario verla para que la música sea perfecta. Ocio oscurece el cuadro que viene a mostrar de entrada porque de entrada sabés todo: la clase social, los gustos, el drama, las pasiones heredadas y las camisetas de nuestro héroe. Pero sin embargo no queda nunca claro de qué cosas se apropia, y sobre ese mundo previsible hay un oscurecimiento, y de costado, una parodia al retrato juvenil de todas las tiras: los motoqueros malos de la película son la representación y el homenaje de todos esos que vinieron a pegarle al lindo -con música de Metallica- en todas las series de los años '90. Pero bueno, está lo que dice Clara acá. Y algo más: al barrio y al padre no hay que matarlos... hay que irse a la concha de la lora. La utopía de la película es la hipótesis de que un chico así, condenado a la informalidad laboral y a la ansiedad por encontrar atajos, llega a la casa y oye discos, escucha Jugo de Lúcuma en el vinilo original. La madre ya está muerta. Ocio es rock antibarrial, como en el fondo es Manal, como todo Spinetta. La posible fuga es el modo en que algo femenino se hace posible en una película sin mujeres. Todos hombres, todo seco, no hay fertilidad. Pero la muerte de la madre trae una esperanza: una lenta explosión que los va a ir alejando a todos.

sábado, abril 17, 2010

1, 2, 3 Vietnams.

...
Escribir sobre fútbol tiene siempre la sombra de un prejuicio: sonar menotti-subiela-benedettista, o sociólogo de barrio, poeta que tiene en mente un "penal mítico", pero bueno, ¿qué pibe no hizo ingreso a la conversación pública con la pelota bajo el brazo? Sí, ya sé, muchos. Bien. Entiendo que el tono o la soberbia habitual con la que encubrimos nuestra ignorancia tiene en el fútbol una cita a ciegas. Voy medio cagado. Pero es el año del mundial, y el "secuestro de los goles" terminó por hacer mierda las fronteras. Pero es algo cortito: después de la conferencia de prensa de ayer, después del "la tenés adentro" a lo Riquelme, o sea, cuando le dijo a un canalla algo así como "che, de fútbol ni hablemos, ¿no?", el círculo cierra aún más. Pedir por él en la selección ya es ocioso. Lo que sí: dejo sentado que mi admiración es total. Y es definitivamente sobre alguien que me chupa un huevo saber si "tiene todos los códigos", sólo se nota que conoce de cerca el mundo de la negociación: como cuando negoció la "libertad" de su hermano en el horrible 2002, tras un secuestro extorsivo (una negociación exitosa). Le faltó un poco de grandeza el otro día, sí, le faltó completar con un abrazo de caballero haberle dejado la pelota delante del arco. Es cierto. Pero bueno, cada vez que veo a los Caruso, a todos esos tipos que hacen de Maradona, que hablan de códigos, de conspiraciones, que dejan puntos suspensivos, que piden "¡traeme un solo jugador que hable mal de mí!", más me gusta Riquelme y lo que pide: ¿por qué tenemos que ser amigos?. Más allá de todos los comentarios, las versiones, las negociaciones, y el efecto negativo sobre el plantel, hay algo en Riquelme, como lo hubo en Marcelo Bielsa, que me resulta creíble. Alguien que está dispuesto a que no le rompan más las pelotas. Riquelme también podrá despedirse diciendo la pelota no se mancha. Toda su trayectoria en Boca fue conflictiva. Un flaco esquelético y tímido y sumiso que venía de la Carpita de Villa Libertad, ¿dónde perdió la inocencia? Toda la vida Román debe haber sido igual: jodido, caprichoso y celoso, obsesivo como todo perfeccionista. Nunca es tan buen compañero el que hace lo suyo a la perfección.

jueves, abril 15, 2010

Reservas.

R & P

Anoche vi hasta las 3 y pico el debate en el Senado, y ya había visto en vivo el cierre de Rossi de la madrugada anterior. La verdad es que entre Rossi y Pichetto se podría ver la distancia entre un liderazgo de ruptura y un liderazgo de continuidad (Pueblo y Provincias). Rossi, su barba y su retórica, acontece como el modelo acabado de un liderazgo parlamentario bien kirchnerista, es un honor a la mística, y sus repasos de gestión en cada discurso de cierre son en tono épico, digamos, fundacionalista. Pichetto, con toda la pinta de "lo viejo que no termina de morir", tiene la cadencia oral de quien siempre repasa una historia, la historia institucional, las tradiciones parlamentarias más precisamente, y va nombrando gente que sería incapaz de nombrar Rossi (Jaroslavsky, Cafiero), y tuvo palabras que nadie salió a desmentir sobre el propio Menem ("hombre de estado"). Si uno se va hasta las Quillotanas podría encontrar que uno de los meollos del debate es la figura que ya empieza a emerger del barro: ¿qué es un hombre de estado? Eso se preguntan Sarmiento y Alberdi al pie de la escalera. La de cal y la de arena que uno y otro (Rossi y Pichetto) arrojan sirve para hacerse una medida mas o menos provisoria de lo que hoy podría ser eso. Rossi habla desde una representación de Pueblo cada vez más cristalizada en el universo de confrontaciones kirchneristas, y Pichetto tiene en su voz y en su rostro de madrugada infinita el habla institucional, el sinuoso camino que debe seguir uniendo sí o sí a la República y al Gobierno. Y dice en nombre de la tradición presidencialista: ninguno de nosotros vale demasiado. Serán recordados los dos como un lujo de este tiempo porque son incluso un límite hacia "adentro".

martes, abril 13, 2010

viernes, abril 09, 2010

"a la luz de la ampliación del objeto del proceso"

...

(Este domingo en Ni a Palos la historia de Vanina Falco.)

Refrito

1
Ya quisiera uno tener la energía y la fe de la que baja en la estación Callao de la línea B, y tiene el pelo como la hippie de Friends, y lleva en la mano con no más de treinta páginas leídas El Dueño de Majul. No la creo capaz de avanzar mucho más allá de esas treinta páginas, no es capaz de subir mucho más arriba. Lo lleva delante de todo: delante de su agenda, delante de su cartera, y hasta sería capaz de pedir que la dejen viajar gratis. ¡Ese es el derecho de vivir en una ciudad ocupada!

2
Razonamiento fugaz y sincero: ¿Por qué el antikirchnerismo y el kirchnerismo estilizados hablan idiomas tan distintos? ¿Cómo se oponen las cartas abiertas al efectismo de las denuncias? Han quedado como dos mitades intensas: un reclamo de república ante el oficialismo y un reclamo ideológico, ante los poderes fácticos. Dos legitimidades intactas que se acusan de mutuos encubrimientos. Por supuesto que una saga de denuncias vende más que Gramsci. El modelo de opinión pública es el mismo de los años 90: todo pensamiento independiente se define como tal primero ante el Estado y el gobierno. Los libros de la corrupción están envueltos en una “necesidad social” y las Cartas Abiertas “podrían no existir”. Como si de un lado se hicieran los deberes y del otro lado se hiciera la Voluntad.

3
Macri convenció en su momento a mucha gente de lo que dice Alejandro sobre Berlusconi: de que era la imaginación al poder de la derecha. ¿Caerá? Es un tipo de pregunta que empieza a circular en mentes alucinadas. El affaire de las escuchas no tiene el peso de Cromañón. Ni el caldo social. Y un procesamiento lo puede convertir en víctima. Y, a pesar de todo lo dicho y escrito, ¿no fue el genotipo Ibarra el que mejor interpretó ese punto medio porteño, ese instinto de apartheid mezclado con el suspiro universalista de la educación pública?

4
Siempre se habla de una izquierda que hace el "juego a la derecha". Hay que también hablar "del juego a la izquierda" que hace una derecha. Porque... ¿de esto no se trataba la presencia de Durán Barba (el personaje mas desprestigiado de la política argentina)? ¿No se trataba de un gobierno de derecha después de cuatro años de penitencia social que podía convertirse en lo más impredecible de la política argentina, en un proyecto que se "elevaba" por encima de sus compromisos naturales, que se arrojaba al parnaso de un mundo sin ideologías, ese no es acaso el ideal terreno para una política de soluciones concretas, una medusa que recorre los sueños concretos de la gente? La respuesta fue hacer lo contrario a la lección de Menem: en la democracia de un país humilde la derecha gobierna a costa de una politización extrema, de una capacidad política superior, de una máquina habilísima de poder. No es menos política la derecha. Es más política.

5
Qué sola está esa mujer con El Dueño en la mano.

martes, abril 06, 2010

La nueva vieja policía

¿Se acuerdan del país que fue, cuando lo gobernaba Néstor, y a la ciudad Aníbal, y a La Provincia Felipe, y Clarín acompañaba...? Qué asfixia progresista, ¿no? Por suerte llegó Macri para que el reparto de símbolos fuese más equitativo. ¿Pero por qué la legitimidad de Macri se diluye tanto ahí justamente donde su proyecto comenzó, donde se hizo fuerte? Su relato es un campo minado. Porque el enemigo de la inseguridad es y sigue siendo "la fuerza de seguridad". Esa es la paradoja democrática que obliga a un gobierno civil de la seguridad, cosa que en la Policía Metropolitana aparentemente existe. La implementación de la PM depende del modo en que se negocia con la Policía Federal, en una correlación de fuerzas absolutamente desproporcionada. Macri, así, es una especie de civilista (?), sin embargo a la derecha de cualquier discurso en la materia, pero que se enfrenta a una pinza entre el gobierno nacional y la PFA. Dentro de la PM hay malestar por la forma en la que "no bancan", es decir, Macri no responde a los modos corporativos que son la ley invisible de toda fuerza, y ante cualquier acusación es incapaz de sostener más de diez minutos a nadie; o al menos ese es el mensaje que dejó Palacios después de su caída tras un laaaargo período en que fue soportado. (Esa es la ley de hierro de los uniformes, por ejemplo en la PFA: ¿Asuntos Internos no es el instrumento de encubrimiento de delitos?) De ese modo para la política y la policía Macri es "el hombre sin códigos" (para no entrar en la Madre de todos los errores: las escuchas que hoy lo tienen citado, como dice Gerardo, "por un juez"). Y su paradoja: un jefe de gobierno elegido por el pueblo decide crear una policía, amparado en un discurso duro del orden, que es boicoteado tanto por las fuerzas de seguridad preexistentes como por las autoridades de un gobierno nacional... progresista. O sea, por derecha e izquierda. Y este problema tiene que ver también con la elementalidad del razonamiento público desarrollado alrededor de la inseguridad: su reducción a lo policial como solución fue lo único que impulsó la creación de la Metropolitana. Desconociendo una cultura política policial, que está tan presente en la "nueva policía" como en todas las demás porque... la nueva policía está hecha sobre la base del reclutamiento individual de vieja policía. ¿Podría eso haber sido de otro modo? Difícil. La solución de "más policía en la calle" devino en más problemas. Y no hubo tiempo de anteponer otro modelo al modelo corporativo natural con que se viste esta nueva policía, y cuya inteligencia orgánica está puesta al servicio de cómo condicionar o defenderse frente a un poder civil cada vez más débil como el de Macri. Y esto es bueno: porque a pesar de la masividad palpable de un pensamiento popular que ampara la dureza macrista (contra los trapitos, contra los encapuchados, contra todas las telas que cubre a los Piel Negra) subsisten incluso en los medios que le dan un tibio soporte mediático fuertes contradicciones. Y esto se debe a una cultura política que atravesó al periodismo y que cada vez vuelve más patético un discurso capaz de separar la institucionalidad de los Derechos Humanos. Nelson Castro también recoge con piedad los trapitos mojados y los tiende en su programa. Esa es una zona de visibilidad del orden democrático por izquierda. Y eso es el orden democrático: un límite por acumulación que a veces choca con el humor de las mayorías.

domingo, abril 04, 2010

Qué linda frase (en el Ni a Palos de hoy) de Carlos Raimundi: Acá hay como una tentación a creer que para poder formar políticas de estado tenemos que diluir las ideologías, yo creo que es al revés, yo creo que vos tenés que reafirmar tu ideología, hacer alianzas desde unidades de concepción y no de partidos "atrapa todo", desde unidades programáticas y doctrinarias.

jueves, abril 01, 2010

Felices Pascuas

Que este sea mi año harrisoniano. De los 4 puntos cardinales de las personalidades humanas... sonar así.

Guitarra vas a llorar.

Volver.