sábado, enero 30, 2010

Para numerosos funcionarios, la impronta delegativa configura el resultado de una decisión manifiesta con la esperanza de que las cúpulas uniformadas gestionen los asuntos de la seguridad a fin de garantizar la ausencia de crisis institucionales que pongan en aprietos a dichos funcionarios y al gobierno de pertenencia. Se trata de asegurar una suerte de gobernabilidad política de la seguridad por medio de la policialización. (El Leviatán Azul, Marcelo Saín)

viernes, enero 29, 2010

Estamos a diez minutos de que la gente empiece a hablar bien de De la Rúa. ¿Cuál fue mejor gobierno: el de Scioli o Solá? Una posible respuesta podría ser: dime quién fue tu ministro de seguridad y te diré quién eres. El itinerario deshilachado de Scioli es previsible: es un político sin autonomía, cercado por los alambres simbólicos del kirchnerismo (y algunas cosas más). Menos mal, diría. Un tema es el pragmatismo, que es un modo de decir que cada quien acomoda la vela más o menos como le conviene al país (?), y otro tema es el idealismo del pragmatismo… ¿qué quiero decir? Que nadie carece de ideología. Todo sujeto se mueve naturalmente para algún lado, piensa mientras oye el rugido de la leonera, e interpreta. Scioli es un político de derecha. Lo que no debería hablar mal de él en sí. Ocurre que a veces uno prefiere pensar que la política se eleva y resulta una lógica que incluye responsabilidades y agendas desprovistas de ese run-run, y que a veces se democratiza contra el sentido común. Leo una Carta Abierta de 1995 (de: “Equipos Federales de Planificación Justicialista”) donde formulan un sutil pedido de explicaciones y ofrecen algunas respuestas maniqueístas y previsibles: “La militancia peronista necesita en forma urgente un esfuerzo didáctico por parte del Partido Justicialista, en orden a sistematizar una explicación del proceso de cambios estructurales iniciado en 1989, completado en buena parte y avanzado, pero todavía en curso. En términos políticos la situación actual es, en buena medida, satisfactoria. Sin embargo, la dimensión real del peronismo exige dicho esfuerzo, ya que ciertos interrogantes aparecen como asignaturas pendientes: ¿Por qué semejante esfuerzo?, ¿por qué el pueblo argentino lo acompañó desde el comienzo?, ¿por qué ingresar en una nueva etapa de límites y posibilidades desconocidas?”. Eso: límites y posibilidades. Y desconocidas. Yo cambio 1989 por 1983, y peronistas por argentinos (¡porque soy fan del último Perón!) y me pregunto si 26 años de orden democrático no suponen ya la certeza de límites y posibilidades conocidos. C-o-n-o-c-i-d-o-s. Muchachos: esta es la agenda. La muerte de Carballo (a quien mato la PFA), el gatillo fácil y descontrol policial de la provincia de Buenos Aires, que de pronto vuelve a emerger, configuran la Bastilla del orden civil; mientras Antiguos Generales pasan a la sombra en fila emocionante. Lo que no se hace en los dos años que quedan de buen gobierno se entrega en bandeja. El último cable condenando la propuesta “moderna” de Duhalde (su ‘pirámide’) fue el del ministerio de Defensa. Pareciera que el cansancio no permite ver qué es lo que se juega en los últimos minutos de un partido: el resultado.

jueves, enero 28, 2010

Mariposas de Lüdenscheid

En Lüdenscheid, en 1917,
los niños alemanes mataron 47.990 mariposas.
Ni una más ni una menos según registros. Y eso tiene que ver con todo.
Lo hicieron para cuidar las cosechas. Así como otros
recogían carozos para hacer aceite. Y otros juntaban
semillas de girasol
entre las vías del tren.
Cuando llegó a Alemania el invierno de los Nabos
ninguna otra cosa se podía comer más que Nabos.
Nabo hervido, pan de Nabo.
Alemania se quedó sin papas.
El niño que corrió una mariposa entre las plantaciones
también pudo decir que hizo la guerra.
Chochos los niños paraguayos si esa hubiera sido la consigna 50 años antes.
Y no convertirse en hombres a la velocidad de la luz.
¿Cuánta fuerza hace falta para cumplir esas misiones?
Hace falta siempre la fuerza que hace la tierra para que coman de ella.
47.990 mariposas.
Las mariposas son como las papas: ya no existen.
El ascenso del alma de un niño en humo oscuro como de una papa que hierve. No.
Entra el primer tractor a Villarrica. Lo maneja un niño de ojos celestísimos.
Miles de mariposas alrededor.

miércoles, enero 27, 2010

Haití

Aparta de mí este Cádiz. El horror de Haití: los diez años de inversión que permiten reconstruir la infraestructura del país se parecerán más a “los diez años en que Haití se desarrolla por primera vez”. Haití no recibió racimos de bombas sino un simple bombazo natural que dejó el país como lo dejan las guerras del imperio, y que ahora hace deseable la ocupación militar del único ejército del mundo. Y ese atajo, esa tragedia sin culpables, acelera y da sentido a la forma diletante de las guerras invisibles del resto de América Pobre. Porque cuando se recorren asentamientos, casillas levantadas junto a las vías, la orilla de un Riachuelo, cuando se recorre el centro comunitario de Villa Argentina, aún en la calma chicha hay un resto de clima de campaña en el que preguntarse cuándo fue o será la guerra de la que dan cuenta esos restos, cuándo cayeron las bombas en todo el resto continental que no es Haití. Haití: la pesadilla de los padres adoptantes. La exportación de niñez pobre sufrió el golpe de la Madre Naturaleza. Madre Naturaleza hizo polvo esos expedientes, si no los niños mismos, los niños mismos de una burocracia que se aceleraba y que iba a unir puntas de un mismo lazo: el deseo de ser padre y el deseo de ser hijo. Y esto es la Argentina: el país donde las vacas son sagradas y donde prima la lírica de la sangre. En la foto hay una madre y un padre abrazados llorando esta nueva decepción de la Madre Naturaleza en ellos. Haití seguía el mismo ritmo de guerra lenta, de guerra que no se termina de declarar que hay en este continente, y de golpe los dados de Dios dieron su número: a la hora en que toda su infraestructura empezaba a derrumbarse, a la hora en que la Naturaleza enciende su propio “parque industrial militar” y puede hacer polvo lo que quiere, a esa hora Haití empezó a existir en el mundo como ex país, como la caída de lo que no había sido y ahora puede ser. Ex Haití y su mitología dispersa podría decir lo que cualquier Eduardo Galeano (en su lírica del afano) puede decir: que paga el precio de haberse liberado demasiado pronto. Hoy la foto es la foto de los padres argentinos abrazados y su Gran Hueco de la Promesa Haitiana: el sobrante de niños pobres que permiten cerrar círculos familiares, ocupar nidos vacíos. Ahora Haití es un país que pide que lo adopten. Haití pide upa después del Chirlo Mundial de la Madre Naturaleza. Lo peor ocurre y la tierra no para. A la hora en que un país se cae sobre sí mismo un matarife y un guardavidas pueden empezar su día soleado, dos se levantan y cogen como locos, a esa hora un chapista levanta la persiana de su taller o alguien pone el agua para hacerse unos mates y el agua sale de la canilla igualita que siempre, y la pava silba igualita que siempre, y quizás todos esos hombres son padres de una lista de espera, o la maestra que riega unos jazmines que puso en la ventana de su departamentito justo a la hora en que la Tierra decidió un pequeño holocausto… y si en ese momento cierra los ojos no puede ser capaz de imaginar lo que cae alrededor de ese bebé soñado, de ese niño soñado, de esa criatura que en una larga fila haitiana espera subir a un avión de línea que lo aleje para siempre de ese baño María… No podría imaginar los kilos y kilos de Concreto que caen encima de ese bebé soñado y que la Madre Naturaleza nuevamente aleja, como se aleja alguien que es llevado por el mar mar adentro. El mundo tiene un as bajo la manga: Naturaleza doblemente hija de puta. Puta Madre Natura que aparta de esos padres a un niño hermoso, hermoso y pobre. El mundo tiene un as bajo la manga: la Madre Naturaleza tiene al mundo en su puño. El mundo tiene un as para no ser mundo. Y el vecino que oye el llanto de la pareja del departamentito de al lado, entre todas las hipótesss posibles que baraja sobre su causa, la más inimaginable es la verdadera: que a miles de kilómetros de Haití ese matrimonio argentino llora Haití. Un nido vacío esperaba la Cigüeña Mundial. La fantasía de que a mil kilómetros se raspan dos piedras y el fuego se encienda acá: Madre Negra pare Madre Blanca llora.

martes, enero 26, 2010

Todo esto constituye una fenomenal deuda pendiente de la clase política –sin ínfulas de clase dirigente– con la ciudadanía, en particular, de los políticos progresistas a los que cada vez les sirve menos la dictadura militar para ocultar sus liviandades y concesiones.

sábado, enero 23, 2010

De, por ejemplo, estas dos viejas incursiones de argentinos en Bolivia se desprende: ¿es Bolivia lo que ven?

(... la base campesina sigue sin desarrollarse; aunque parece que mediante el terror planificado, lograremos la neutralidad de los más, el apoyo vendrá después.)


...

jueves, enero 21, 2010

Domingo Kirchner en 678.

Vuelve A. Sacher!!!!

Kirchner debe todos sus éxitos a la iteración de sus actos primigenios.
Kirchner vuelve todas las noches al 2003. Se sueña asediado. Se sueña solo.
¿Se sueña exitoso?
Sólo y asediado ha dado sus mejores frutos. Sólo y asediado ha sabido ser fuerte.

Hay días en los que Kirchner busca la soledad y el asedio que lo vigorizan.
Hay días en los que me pregunto si no será que Kirchner cree que la clave de su éxito está en volver realmente al origen: al 23% de los votos.

Hay una sola cosa que Kirchner no entiende: la democracia es el derecho del pueblo a odiar a su gobierno.
Kirchner hace números y no le cierra la cuenta del odio.
Kirchner no es soberbio. Kirchner no perdona aunque no sepan lo que hacen.
Kirchner no es un pastor que guía a su rebaño.
Protestante. Kirchner es protestante. Cree en la salvación por la fe, no por la palabra.

Sacher

lunes, enero 18, 2010

1

El margen se pudo haber achicado pero la tendencia hace demasiado tiempo era que en Chile ganaba la derecha. Era una tendencia seguramente previa al rebrote de la imagen de Bachelet, cuya popularidad no contagió al candidato de su fuerza, dicen todos. Pues bien, lo que en Chile se vivió como anticipo de las posibilidades regionales (un gobierno de centroizquierda), ahora para muchos promete repercutir como el anticipo de la vuelta a un cauce de derecha popular. Habrá que ver si lo “moderado” de la izquierda será antecedente de una moderada derecha. De eso podríamos hablar un rato: de la construcción de la derecha moderna. Todo gobierno popular deja también sus "pequeños huevos de serpiente" y ni siquiera una restauración conservadora estará eximida de respetar continuidades. Una de ellas será para mí la política de Derechos Humanos, que en Chile fue lentamente madurando.

2

Aunque ese ejemplo sea más efectivo de pensar en el caso argentino. Pero, “el caso argentino”, es mucho más complejo en sus posibilidades de garantizar la existencia sustentable de un gobierno de derecha: porque tiene que ser un gobierno (peronista) de derecha. Y un gobierno peronista de derecha no es un gobierno falangista, corporativista, sino un gobierno neoliberal. La reciente verdad de que Hugo Moyano es uno de los principales aliados del gobierno y uno de los hombres más fuertes del peronismo, es una pinza sobre la “percepción” ideológica: sobre todo si uno resignifica los valores vandoristas, es decir, si se pasa en limpio alguna sensatez y experiencia que el sindicalismo ha recogido acerca de las condiciones sociales de su legitimidad. Ése sindicalismo es un límite concreto a un gobierno peronista de derecha (neoliberal). No el único. En otro caso, un gobierno radical de derecha debería garantizar que podría gobernar el país, pero la construcción de su orden, al carecer de las enormes intermediaciones sociales peronistas, siempre termina descansando en el uso legítimo de la fuerza policial que torna ilegítimo a un gobierno. Rara paradoja. Los recientes ‘papers’ de Guelar en relación al armado de una fuerza de derecha confunden: un hombre que debe ayudar a la construcción de una derecha moderna debe conocer el mundo. Un mundo que no es sólo el mundo de los negocios, ni del que pone la guita desde Europa para sostener la estructura. Un mundo que observa, que mide, que prestigia, que aún busca su hilo universalista para reconstruir su relato de mundo. Y lo que la izquierda social convenció en estos años es del grado de modernidad y de apariencia que construye juzgar las antiguas violaciones a los Derechos Humanos. Muchos sueñan con que todo político que ubica en el pasado la distinción entre derechas e izquierdas no sólo afirma en esa objeción su pertenencia al imaginario de la derecha, sino que finamente pertenece a un mundo que ha autonomizado esos juzgamientos y que ha limpiado el devenir capitalista de esa antigua relación causal que colocaba el principio de las democracias regionales casi en el principio de las dictaduras. Eso "amplía" las bases de una derecha moderna que vio el alcance racional y moderado de las políticas sociales de izquierda y que se lanza a disputar las bases de todo proyecto popular. ¿Pero lo amplía por qué? Porque lo exime de un compromiso simbólico que acotaba, digamos, sus posibilidades culturales.

3

El kirchnerismo no es menemismo con derechos humanos,
es capitalismo con derechos humanos.

4

Puntualmente soy de los que creen que el consenso de los Derechos Humanos no responde tanto a su popularidad como a la intensidad de una minoría: la de los organismos y familiares que hicieron política y fueron tenaces y convencieron a mucha gente de su importancia. Clarín también sigue juicios, incluye crónicas de audiencias y no excluyó el tema; amén del compromiso de su dueña con la justicia. Acaso esa sea otra forma velada de su guerra, como si dijera: "¿vos te creés que el tema es tuyo, Néstor?". La opinión de Guelar sobre la amnistía lo ubica en el lugar de un outsider de la política. Guelar es un periférico al que no se le cayó el Muro de Berlín ni el Cuadro de Videla en la cabeza. En esa misma dirección, el modo en que algunos radicales arrastran el problema (como cuando Alfonsín hijo repite el prólogo del Nunca Más), parece pertenecer al tipo de patología radical ante cualquier mínima proximidad con el Poder: como si se preguntaran siempre qué opción frente a un dilema ofrece más ingobernabilidad… y ésa es la que eligen. El problema es que los Derechos Humanos ya no deberían constituir un dilema: la resistencia a la “impunidad” tiene más costos políticos que cualquier intento reivindicativo de lo actuado por la Familia Militar. Cualquier sobresalto (incluso necesario) para redefinir una política de Defensa (y sin perder la conducción civil) debería ser pensado de un modo bien kirchnerista: billetera mata galán. Las FFAA bien podrían apostar a una matemática simple: el costo de poder reingresar de algún modo a la vida política es la entrega de la vieja camaradería. Si los militares dejan de ser una carga vitalicia para recuperar algún tipo de protagonismo, como en "países hermanos", lo harán bajo ese precio. No hay otro precio.

5

Recuerdo -haciendo hincapié en la patología radical- el famoso problema sobre si Patti debía o no asumir. Los radicales en vez de salir con los tapones de punta a decir que no era un problema de ellos, que esa era una "interna peronista", que le vayan a llorar a Duhalde o a Menem, etc., ahorrándose el disgusto y huyendo hacia adelante, se metieron de lleno en una sobreactuada defensa jurídica que, de fondo, contenía una menos creíble defensa del voto popular. Otro episodio similar del que mi mente aún retiene la voz (no así la literalidad) es del dilema Bussi: la voz de Humberto Roggero, año 1997 o 98. La figura de Graciela había, de algún modo, enfatizado la presencia simbólica del tema, y todo el mundo (menos muchos tucumanos) creía que Bussi no podía asumir su banca. Roggero, que había sido víctima de la dictadura, aunque nada que ver con eso, operaba para que el tema no excluyera invariablemente al peronismo (¿alguien recuerda su 'gira española'?), y cerró un discurso grave, brutal, admitiendo que en esa ocasión se podía alterar excepcionalmente la máxima menemista de que el Pueblo es la voz de Dios. Puedo equivocarme, pero algo pasó ese día. Hubo un límite, y no cualquier límite. Un límite, digamos, a un populismo de derecha, una grieta que permitía la demolición de una escala política que en Tucumán parecía construir de abajo hacia arriba un ciclo que iba del Malevo Ferreyra a Bussi. Quiero decir, Bussi y Patti cayeron en manos de algo que merece ser pensado: una popularidad abigarrada, una popularidad rosista, la popularidad medio bandolera del orden, y nunca previeron el lento exorcismo civil y laico de la democracia que aún continuó con Menem. Y cuya inercia produce algo que sólo puedo decir así: la tendencia a una ausencia total de pensamiento militar en el pensamiento político.

6

Hay una dimensión de lo militar que hace e hizo al “orden interno”, a la seguridad nacional, que es un pensamiento policial, que fue desarbolado. Bien. Pero, en otro orden de cosas, hay algo de tipo estatalista, hay un conocimiento acabado y una inmanencia de largo plazo, una visión global, geopolítica, que las promociones políticas y los racimos de jóvenes técnicos no renuevan, por mas “fe de conversos” tengan cuando se hacen “nacionales y populares”. Esa ausencia de lo militar, no para resolver cuestiones de orden interno, sí como dimensión –digamos- del despliegue estatal, se nota. La última idea relativamente mortificante y de factura militar, 'desarrollista', fue el embrión del traslado de la capital a Viedma. Toda visión política hoy es provinciana o municipal.

7

Argentina construyó una democracia con base de minorías fuertes, como dijo alguna vez Wainfeld. Y la mano invisible del capitalismo condimentó una cultura popular que aparentemente sólo podría ser representada por un populismo de Derecha. Abismos de popularidad y rating entre mayoría y minorías: una pobreza estilizada por la Televisión Pública, un “Pueblo con Memoria” versus Tinelli. D’Elía (un letrado en los seminarios de liberación nacional) enfrentando la raíz procesista de un capitalismo “obsceno”, plebeyo, que prolonga un refrito de tradición nacional: el analfabetismo del torturador. Porque D’Elía, todo él, vive de la memoria, entonces en Tinelli ve al proceso: ve las películas de Olmedo y Porcel, ve la risa chabacana de los torturadores, ve la foto de Adriana Brodsky con el “Tigre” Acosta, ve la continuidad de la fiesta menemista. Y Tinelli, un millonario al que el rating le confirma su popularidad día a día, cree que vive en un mundo simple al que D'Elía complica, y cree que D'Elía es un hombre sin rating, sin votos, sin humor. Tinelli vive en un 'al pan pan, al vino vino' y se hace eco de una de las frases más mortificantes para las buenas conciencias: la de que se defienden los derechos humanos de los delincuentes. (Esa frase es toda la derrota cultural junta. Es la derrota alfonsinista y kirchnerista. Es el razonamiento popular que finalmente amnistía. Es la frase que pone un límite a la Historia en la Historia. Es la frase que dice a lo sumo: sí, juzguen a esos militares, pero hay que saldar cuentas con los delincuentes de ahora.)

8

¿Quiénes se acuñaron durante los años ’90 en las monedas? Menem sumó a Rosas como justicia poética. Y Roca fue premiado con el primer puesto para la misma época en que los blancos inventaban otro modo de llamar a los indios: Pueblos Originarios. ¿Qué personajes del siglo veinte debieran ser acuñados? Evita lo fue en aquellos años ’90, si mal no recuerdo. Y los pañuelos, hoy, se tallan en una moneda de colección de 2$. Oro y plata. Pero son las apariciones de figuras femeninas, de lo que está afuera de la política partidaria, de la política del poder: próceres y mujeres, decoran una moneda que, como nunca, vuelve a discutir su solidez y su instrumento. Todos quieren una moneda sana: el kirchnerismo le pone pañuelos. Y todo lo que los pañuelos guardan: no sólo el símbolo de resistencia a la dictadura, sino la filiación directa con los vencidos.

9

Y llegan cartas. Llega la carta a la casa de los trabajadores sociales. O. se sienta a la mesa y escribe desde el pueblo al que fue a parar tras el subsidio del gobierno porteño hace cuatro años: “Me vení como haniyo al dedo. Me dijo Érica que trabajás en derecho humanos. Te cuento desde que vine a Verónica que quise poner una parrilla al paso y siempre me la negaron en la vía pública, que pasa que hoy el intendente ahutoriso a persona con mucho recurso a poner una parrilla al paso en terreno que pertenece al ferrocarril. En este caso veo que me discrimina, si estas personas tienen derecho, acaso yo no tengo los mismo derecho. Quiero que sin perder tiempo me hasesoré vos. A que parte de los derecho humano tengo que dirigirme para presentar la denuncia por decriminación. Hace 7 años que vengo pidiéndole al intendente permiso para una parrilla al paso frente de la plaza me dijo que en Verónica había un decreto que no se permitía poner nada y resulta que ahora le dio permiso a una persona con recurso y coche caro, y a mi no, porque soy negro ho de la villa. Desime que tengo que hacer y si me podes dar una mano en los derecho humano de la capital que yo viajo donde sea, porque estoy con rabia. Orlando.”

10
Las cartas con pedidos de asistencia afinan su puntería.
...

viernes, enero 15, 2010

Las patas en el Malba

Un chileno no puede creer que hace veinte años aún había muro en Berlín. Y a ese chileno le inauguraron en la nuca un museo de la memoria… Y sí, se imprimen los símbolos. El peronismo, bajo una de sus más bellas formas, pone las patas en el Malba y, según las malas lenguas, viene llenando las funciones. Que así sea, todo enero y todo febrero. Es que se trata de una película que lo merece: hace veinte años cayó un muro en Europa, pero acá los edificios no se tumban así nomás, no se tumba así nomás el corazón. (Hermano chileno: lo que hace más visible los escombros de ese muro es que del otro lado de los Andes un trotskista o un maoísta, indistintamente, pidan que no se toquen las reservas del Banco Central.) La noticia es que se puede ver El peronismo en el Malba. Y como siempre: no es el peronismo, es un peronismo, una versión. Relatos de la lucha clandestina entre 1955 y 1965. Dirigida por Alejandro Fernández Mouján. La historia de lo que fue una “anormal, desmesurada, alucinada odisea de la Resistencia”. De cuando la París de Sudamérica, y mas allá de la Gral. Paz también, estaba bajo el mando de un ejército aliado de ocupación que quería separar la paja nazi del trigo argentino. “La violencia y el odio desatados por la dictadura de la ‘Revolución Libertadora’ en 1955. Una historia oculta de la lucha de los trabajadores en Argentina.” A partir del 10 de enero (que pasó) todos los domingos a las 18 hs en Malba Cine. Av. Figueroa Alcorta 3415 - Buenos Aires - Entrada $ 15. Vayan. Vayan. Voces de viejos y viejas que capaz sirven para aprender a hablar. “Lo que nos ocupa es la conciencia, esa abuela que regula el mundo…”

lunes, enero 11, 2010

Hay que mejorar el kirchnerismo. Y esa es una tarea del bicentenario. Es una tarea patriótica revisar los protocolos de una adhesión que pisa su octavo año y que sigue encandilando la mirada. Aún los que más odian el matrimonio del poder no tienen una explicación que dure más de diez minutos acerca de lo que hay que hacer y cómo con un país heredado, cuál es su teoría del nuevo orden. Yo partiría de algún tipo de decálogo. Veamos. Hay cosas con las que no se juega. Y una de ellas es la renuncia a la subjetividad. Quiero decir: amigos, compañeros y periodistas a los que leemos se enamoraron de una idea que “salva de la derrota”, se enamoraron de la idea de que NO es tan así que al kirchnerismo 7 de cada 10 no lo votaron, porque la continuidad lógica indicaría que 8 de cada 10 no votaron al CC, al Pro, o a lo que sea. Esa es una explicación matemática, es una reducción objetiva, que engaña sobre la sensación térmica, sobre la subjetividad. Esa es una explicación que también le daba derechos a Menem en 2003, al ganador de esa elección. Sí, estas elecciones 7 de cada 10 dijeron no, e hicieron un voto a la carta (votaron radical, peronista anti K, liberal, voto testimonial, voto "hacer las paces con la conciencia"). Votaron sin programa, o con un programa anárquico, con un gesto, con una reacción destemplada que retomaba los calorcitos de un “voto bronca”... dijeron no con las cacerolas bajo el poncho. Cuando Kirchner ningunea ese resultado no sólo ningunea el voto, la expresión política de un voto, ese derecho a producir un hecho que tiene la gente de a pie, sino que vuelve irreversible en ello el retorno de los que alguna vez se sintieron representados y que pusieron en penitencia a un proyecto que supo contenerlos. Negar o relativizar un resultado político, afincarse en la potencia de una primera minoría (en medio de un gobierno con vocación popular), mina los puentes de aquellos que quisieron sancionar en una elección legislativa (a la que el propio gobierno convirtió en ballotage) a un gobierno que hizo cosas mal. Porque esas cosas que se hicieron mal tienen un precio democrático: el precio del voto. Indec, la lentitud de asumir políticas sociales universales, un fastidio acerca del modo en que el gobierno maneja sus crisis, la simultánea sensación de que produce sus crisis, una política de alianzas electorales muy contradictoria con sus prédicas renovadoras, y el enfrentamiento con un sector productivo que HACE a una cultura, aunque sea una cultura reaccionaria y conservadora, tiene costos. Cuando el presidente de la Cámara de la Construcción sale a bancar al gobierno, y elogia la conducción sindical de UOCRA, y uno imagina que esas bases de obreros calificados de la construcción y empresarios enriquecidos votan este proyecto, y que los changarines esperanzados también, pero todo eso no hace a una cultura ("la cultura de la construcción"), eso es una constelación de realidades, es una alianza social mas invisible, no es como esa máquina cultural de la agro-industria que compacta al remisero, la maestra y el comisario del pueblo, los sube a un tractor que fija su rumbo al sol de un atardecer bucólico. El kirchnerismo no hizo cultura. No tiene himnos. Un himno que empieza con el canto de una persiana que se abre, un himno que empieza con las primeras luces de un galpón, un himno que lo silba uno en bicicleta con la caja de herramientas atrás. Porque eso está adentro de una cadena de valor: la CGT. Eso ya tiene una cierta fijeza ahí, y de ahí, mas allá de todo, es de donde promete venir una verdadera resistencia en las postrimerías. La resistencia paritaria. Eso tiene nombre, eso se llama Hugo Moyano. En principio asumiría una realidad: es necesario que el kirchnerismo desobedezca. Es decir: que no se gaste la energía de un chico de 18, 20 años en decirle a la señora Mirtha Legrand quién es, no, ese pibe tiene que ser una máquina del derecho que falta. Que tenga insomnio porque repasa mentalmente los nombres, apellidos y DNI’s de las mamás y papás de su barrio a los que les cabe el derecho universal. Ese pibe tiene que correr por izquierda a medio mundo. Ese pibe tiene que tener una remera con el nombre Carballo, ese pibe no puede dudar ni diez segundos en salir a romper todo porque la policía mató. Ese pibe tiene que saber los nombres y apellidos de los que mataron a Carballo. Ese pibe no puede tener el gesto de un canalla, no puede convertirse en un fanático de los sapos que le enseñaron a tragarse. Ese pibe antes que aprender a decir "dispositivo mediático", o simultáneamente, tiene que aprender los nombres de los que pusieron su alambrado. Ese pibe tiene que amar a D’Elía porque es mas kirchnerista que Kirchner, y porque le dice eso en la cara, pero tiene que construir su propio camino, sus palabras, su relato, tiene que saldar sus cosas ahí. Y sí, ese pibe tiene que entrar por Diagonal Norte, y respetar a la columna sur y proletaria, sí, sí, saludar la ronda de los jueves, pero tiene que salir a pedir lo que es suyo. Ese pibe tiene que contar las bajas, las bajas de lo que el Remediar no cumple, de los que la policía mata, ese pibe tiene que hablar del paco, tiene que pedir créditos a la primera vivienda, ley de primer empleo, tiene que hacer su causa los embarazos adolescentes… Ese pibe, ¿existe? Si no existe hay que inventarlo. O dejar un poco más en paz las cosas. ¿Existe? El margen "pinosolanista" muestra que es posible pensar más allá, que la política se oxigena de afuera hacia adentro, y el éxito del ingreso universal es un camino: es una victoria al interior del kirchnerismo, algo que cuajó sobre ese sentido común del "mano en mano" de las políticas sociales. Un año y medio de desobediencia kirchnerista, falta. Un año y medio para patear el tablero. Y que ese mensaje se multiplique y se amplifique hacia adentro y hacia afuera. Discutir la colimba, discutir la autonomía universitaria, discutir, hinchar las pelotas, pibes que pidan imposibles. Sueño con Pibes a los que les chupe un huevo sobreactuar la adhesión, abrirse un blog de obediencia, de "crispación", comprarse una vida virtual para no decir mas nada mirándose a los ojos, que no se copen con el ringtone de qué te pasa Clarín, ese pibe que no tiene referentes, ese pibe que están bombardeando, que tiene su casilla de correo llena, que no sabe quién carajo es Marsans, ni qué culpa tiene el tomate. Hay que construir kirchneristas. 1, 2, 3 vietnams. Pero ya es tarde, ya da fiaca todo, ya no hay ánimo instituyente. Y el energúmeno que riegan del otro lado del alambre ya camina. Cuando termine el kirchnerismo, recién ahí, harán el censo. Taluego, taluego, talué...

viernes, enero 08, 2010

Tiene razón el ingeniero, lo que mata es el tiempo. El tiempo que le queda. Hasta los locos tienen algo de razón, y en su hilo argumentan blanco sobre negro una situación que, si es medida puntualmente y despojando a todo el mundo de su pilcha, cualquiera puede decir que está a la izquierda de cualquiera... El que preserva la autonomía para no pagar deuda, como el que hoy usa para pagar lo que mañana usará para... La agrupación Martín Redrado le muerde la cola a la agrupación Martín Fierro. Podría ser: nadie quiere dejar de honrar las deudas. Esta pregunta (¿qué gobierno duró mucho mas que su estrella?) se responde a toda velocidad: lo menos posible. Es decir, los campos son exactos: el gobierno no es NADA de institución, y cualquier esfuerzo, como el de que Cobos, vicepresidente, sea el jefe de la oposición, es visto como un sacrificio institucional necesario que permite reestablecer la ley. En Paraguay hay una situación parecida; diferencias: el vice llegó de la mano de su partido, y es en la interna de éste donde se resuelve primero la situación política, y es un partido que forma parte del frente gobernante, que quiere hacer sentir su peso, y sus compromisos, frente a los otros mas débiles e inorgánicos. Es el Partido Liberal. Cobos es uno que hace las paces radicales en su segunda traición. Un día en la vida de la verdad: ahora todos saben quién es Martín Redrado. Qué bueno… ahora todos saben quién es Martín Redrado. Hay una lista de nombres que existen en las sombras, anónimos o invisibles, que permanecen flotando en los organigramas hasta que de golpe traen toda su memoria junta, les salta la ficha y... “siempre supimos qué clase de tipo eras”. Se vuelve natural la demonización: ahora todos saben quién es Martín Redrado. Era “el hombre del establishment en el gobierno”. (Y cuánto se podría aprender de esa especie que soporta en silencio la presencia de uno de los suyos, ¿no?) Martín Redrado es alguien especial. Un amigo economista de izquierda nacandpop habló bien de él en alguna reunión de redacción... Uno imagina futuras tapas de la prensa de los Movimientos Evitas (que quedan) haciendo público ese rostro, sus dientes blancos, ese pelo rubio, los ojos celestes, y todos los signos que reúnen un título que no sabe qué quiere decir pero que dice: Una Gran Sonrisa Norteamericana. Uno podría decir: ¿sabemos cuántos Redrados hay en el placard? ¿Queda algún otro Redrado? ¿Las agrupaciones están con una lista en la mano recorriendo los despachos públicos viendo a ver qué otro golden queda? ¿Si queda alguno que estudió en el CEMA? No es como Cobos, de quien hubo que buscar alguna trama consistente en las aulas de la UTN, ya que su paso por la gobernación parece no haber dejado evidencias acerca de quién era. Redrado ha estado a la izquierda de Redrado. Ahora todos saben quién es. La agrupación trotskista de derecha Martín Redrado no quiere pagar deuda con la plata de todos, dice, y se para a la izquierda de la Martín Fierro. Enero es el diciembre que no fue. Levanta el viento las carpas... ¿no hay una oficina de catastro político para saber qué es de quién definitivamente? La dialéctica de gobierno en disputa. Golpe sin pata militar = se arrastra. Ahora viene el compañero Blejer (?).

Actualización: "Nuestro pobre antikirchnerismo –no el mío– es tan furibundo que la única condición que pone para transformar a alguien en héroe es que esté contra los Kirchner, llámese ese alguien Raúl Castells, Francisco de Narváez, Alfredo De Angeli, Víctor De Genaro, Grupo Clarín, “Ingeniero” Blumberg, Julio Cobos o, como en esta ocasión, Martín Redrado. (...) Los cantos martinianos a la autonomía del Banco Central son, a esta altura, muy tardíos. Durante años Redrado permitió que le manejaran la política monetaria, la política cambiaria (que son casi lo mismo) y la política de distribución de dividendos del Banco Central. ¿Tiene sentido ahora que la oposición política salga a inmolarse en su defensa? (...) El avasallamiento del Banco Central por el kirchnerismo no está en este pequeño episodio de política veraniega; está en toda la gestión de Redrado, desde el principio hasta este merecido final."
...

jueves, enero 07, 2010

La sobreactuación de “independencia”, cuando a lo largo de su extenso mandato ha mostrado escaso empeño en expresarla, lo ubica entonces en ese lugar que entusiasma a gran parte de la oposición y a la cadena nacional de medios privados: en el espacio del funcionario que se enfrenta al gobierno que integró durante más de cinco años, y que ahora especula con que llegó el momento de adaptarse al supuesto nuevo humor social y político.

miércoles, enero 06, 2010

Hay alguien que odia mas a Redrado que todos: Cobos.

(Me parece que hay dos temas de la agenda kirchnerista que son centrales. Uno es la nueva ley de radiodifusión. El otro es la reforma a la carta orgánica del Banco Central. Y este último está atado a que esa carta orgánica pueda modificarse, a los efectos de profundizar la distribución de la renta nacional de nuestro país.)

martes, enero 05, 2010

Fragmentos a su imán

Sí, sí, es verdad. Y después hay una cosa más, que es algo que a mí me impulsa mucho a escribir o a seguir escribiendo ahora, que es lograr que las cosas vividas hayan valido la pena. O sea, yo siento que escribiendo todas las cosas buenas y malas que hiciste, o que te indignaron porque vos, vos, las hiciste no dignas o porque otros las hicieron no dignas o que te enojaron, o todas las cosas que empezaste y no terminaste, o todas las ilusiones que generaste y después desilusionaste y todo eso, yo necesito que al menos hayan valido la pena. Yo siento como un arrepentimiento, un dolor por todo aquello que pudo haber sido y no fue y necesito hacer valer la pena mi experiencia. Creo que la escritura me da una suerte de segunda oportunidad con las cosas que viví y con las que me siento mal y que tiendo a recordar reviviendo.

(...)

Esos no pueden gobernar la fractura social que hay acá. Tenés que controlarla, te digo, la tenés que llevar. No hacés sociedad, la tenés que llevar a ser sociedad. El radicalismo es un partido pre-fractura, como diciendo: "esto debe ser constituido". Por eso hacen énfasis en las leyes, en la constitución, porque todos tenemos que atenernos a un sistema. Tampoco el peronismo es el peronismo. El peronismo es una confederación nacional de personas que ejercen el poder de una manera similar y...

(Entrevista a Esteban Schmidt)
Andrés.

lunes, enero 04, 2010

El año pasado les tocó a los 80.
Este año
empezaron a morir los 70, como dijo mi amigo E.
(Y cómo resisten.)