lunes, abril 19, 2010
El Ocio de los Pueblos
En un momento flashee que Minimal hizo la música de este modo: se puso a ver la película con la guitarra enchufada, tocando un poco encima, hasta que empieza a conectar. Y no la vio una vez, sino todas las veces que fuera necesario verla para que la música sea perfecta. Ocio oscurece el cuadro que viene a mostrar de entrada porque de entrada sabés todo: la clase social, los gustos, el drama, las pasiones heredadas y las camisetas de nuestro héroe. Pero sin embargo no queda nunca claro de qué cosas se apropia, y sobre ese mundo previsible hay un oscurecimiento, y de costado, una parodia al retrato juvenil de todas las tiras: los motoqueros malos de la película son la representación y el homenaje de todos esos que vinieron a pegarle al lindo -con música de Metallica- en todas las series de los años '90. Pero bueno, está lo que dice Clara acá. Y algo más: al barrio y al padre no hay que matarlos... hay que irse a la concha de la lora. La utopía de la película es la hipótesis de que un chico así, condenado a la informalidad laboral y a la ansiedad por encontrar atajos, llega a la casa y oye discos, escucha Jugo de Lúcuma en el vinilo original. La madre ya está muerta. Ocio es rock antibarrial, como en el fondo es Manal, como todo Spinetta. La posible fuga es el modo en que algo femenino se hace posible en una película sin mujeres. Todos hombres, todo seco, no hay fertilidad. Pero la muerte de la madre trae una esperanza: una lenta explosión que los va a ir alejando a todos.
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3 comentarios:
A mí la película me fue cerrando (en cuanto a sus límites de sentido) mucho más con el paso de los días. Ni bien terminó sentí una intensidad que hacía referencia a tantas cosas que me era imposible ponerlo en palabras. Me gusta la provocación de llamarla Ocio.
Ocio es rock antibarrial, rescato eso sobre todo.
Ocio es rock antibarrial, rescato eso sobre todo.
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