jueves, abril 29, 2010

¿Qué les pasó?

¿A Clarín se lo puede empezar a nombrar en pasado? No creo. No creo que aún. Y sin embargo se podría ensayar algo en función de un hecho irreversible: aún cuando un futuro gobierno y distintas justicias interrumpan la nueva ley de medios, Clarín estará en serias dificultades de volver a ser el mismo, de volver a su propia normalidad. Y detrás de eso, detrás de esa lenta explosión, cabría la pregunta si desde este lado de la ley hay otro Clarín en ciernes, es decir, si hay otro Gran Diario Argentino que sea capaz de estar en esa mitad. Y no lo digo por su aspecto monopólico o dominante en el mercado, pero sería pertinente quizás preguntarse por la existencia de algo que tenga, digamos, esa “centralidad”. Algo que distribuya consensos y rechazos sociales, que arbitre por afuera de la constelación del Estado. ¿No es Clarín el punto exacto entre economía y democracia, un “oficialismo permanente” fuera del Estado, en el lugar de “lo público”? No como empresa o como grupo económico estrictamente, sino como esa constelación de intereses y lecturas. ¿Qué significa el fin de Clarín? Es decir, exactamente el fin de qué dentro del ciclo democrático significa el posible, el presunto, el hipotético, fin de Clarín. Y, a la vez, no preguntarse si va a ser mejor una sociedad sin Clarín, sino, cómo va a ser la sociedad nueva es otro interrogante abierto. Como si detrás o después de Clarín estuviera su contracara: el conflicto, una dialéctica de adversarios o intereses, y se pudiera borrar cualquier apariencia de unidad laica por el bien común. Clarín era el modelo de una democracia, y quizás para el Gran Diario, la muerte de Alfonsín -con sus “ceremonias”- haya significado una despedida propia, a pesar incluso de la historia de Clarín y Alfonsín (porque estaba esto: “Hay que cuidarse de ese diario. Ataca como partido político y si uno le contesta, se defiende con la libertad de prensa.”). Con el padre de la democracia se despedía un modo de hacer política donde la política siempre resultaba desigual y débil, una política necesitada de quien fuera capaz de operar con legitimidad permanente, un “cuarto poder” todopoderoso, el diario con más paciencia y contundencia que caminaba adelante... y al paso del más lento. La verdad ya casi revelada de Ernestina es otro modo perfecto de cerrar el círculo, porque en esa verdad hay una revelación doble, algo que expresa la “intimidad” del diario, la familiaridad con aquel Poder, más allá de Papel Prensa. ¿Y qué círculo se abre ahora? El kirchnerismo buscó desesperadamente en todos sus años la contradicción principal, y lo hizo buceando en la historia democrática. El kirchnerismo ayudó a parir “la Madre de todas las Batallas” democráticas, que aparentemente era una batalla desconocida o metafísica, ya que Clarín aparecía como un aliado originario de la democracia, un portador sano de las destituciones que operaban constantemente sobre los gobiernos. Sólo un trosco podía creer que la lectura del “enemigo” suponía leer Infobae o Ámbito Financiero, es decir, pasquines de los (como Yabrán llamaba) “capitalismos insolentes”, y que se jugaban en la timba económica su negocio golondrina, y que aún resultan oscuros y carroñeros enemigos de Clarín, como lo es Hadad. Clarín siempre parecía estar como por fuera incluso del mercado bursátil (aunque estuviera “hasta las manos” en él). Clarín abría y cerraba ciclos políticos, como quien vuelve una y otra vez a la escena del crimen, perfectamente limpio y peinado, y se guiña el ojo con el de Asuntos Internos, porque conoce la trama secreta del crimen que compromete a todos. Siempre Clarín estaba ahí, bajo la forma de un poder invisible que borraba constantemente sus formas de distribuir apoyos y golpes, como si sólo subordinara sus humores a los de una sociedad que necesitaba de Clarín, es decir, una sociedad que se diversificaba y que necesitaba que Clarín se diversifique con ella, que acompañe sus transiciones tecnológicas, que las acelere. Clarín mezclaba la inspiración universalista Radical (“alguna vez alcanzaremos la justicia social pero a base de la buena voluntad”) y la fuerza de una máquina destituyente (“fierros mediáticos”) que consumaba los “crímenes políticos” deseados. Clarín, exagerando, era la dictadura del proletariado de clase media cuya fuerza era invisible, como la mano del mercado: una, dos, hasta tres tapas, y el resto ocurría “solo”. Clarín era un modo inteligentísimo por donde se tramitaba más visiblemente, más que en el Estado, la continuidad. El misal donde se sermoneaban las refundaciones de cada nuevo gobierno. Clarín era una presencia papal, cuya tracción no dejaba de incluir y excluir sutilmente. Digámoslo: Estela Carloto también fue un personaje de Clarín, hubo una vez una época en que sí, no hace tanto. ¿Cómo convivía eso con la verdad de Ernestina? Bajo la fuerza de la inteligencia. Si Magnetto fue el fin del “desarrollismo” en el Gran Diario, también fue una figura de nuevo orden que cumplió un rol histórico, el de la secularización de un diario que quería multiplicarse siguiendo la ruta de eso que empezó a producirse en 1976. Clarín quería acompañar a cada persona o ciudadano a la casa y ser parte del universo de transformaciones culturales y de consumo. Democracia y mercado, una armonía de valores que hoy parecen irreconciliables. Pero Clarín debería pensar y marcar como “el principio del fin” a la caída general del 2001. Es ahí, cuando la política se volvió absolutamente visible, una negociación en vivo y en directo entre pequeños hombres de estado que no querían ponerse la banda, cuando no había sinfonía ni relato, y se borraba la cadena de legitimidad pública, ahí también se empezó a gestar su fin. Es decir, Clarín fue parte del problema del fracaso de las economías del 83-01. El Gran Diario de las Crisis económicas, el Gran Diario del gobierno de la economía sobre la política, como toda crisis real. REAL. Y en eso que “estalló” en 2001 empezó a caer. En la restauración oscura de Duhalde empezó a caer, cuando sus tapas giraban en falso y mostraban la hilacha. En la restauración blanca de Kirchner empezó a caer. En la “profundización” de Cristina. Y de un modo conmovedor empezó a caer. Y es una caída que deja un hueco. Incluso un hueco de apariencia horrible para muchos. Las torpezas de hoy, sus torpezas editoriales, se deben a ese lugar que hoy ocupa, cuando su negocio más fino fue el de nunca ocupar ese lugar, es decir: alinear la tropa, perder matiz y diversidad, uniformar el discurso y mostrarse como “parte”. Lo que Kirchner expuso en 678 de la negociación con Magnetto, esa zona en donde Clarín es una sola negociación. Clarín era el Partido Justicialista de la Clase Media. No está despierto quien debe responder si esta lucha y si este posible final valen la pena. Despertémoslo entre todos.

39 comentarios:

maiakovski dijo...

Si el gobierno ha encontrado a su contradictor principal en Clarín, y Clarín es el diariuo del manejo inteligente de la continuidad del 76, entonces podría decirse, una vez que Clarín perdió su centralidad como Partido Justicialista de la clase media (un partido y una clase que NECESITAN las crisis reales), entonces lo que lo reemplaza es otro Partido justicialista de la clase media: montonero. Es decir , un PJ que le dé un final feliz a la peronización de las clases medias que surgió como un sarampión en los 70 y que fue vacunada por la aceleración de su lógica revolucionaria, por formar parte del gran juego de la guerra fría en el continente y por la imposible resolución de la herencia de Perón. Ahora no hay lógica revolucionaria, hay una serie consecuente de reformas. No hay guerra fría, hay discusión en torno a un siglo XXI no norteamericano. Y nadie ya "jode" con Perón: no lo mencionan ni dirigentes justicialistas ni dirigentes de otros partidos, ni como ejemplo ni como bestia negra. Se acabó: Perón es una figura histórica y termina de perderse en la misma niebla que Yrigoyen, Roca, Mitre, Rosas, Sarmiento, Belgrano...Pero la clave para que la peronización de la clase media sea permanente es asegurarle lo que más desea: el progreso económico, el ascenso social indefinido, lo que promete la Constitución liberal. El gobierno tiene razón en no moverse de sus grandes lineamientos macroeconómicos, porque esos son, hoy por hoy, los más sólidos para promover un crecimiento sostenido. El matiz específicamente peroncho clásico es decirle a todo el mundo: ey, no hay solo proletarios y conchetos de clase media en Argentina. "Queremos un país para cuarenta millones de habitantes". No sólo insistir en eso, sino creérselo. La mayoría de los obreros bajo convenio ya están lejos de la miseria. Pero hay que afinar el ingenio para crear herramientas aún más inclusivos que la asignación por hijo. Para eso servirían los Lozanos, no para fracasar interminablemente en la fundación del PT y en el logro de la "democracia sindical".

Anónimo dijo...

Una cosa son las ganas de los fanáticos K de autconvencerse de que Clarín cae y otra cosa es que sea cierto. Clarín no se cae muchachos, y con esta batalla lo único que lograron es hacerlo un multimedio aún más poderoso porque está en boca de todo del mundo. Cuando veas que en el 2012 los K ya no gobiernan y que Clarín sigue vivito y coleando hablamos.
Ah, y aprendé a expresarte: "lenta explosión?" Que limitado sos, no encontraste otra manera de decir lo que querías decir? Vos leés lo que escribís? Te faltó decir que las burbujas caen...

bueno, bueno... dijo...

Anónimo: justamente el éxito de Clarín consistía en que no se hable de Clarín; que esté "en boca de todos" es justamente su problema. Si no entendés esto, no entendés nada. Volvete a la redacción de Tacuarí a que te bajen argumentos más sofisticados, porque el que das es muy fácil de responder y los blogueros K tenemos un piné muy alto.

Anónimo dijo...

"partido justicialista" de la clase media, buenisimo. Listo, no more.
l.

Matías dijo...

Al teatro negro de la corporación política-económica-mediática (¿el Estado?) los kirchner le pusieron un fondo blanco, que deja ver como se mueven todos los hilos, inclusive los propios.

mecasullo dijo...

Brillante. Clarín siempre fue el grado cero de la enunciación mediática argentina: los demás estaban a la derecha o la izquierda ... de Clarín, que era el fiel de la balanza. Nevermore.

Unknown dijo...

El problema tal vez sea dónde entra la ley de medios acá, qué rol quiere cumplir. Porque es probable que esta guerra, toda la constelación de esta batalla sea una estocada más poderosa que los 21 puntos. Clarín va a caer; por supuesto no va a caer la antena del 13 sobre Constitución como la estatua de Lenin sobre las calles de Petrogrado pero… Si las condiciones objetivas son también las condiciones del relato, eso que permitió que Kirchner ganara iniciativa descabezando la Corte y bajando el cuadro de Videla –y que tal vez impidió por su ausencia el triunfo pírrico en el otoño de 2008- y ahora surgen kirchneristas línea anticlarinista y por todos lados se habla de la debacle del Gran Diario Argentino según los números del IVC y la cre-di-bi-li-dad entonces sí, Clarín va a caer porque se cae ese operador en las sombras, ese Partido Justicialista de las Clases Medias que durante décadas sobrevivió sin cámaras ocultas ni Telenoche Investiga –porque ellos manejaban la Oficina Anticorrupción- ni cacerolazos ni escraches hasta ahora, que asistimos al diciembre de la corpo mediática. El relato de Clarin los deja a futuro como un partido no un actor político. Un partido sin fuerza, probablemente sin líderes, con mucha menos “caja” que antes. ¿Quién va a ser el próximo Clarín, el próximo medio joven, desarrollista, turro? ¿O se va a venir el montonero, el descamisado, mientras nosotros seguimos en la redacción invisible de nuestro Unidos mental? La Ley de Medios todavía es un fantasma que recorre un territorio declamatorio y es probable que termine siendo sólo el párrafo inicial del gran manifiesto político de esta época. Pero me pongo el traje de republicano nac & pop y digo: quiero volver a ver medios, a ver las fotos de Kirchner en Puerto Madero rodeado de plasmas y teléfonos sonando en sintonía con los titulares. Porque más allá de nuestras chicanas a los mamíferos lagomorfos del sur nosotros tampoco queremos reemplazar la Viva por una revista dominical dirigida por Barone donde la realidad sea menos parecida a la política que a una novela de Pola. Como tampoco queremos que el laissez faire de la batalla sea la única razón que explique por qué a este ritmo a Clarín lo va a superar en ventas Diario Popular –más allá de que éste último haya subido por aquello que hemos dado en llamar “consumo”. Si no hay guerra revolucionaria entonces prestémosle más atención a Boudou que a Gvirtz –aunque sea un par de veces a la semana. En fin, la pregunta clave de tu post es “exactamente el fin de qué dentro del ciclo democrático significa el posible, el presunto, el hipotético, fin de Clarín”. Hay que empezar a pensarlo.

Osvaldo Rodríguez dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

La ley de medios y la política de Derechos Humanos es lo mejor de este gobierno. Clarín va a caer.

Anónimo dijo...

rap hegeliano contra el grupo clarín

http://rodion9.blogspot.com/2010/03/acpe-music-hegelian-hip-hop.html

Anónimo dijo...

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Anónimo dijo...

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Martín dijo...

http://www.infobae.com/general/513729-101275-0-No-habr%C3%A1-m%C3%A1s-ense%C3%B1anza-cat%C3%B3lica-en-los-liceos-militares

Anónimo dijo...

Pulenta el post. Ahora pienso en cómo escupió para arriba Clarín cuando a medida que se alejaban del kirchenrismo, se acercaban a la tésis del "Partido único" que esgrimían Hadad y Grondona cuando se veía venir la caída de De la Rua.

Si el partido unico era el PJ, Clarín también funcionó como partido único, ese "Partido único de la Clase media" que tan bien mencionás. Un Partido que trabajaba en el plano cultural, y Único, que tenía un suplemento para todos y todo.

Me parece válida la pregunta sobre lo que vendrá. Gonzo se pregunta quien será el nuevo Turrín Desarrollista. No creo que caiga Clarín, caerá un ala en todo caso. El ala que conocimos durante los últimos 30 años. Quizá en un par de años se de un relanzamiento de sí mismo, por razones de mercado y de una nueva cultura que indefectiblemente permeará sus redacciones.
Y saben una cosa? no me parecería trágico que ese partido único vuelva a ser un Turrín Desarrollista, o nos fue tan mal?

Saludos!

Fede Vázquez dijo...

Al que hace critica literaria de pre escolar, me gustaría que enseñe sus escritos.
ahora: hay dos cosas que van juntas, pero en verdad son de órdenes distintos: Clarín multimedios y Clarín como espacio cultural, digamos. Al primero, el gobierno le viene arruinando sus negocios más jugosos, y es, en verdad, la posibilidad de éxito de la actual "batalla cultural". Había que herir económicamente un poco al grupo, romperle los vidrios anti balas que eran el fútbol y el cable, para después desnudar su "parcialidad". No creo que se pueda ir mas allá (ni tampoco que sea saludable). La otra parte de Clarín, como espacio cultural de la clase media, bueno, puede estar un poco chamuscado, pero sigue ahí. Se ha corrido un poco el velo, pero el velo va a seguir. El diario (un diario)como trama de intereses oscuros, mezclado con una tribuna ideológica y a la vez como receptor de lo que viene de afuera. Todo eso es necesario que continúe y no hay reemplazo simbólico que lo supere.
Bajando un poco la espuma, creo que se trata de un poder político que animó a re dimensionar el tamaño del pulpo. Volverlo más igual que otros grupos mediáticos, quitarle la santidad. Una tarea sucia que el resto del arco político agradece por lo bajo.
Vamos hacia la destrucción de la agenda unificada, al estallido de "localismos" y "nichos" no hegemónicos en la comunicación. Eso que aparenta ser bueno, yo no lo veo tan positivo en muchos aspectos.

Henri dijo...

4 tapas ya no voltean a nadie.
Ni 40, o las que sean.
Una frase hecha como ésa no se deshace todos los días.
A despertar, entonces.

Luciano Campetella dijo...

Fede, en realidad, el estallido de localismos tiene que ir de la mano de una nueva hegemonía estatal. Cuando el modelo económico se consolide y se reestructuren los partidos políticos tradicionales (ese en definitiva será el legado del kirchnerismo) el Estado le habrá arrebatado a los medios la hegemonía en la producción de los mensajes que circulan en la sociedad. Eso es todo lo que tiene que pasar. No es poco. PD: Buenísimo tu post sobre Boudou. Yo también lo amo, ja.

Nudler in memoriam dijo...

Pregunta; fue en este mismo blog donde se escribió que el error no es considerar que Clarín miente, sino pensar en que alguna vez dijo la verdad.

Anónimo dijo...

Qué bueno verlo a Q comentando acá, porque en su blog insulta, censura y expulsa como patrón de estancia.

Dany Benavidez dijo...

Clarin no va a caer. Pero nunca más sera el fiel de la balanza como dijo alguien por ahí.
Siempre se supo quien decía en La Nación, hoy se ve quien dice en Clarin.

maiakovski dijo...

Fede, ¿Clarín, ahora, como espacio cultural de qué clase media? Como bien lo dice Sarlo hoy en La Nación, los autoconvocados de 678 también son clase media. ¿No unificamos demasiado al mosntruo, no habría que hablar de diversos segmentos, viscosidades y velocidades en ese mito argentino que es La Clase Media? Yo diría, viendo los últimos diez años de historia, que hoy es más mítico que nuestro Pueblo-Nación. Otra: ¿es real emnte necesario un (1) medio privado que reúna tribuna ideologica, oscuros intereses y recepción de lo que viene de "afuera"? Cabría preguntar : ¿no había que cuestionar justamente la capacidad de monopolizar la distinción adentro- afuera? Yo en los 70 y 80 me sentía afuera del mundo Clarín, no como montomnerito, sino como joven rockero. Cada vez que aparecía una nota en Clarín sobre gente parecida a mis amigos, nos trataban justamente como eso: como de "afuera". Ahora bien: mi DNI, si quieren lo scaneo, decía ya en esa época que mi nacionalidad es argentina y no daba ningún detalle sobre mi catadura moral. Mi DNI no se diferenciaba de de las amigas de mi abuela que comentaban con fruición esa clase de artículos buchones. A mí me parece perfecto que los oscuros intereses y la tribuna ideológica marchen separados SI NO ES BAJO LA HEGEMONIA DEL ESTADO. Porque el Estado sí es ideológico, sí articula oscuros intereses, y sí señala que viene de adentro y qué viene de afuera. Eso está implícito en su definición. No hace falta ningún turrito desarrollista o neoliberal para reuunir esas tareas. Caso contrario, Hadad para los oscuros intereses, Galasso para la tribuna ideológica y adentro y afuera todos mezclados en Internet.

Fede Vázquez dijo...

maia: mmm no sé. A ver, por supuesto que suscribo que no hay UNA clase media, como no hay ninguna clase en estado puro (tal vez menos aún la "media", etc)
ahora, la idea de una separación en medios claramente "ideológicos", otros de intereses, otros de...me suena idealista,pero de un idealismo que no apoyaría. ¿Por qué? Porque está bueno que los medios tengan alguna potencia para impulsar agenda. El problema, como decía más arriba, es de dimensiones. Clarín se pasó de la raya, podía/puede condicionar rumbos a gobiernos democráticos y eso es un zarpe. Pero un escalón abajo, la cosa cambia. Al igual que en otros espacios, la democracía burguesa precisa de lugares que mantengan cierto halo de "medio", de lugar dónde la disputa tenga su resonancia y representación. Forzando a penas las cosas: los medios como pequeñas ágoras de debate parlamentario. Bajando a la tierra: Clarín te ponía una columna de opinión de Funes la Rioja (UIA) y al lado una de Recalde, por decir cualquier ejemplo rápido. Eso tiene un valor, un valor democrático. Que su interés último -magneto, magneto- se haya "desnudado" en este tiempo de lucha K, se justifica (al menos para mi) si se logra la redimensión del multimedio. Pero tendría cuidado en que el resultado no sea la reconfiguración del grupo con otros negocios, y a la vez el diario perdiera para siempre sus multiplicidad de voces. Porque, no jodamos, es mejor que alguien como Recalde pueda debatir desde un diario con cientos de miles de tiradas y millones de usuarios de internet y no en el canal de tv de la CGT.
Saludos grandes para usted.

Diego dijo...

Claro, el asunto pasa por un punto que literalmente no lo maneja nadie y que Fede Vazquez lo acaba de representar muy bien con el último ejemplo que dio acá arriba. El canal de la CGT no "superaría" en ningún sentido imaginable al Clarín que conocimos. Y tampoco lo hacen los escraches en la Feria del Libro, la ironía de Sandra Russo en 6,7,8, los juicios a periodistas en Plaza de Mayo hechos por Hebe de Bonafini, etc., todas esas jabalinas cayeron muy atrás de lo que esta sociedad estaba acostumbrado a ver clavado "la discursividad política" por ese medallista que era Clarín. Por eso este gobierno cae mal, porque cae violento, porque Clarín puede caer pero la marca olímpica que puso con la bandera argentina flameando al costado no va a ser fácil de ser borrada: Puede caer el diario Clarín en tanto tal, pero va a quedar un pueblo que no se va a conformar con menos democracia que esos debates entre Funes de Rioja contra Recalde; nada de un patrioterito siglo XXI que decida qué es justo y qué es necesario. Clarín ya nos vacunó a los argentinos contra el chavismo, repito, por más que Clarín deje de salir cada mañana. Y esto me da la sensación de que el gobierno no lo entiende, por eso con medidas de gobierno en general buenas hace convivir una política comunicacional pésima. Deben tener sus motivos, pero bueno, el problema está.

Saludos

Luz dijo...

Qué buen análisis!
Lo voy a repartir y recomendar

Comparto absolutamente que Clarín comienza a caer en 2001, y quedó expuesto en demasía con Kosteki y Santillán.
Ya se le habían perdonado unas cuantas, y no habían recibido las críticas merecidas.
De ahí hasta hoy, lo único que hizo fue seguir mostrando más y más hilachas.

Hace muchísimos años que sabemos las oscuridades de Papel Prensa y de los hijos de desaparecidos apropiados por Ernestina de Noble.
Sin embargo, hasta el enfrentamiento con el gobierno de Cristina, "campo" mediante, eran temas tabú.
Nadie se atrevía a desafiar a Clarín. Y como dice uno de los comentarios, "el éxito de Clarín consistía en que no se hable de Clarín"

El final estaba anunciado, la decadencia (que comienza en 2001) precede indefectiblemente a la caída del imperio.

Yo no tengo dudas que se caen. De hecho creo que ya están caídos, manoteando el aire, tratando de defenderse, sin lograrlo.
Demasiadas contradicciones a las que obligan a la trouppe. Demasiado hipócrita la posición respecto a los DDHH (¿qué van a hacer ahora con Hebe?). Demasiado evidente la defensa de los intereses económicos del Grupo. ¡Qué manera de rifar el prestigio algunos grandes periodistas! eh?

Seguirá saliendo el diario, tendrá cada vez menos lectores, TN será cada vez menos visto. Algunos de sus periodistas estrella, serán abucheados e insultados por la calle, lo que traerá nuevas paranoias. El éxodo de periodistas será evidente en breve, cuando se les pase el último ataque de histeria por el afiche.

La Nación ya se despegó de Clarín en Papel Prensa... porque una cosa son los negocios y otra muy diferente es que te arrastren al fondo de la zanja.

Ya nada será igual ¡por suerte! Y no entiendo bien tu cuestionamiento de si este final vale la pena. Cómo no va a valer la pena sacarse de encima semejante pulpo?

Con qué se reemplaza? Andá a saber! Será una construcción, no libre de errores y porquerías diversas. Saldrá algún Clarín reciclado, que se llamará Trompetín y calmará los sensibles estómagos clasemedieros goriloides, (aunque autodenominados progre) que se angustian de ver contenta a la negrada.
No creo que pueda ser peor.

maiakovski dijo...

Estar en una sociedad no chavista es estar en un sociedad con cierta complejidad donde no hay un 80% de indigentes y un 20& que goza descaradamente de las regalías de un recurso natural. Que A>rgentina no pueda ser chavista es un logra de las elites y el pueblo desde 1880. Todos esos gobiernos, todas esas capas históricas de la sociedad, con contradicciones, errores y crímenes, crearon el valor de una sociedad básicamente igualitaria, no descaradamente racista, laica, democrática, lanzada en un camino de progreso material y cultural. No estoy describiendo la realidad histórica realemnete efectiva durante esos 120 años, estoy hablando de los vcalores contitutivos que hacen a un país. Esos valores contitutivos los levanta como bandera, desde la fundación de la UCR, una clase media. Que de esto queden pocos rastros y sea común hablar desde el racismo, la ignorancia y la xenofobia por parte de sectores de esa clase media y también populares es, sí, responsabilidad de Clarín y un estilo de periodismo que el medio levantó.
En ese contexto Funes de Rioja y Recalde uno al lado del otro con el mismo espacio es solo superficialmente equitativo y no es para nada periodismo serio. Si todo el medio, más allá de esa nota, construye un ideario donde los intereses de la UIA comn respecto a los sindicatos equivale a "modernidad y progreso" y la CGT es permanentemente demonizada, no es que Clarín le haya dado a Recalde la oportunidad de que sus ideas lleguen a millones de lectores: Recalde hace el papel de mu8ñequito de la torta democrática en la fiesta excluyente. No estoy diciendo nada nuevo, así se sabe que funciona la llamada "imparcialidad periodística" en todos los medios del mundo. Y lo que Internet pone en cuestión es el mismo concepto de medio masivo, de medio que se dirige a las "masas", las masas conformistas y pasivas, se entiende. El público está cada vez más segmentado, las nuevas tecnologías de comunicación son aviones frente a diligencias demasiado comprometidas con un estadio anterior de las formas de intercambiar información en una sociedad moderna. Esto también es mundial y no depende de la puja con un gobierno de algún signo progresista. Entonces, Fede, desde el realismo más puro , te vuelvo a insistir en que no: no hace falta un (1) medio que sirve de "medio", de colchón, de representración de la argentinidad desde los cielos. Y no por razones políticas, no porque a mí no me guste, sino qporque esa clase de periodismo con esa función, se ha demostrado hasta el hartazgo, es malo y mentiroso en su mismo concepto. Entonces, para mí nos acercamos cada vez más a una miríada de medios dirigidos a nichos específicos de consumo cultural y el apepl de sintetizador de la primera versión de la historia quedaría, naturalmente, en medios que nunca llegarían a tener el tamaño de Clarín o Time Warner, que representarían ideologías concretas o intereses facciosos también concretos, cuya inrínseca maldad y parcialidad se vería, si todo sale bien, neutrañlizda por el espíritu de denuncia de otros medios. Es inevitable, digo, pasar por una etapa de anarquismo mediático militante.

Unknown dijo...

Sí, igual no se cuestione la necesidad de que un medio deba servir de representación, de suplente, sino efectivamente qué vamos a dejar que crezca en el hueco de Clarín. Que no estemos en una sociedad chavista en parte explica por qué esta pregunta se demora tanto; inclusive en sectores reaccionarios o liberales, me cuesta entender que le sigan dando cámara a Giudici o Estenssoro en lugar de armar una estretegia seria que de cuenta de esto: qué vamos a constuir o dejar construir sobre el agujero de Clarín, qué monolito vamos a levantar sobre el ground zero del Gran Diario Argentino. Supongo que ahí está la reserva de poder de Clarín. Venezuela es un pais que no tuvo ley de medios, allá estos debates se dieron necesariamente. Argentina, en cambio y por fortuna, quiere bajar a los medios de comunicación con un tanque de la democracia: una ley y una agrupación candidata al Premio Nobel de la Paz. Hace pocos días, como todos saben, Chávez sacó su cuenta de Twitter. No en Venezuela, donde no investigué, sino en un muy reconocido blog de tecnologia transmitido principalmente desde España, se preguntaban si esto no era una estrategia de dominación, de infiltración con vistas a callar al enemigo -por supuesto la verba del Comandante tampoco ayudó, pero bueno, él preside una sociedad chavista- En estos ámbitos no se habla de redes sociales, web 2.0 o API's de mensajería instantánea, no: se habla de "medios ciudadanos" una alegoría que señala el rol organizativo que suelen tener estas aplicaciones en sociedades "amordazadas" comunicacionalmente como Irán, Rusia o Venezuela. Pero lo que muchas veces dejamos pasar por la euforia de la horizontalidad ("el boom de la comunicación horizontal") es el clásico transcartón de la verticalidad: sólo por poner un ejemplo algunas de las marchas anti Chavez organizadas fuera de Venezuela están azuzadas por personas como Martín Varsavsky, entrepreneur argentino, responsable del mamarracho educ.ar y un liberal indómito que en su blog equipara el miedo setentista por un familiar desaparecido a la desaparición de una notebook a la salida del aeropuerto de Ezeiza veinte años después y todo esto con la sempiterna dificultad de "invertir" en Sudamérica. Un verdadero turrín desarrollista. No hay horizontalidad como hace diez años descubrimos que no había autonomía. Por lo menos de mi lado, es ahí donde entra la pregunta de qué va a venir después de Clarín, una pregunta tal vez demasiado racional en tiempos de guerra. Que se concrete el último párrafo de Maia -mi deseo- es adónde debería ir la Ley de Medios y la guerra prolongada. Más aún en una época donde desde los titulares sí se quiere vender que vivimos en una sociedad chavista y se golpea con tanta furia, desde una campaña canalla, a los blogs.

Diego dijo...

Justamente anoche, en el canal Encuentro, vi el final de un capítulo de la segunda entrega de las clases de José Pablo. Estaba hablando sobre La fiesta del monstruo, sí, el famoso cuento escrito por Borges y Bioy en colaboración y firmado con el nombre de Bustos Domecq. Lo relacionaba con La cautiva de Esteban Echeverría y algún otro relato que ahora se me escapa porque al capítulo como les decía lo agarré empezado, además de que mis capacidades memoriosas andan deterioradas. El asunto es otra vez civilización y barbarie y el objeto la Argentina. Pero si yo vuelvo a traer a José Pablo es porque se merece una reivindicación. Búsquenlo en Youtube.com, que seguro que ya están, que las frases conclusivas de José Pablo realmente valen la pena a pesar y por su simpleza; realmente que de su boca salgan esas palabras en éste contexto argentino que estamos viviendo, es una gran cosa. Dice algo así como que desde unitarios y federales los argentinos nos hemos pasado la vida viendo al otro como un salvaje y esa mirada justificaba todo el encarnizamiento propio. Por supuesto, los que tenían la palabra al final terminaron siendo los más bestias en el plano real, pero esto no implica que el dibujo exista así con buenos y malos puros; romper esta pureza es la cuestión.
También leía el artículo que firmó hoy DiTella en Perfil, ese sobre los dos bloques que se estarían formando en Argentina así como en los otros países de Sudamérica, Brasil, Uruguay, Chile, principalmente. Claro, el peronismo entero no podría estar en un mismo bloque. No lo dice, pero esa tendría que ser la principal transformación política de los próximos años. Para un lado lo que quede del kirchnerismo y para otro De Narváez con Reutemann y Solá, que sería una centro derecha popular. Pero lo que veo jodido es que el post kirchnerismo sea popular. Porque el peronismo de hoy es popular con la base de la cultura del apriete, de la barra brava, de Moreno y de ahí no te nace un Lula, no. Van a tener que meter a unos gorditos en cana, y sentar a una nueva generación presentable en el trono. El Pata Medina en cárcel común, a ver si tienen huevos. Prefiero 50 de esos en lugar de viejos de 90 años con jubilaciones de 4 cifras en deptos de 3 ambientes. Porque Recalde, que formalmente es un técnico, un abogado, simbólicamente es una figura presentable en los medios, alguien que puede sostener posiciones sin contradecirse o sin que le puedan tirar caños retóricos ante cualquier argumento que no implique un negocio personal. La CGT no representa a nadie, “no puede” representar a nadie así como está, ese es el problema.
Qué todo esto suene tan lejano habla de que a lo mejor, extirpando Clarín de éste modo (tomando a los periodistas como tumores) están operando en tiempo y o lugar equivocado.

Saludos

maiakovski dijo...

Yo no sé si el lado "popular del kirchnerismo está solo representado por las patotas que prohíja Moreno o si el Pata Meina tiene que cumplir su destino de clase y terminar en una cárcel común, como decenas de miles de Patas Medinas cuyas sentencias no han hecho esta sociedad más justa, precisamente. Prefiero a un Magnetto juzgado, con su tumor en la garganta, por complicidad con crímenes aberrantes en el caso de Papel Prensa. Quiero decir: no veo ni la urgencia ni la bondad de apaciguar a los sectores sociales que se encrespan con el discurso de Clarín (a la medida del discurso de Clarín) con medidas parciales que no serán computadas como éxitos propios sino ajenos. No és esa la estrategia que tomó el gobierno después del 28 de junio y a menos de un año de eso los resultados le dan la razón: Kirchner va primero en intención de voto. Que las patotas de Moreno nos creen dificultades en nuestras discusiones con nuestros vecinos es un problema menor que se soluciona con labia.

Diego dijo...

Entonces te resignás a criar una izquierda oligofrénica y con la posibilidad siempre latente que se te "menemice" en cualquier momento, es decir, que todo el peronismo se te bandee para la derecha abajo de Macri (si ya estuvo abajo de Menem y de Lorenzo, qué problema van a tener en ir atrás de Palermo y Riquelme ahora que se amigaron!) y que Kirchner se quede con las hectáreas de la Patagonia, Hebe puteando a todo el mundo, Carta Abierta y algunos más. Mientras por supuesto la izquierda tradicional se abre orgullosa de sí misma y avergonzada de alguna vez haber metido una boleta que tuviera una letra K inscripta en mayúscula. (Ya me imagino el retorno canoso de Luisito Zamora...)
La urgencia está en que vas a tener que salir a vender una izquierda que afana a 4 manos de modo estructural y que hace política de un modo punteril que ciertamente podría ser mejor. Y desde ahí le venís a pedir a "la gente" que sacrifique su cultura, es decir, le decís a la gente que elija entre el gobierno, que es el popular y Clarín, que es su cultura. La gente tiene que sacrificar su cultura para que de última a ellos les termine yendo mejor, pero los mediadores, es decir los gobernantes no largan su cultura, es decir, los 70s, y ni siquiera dejan de afanar, entonces es como muy grande el pedido. ¿Se entiende? Es muy poco guevarista el kirchnerismo: Son los últimos sacrificados: son los primeros beneficiados, en lo material y en lo simbólico, y desde ahí, con la panza llena, quieren ser de izquierda... Es mucho.

Lo que realmente no me queda claro, es cuándo un dirigente sindical importante ha ido a una cárcel de la democracia después de un juicio, por lo que se ha afanado, que lo sabe todo el mundo.


Saludos

P.D.: Entiendo tu bronca, pero con Magnetto preso 20 años, éste país sigue siendo más o menos el mismo. Para que nazca un Lula a la Argentina le faltan ciertas genéticas que no se resuelven metiendo preso a un empresario mediático al que no se le conoce la cara. El problema genético argentino es que nadie al que se le conozca la cara hoy en día puede jugar de Lula en éste país. El trabajo está degenerado, y sé que esto te está sonando horrible, pero bueno, acordate de Lorenzo y de Ubaldini, qué queres. Preocuparse por Clarín, cómo si estuviesen desayunando leyendo Dialéctica de la ilustración... El problema es aquel todavía; Clarín como dijo Fede pone dos columnas, la Argentina todavía convive con lo peor del peronismo. Clarín todavía sigue siendo un lujo. Por eso, le pegan desde 678 y qué se yo... No era la forma de demostrar que ese diario era un monopolio.

maiakovski dijo...

Diego, no sé a qué te referís con "izqwuierda oligofrénica" y no entiendo por qué querés a Moyano preso por corrupción y a la "cultura" clarinesca de la clase media intacta. Acá hay un malentendido: yo no quiero a un Lula en la Argentina y además, segun los dfiarios conservadores de Brasil, el PT también está fanando a cuatro manos, querido. Yo no quiero a un Lula en la Argentina de la misma manera que no quiero ser Batman: es demasiado imposible, debido a que el Lula que imagina la CTA es una ficción y el Lula real está con Kirchner y se opone a intereses mediáticos anáslogos a Clarín. Segundo punto: yo no le "pido" a la clase media, como se pide una moneda para la birra, que abandone su cultura. Yo digo que la clase media argentina formateada por Clar´ñin están en proceso de dejar de existir, lo quiera o no, lo pidamos yo, y que el sindicalismo que según vos no representa a nadie no va adesaparecer, corrupto, pesado y sucio como es porque alguien se tienen que sentar entre el Estado y los empresarios para discutir el reparto de la torta y los que están más preparados para eso son, le gute o no a los troskos y la CTA, los horribilísimos miembros de la horrible CGT. Gráficamente: acá no estamos cambiando figuritas, el krichnerismo no está sentado a una mesa con el aura teologócia de la clase media (que por otra parte, ya que hablamos de representación, no tiene un solo representante que puede durar más de una elección) diciéndole: yo te doy la cabeza de Moyano y vos me das la cabeza de Magnetto. Esa negociación es impensable, sólo existe en tu teatro de sombras mental. Lo que vemos diariamente es que el gobierno efectivamente está destruyendo a Clarín y que el sindicalismo peronista gana posiciones en la puja estruictamente económica, en la consecución de demandas económicas para sus afiliados. No tiene sentido esperar a un Lula porque se puede hacer perfectamnente en Argentina el trabajo de Lula sin un clon nacional de Lula y eso el Lula real lo sabe perfectamente, como indica la historia de estos últimos 7 años. ¿Se entendió?

maiakovski dijo...

Sé más preciso, además, por favor, Diego si usás conceptos como "lo peor del peronismo: ¿qué es lo peor del peronismo, hoy, con lo que la Argentina (creo que te referís a la Argentina no peronista, un viejo sueño que a veces tyoma algo, no mucho, de cuerpo)) tiene que convivir? ¿Moyano o Barrionuevo? ¿Das Neves o Capitanich? ¿Los intendentes del Gran Buenos Aires que jugaron para Kirchner o los que jugaron para De Narváez? Y una vez definido lo peor del peronismo, ¿por qué carajo la Argentina no podría convivir con él? Los liberales norteamericanos conviven con lo más recalcitrante del partido republicano y los socialistas españoles conviven con políticos a quienes basta rascarles el maquillaje para encontar a un franquista cerril. ¿Esos es mejor que convivir con "lo peor del peronismo", tipos que lo sumo tiran unos tiritos y afanan un poco, mucho menos de lo que afanaron Magnetto y Frigerio, y no estoy personalizando sólo en ellos? La opinión antisindical, que es la que vos expresás con tu deseo de ver a un sindicalista preso por ladrón (Zanola está en eso, por otra parte, porque cruzó el límite implícito), mezcla pelúclas borrososas del sindicalismo combativo de los 70, miedo ante los matones de la UOM de los 70 y fotos de las casas de dirigentes sindicales periódicamente expuestas durante los últimos veinticinco años en una mélange que no lleva a nada y que no refleja lo que es la verdadera vida sindical en este momento.

Caíto dijo...

Entro luego de leer todos los comentarios y el post, claro. Diego en la postdata, decís que clarín todavía es un lujo? digo, te referís a algo edilicio, la redacción, no sé, tiene buen aire,creo que venías derrapando y pegaste feo en el guard rail y que de vuelta al camino el amigo maia te pasa impecable por izquierda como corresponde. Excelente el post, un lujo.

Diego dijo...

Voy a tratar de ser todo lo preciso que pueda: Si uso la expresión “lo peor del peronismo” dicha así no más, es porque no me limito a temporalidades, me refiero a desde que a Perón se le ocurrió hacer política hasta ahora, de lo contrario lo hubiese especificado. Y eso que está en el podio demoníaco, como diría Lucho Avilés, es eso que no le declaró la guerra al Eje hasta bien terminada la guerra. Esa simpatía vedada por el autoritarismo. Eso que en otro contexto te caga a tiros en Ezeiza o te manda a la barra brava de Nueva Chicago a la Feria del Libro. IT está aún con nosotros, por eso Clarín “es un lujo”. Y si se me permite, eso mismo es 678 en la Televisión pública, eso mismo que no tuvo la generosidad de sentar a un Jorge Lanata en esa mesa para que diga lo que se le canten las pelotas dejando en ridícula a Sandruchi Russo día por medio. Pero no. Nosotros somos los buenos, tenemos el Estado y la Razón. Contra eso Clarín es una bocanada de aire. Lo que haga Magnetto en un quinto subsuelo no jode tanto como una cadena nacional monocorde. La intensión es buena, la táctica es mala.
La Argentina puede perfectamente convivir con lo peor del peronismo, así como lo viene haciendo. Lo que no puede es ser más o menos de izquierda con lo peor del peronismo en el poder. Entonces, si querés ser de izquierda, y a su vez querés que gobierne el peronismo o una alianza que lo contenga, todo lo que esté infectado, debe ser cortarlo de cuajo. Y sí, todo eso es una urgencia anterior a pelear contra Clarín, que es de centro. Lo peor del peronismo es bien de derecha. ¿Se entendió? Porque a lo mejor terminás cortando el centro y te quedás con una derecha bien marcada. Cortás todo canal de diálogo, las dos columnas de las que hablaba Fede.
Los liberales norteamericanos conviven con los racistas republicanos, pero están en contra de los proyectos que presentan en el Congreso, de ese modo evitan la locura personal y la chantada para con los votantes, que saben lo que están votando. El peronismo así como está hoy, es ideal para que lo conduzca alguien tipo Reutemann; por eso a mí me caía bien el esquema que vislumbraba ayer en Perfil Torcuato DiTella con esos dos frentes, el kirchnerismo integrando lo que sería el frente más a la izquierda y el peronismo federal junto con De Narváez y el Pro el que esté más a la derecha, todos conviviendo lo más campante, saludándose en cada esquina, ¿what’s a problema? El problema es que ese frente de izquierda para no vender buzones y poder dormir tranquilo de que no va a ser traicionado por “lo popular” del peronismo que hoy le dio los votos al kirchnerismo, ayer al duhaldismo y antes de ayer al menemismo pero que siempre quiso votar al peronismo, debería ir con la CTA, con Carta Abierta y con la comunidad blogger, que son la izquierda peronista, porque ni en la CGT ni en los intendentes se puede confiar, es gente que ya cambió de bando dos o tres veces. En el fondo ni en Kirchner se puede confiar, es un gobernador peronista… A mí todavía me sorprende el efecto cómo dura a pesar de todo… Por eso necesitan conseguir un líder que alguna vez haya laburado y ahí la izquierda va a poder tener las cosas más claras. De lo contrario, podés conseguir provisoriamente los resultados que consiguió Lula (¿dónde están las fábricas que no las veo?), pero nuevamente, el problema es el tiempo: todo es más precario. La división CGT – CTA me parece que no responde a proyecto de país alguno sino a proyectos de poder personales, y eso es chiquitaje.

Saludos

bueno, bueno... dijo...

Apoyo lo que dice Maiakovski. Este no es momento de andar conteniendo a las bases que trinan contra Magnetto. Me parece que atrás de algunas preguntas inteligentísimas y preocupadas sobre lo que vendrá después de Clarín solamente está el miedo a responder "nosotros", o sea: los diez millones de blogueros, comentaristas y lectores del país, con excelentes emprendimientos segmentados. Si hay una dinámica de peronización, kirchnerización o chavización de ciertos sectores de la clase media, lo único razonable es empujarla para que llegue a las nubes.

maiakovski dijo...

Diego, lo que pasa es que vos identificás el filonazismo del GOU (compartido por buena parte del partido conservador), en un salto temporal tenerario, con cuatro sillazos en la feria del libro. eso es una desproporción ridícula producida por una visión esencialista del proceso histórico, donde el peronismo arrastraría un pecado original que se manifiesta a cada rato en diversas encarnaciones. Y yo creo que la historia es una serie coherente de discontinuidad. Tampoco creo que lo peor del peronismo es la derecha y Clarín se de centro, sea lo que sea el centro: un diario que creció gracias a la tortura y a la estafa (adquisición de Papel prensa) y que es un monopolia es claramente de derecha, mucho más de derecha que la barra de Nueva Chicago, que simplemente son lúmpenes. Te repito: la imagen de imparcialidad y moderación que construyó Clarín desd eel retorno de la democracia, es eso, una imagen, la realidad es otra cosa. Clarín, confrontado con una verdera política de transformación, revela lo que es: la derecha, no la derecha nazi, sino la derecha argentina, la de siempre. Sin embargo, en algo te tengo que dar la derecha: el peronismo se debe una interna depuradora, como bien dice Di Tella, y su derecha actual, que es neoliberal y no fascistoide, tiene que marchar separada de los tipos que piensan como nosotros. Bueno: en agosto del año que viene hay internas, ahí se verá.

Fede Vázquez dijo...

Uy, como se puso el debate.
Como diría Juan Pablo II en las dos posturas hay "semillas de verdad".
Digo: el gobierno puso 5ta contra Clarín, ok. La dialéctica de la confrontación se materializó en una Ley. En buena hora. Pero no perdamos de vista algo, el precio que se paga. ¿Cuál es ese precio? Enajenarse a los lectores de Clarín. Que no son sólo los lectores físicos del diario que se compra en el kiosko, sino los millones de oyentes de radio y de tele que consumen la agenda mediática del grupo. Para nosotros, es el gobierno contra un grupo empresario. Pero esa es una lectura de elite. Para la inmensa mayoría es el gobierno contra los periodistas. En ese sentido Clarín es un "medio", porque vino representando a esos millones de tipos todos los días durante muchos años. Tenemos que ser respetuosos de esa representación, no de Magnetto. En los panelistas de 678 está habiendo una confusión grande: insisten en que la repercusión del programa implica que "la gente se está dando cuenta". Yo creo en cambio, que el gran efecto fue darle voz a los que ya pensábamos así, o al menos estábamos cerca (el voto pino, y no más). Pero no roza -al igual que las otras formas de comunicación alternativa- la construcción de sentido general. En lo que hay que romperse la cabeza es en pensar cómo recuperar a esos lectores/votantes. Mi sueño: el día que la Corte de luz verde a la Ley, ese día, el gobierno debe cerrar el tema. Borrar el disco duro de los zócalos malditos, las opiniones destituyentes y las operaciones. Cristina en reportaje íntimo con Silvestre y Bonelli. 678 transformado en un programa de debate político con Russo y Barone entrevistando a todos (los buenos y los malos). Eso y la victoria es casi lo mismo.

ahora yo digo dijo...

ponele que cae. Chau Clarín, empieza una era dorada de multiplicaidad de voces. Joya.

Pregunto: a dónde vamos nosotros, los que estamos a la derecha del Estado? Nosotros los entusiastas que van a manifestaciones donde la policía no es de temer?

Será la caída de Clarín el punto en el que retomamos un camino de distanciamiento con el Estado? Se puede ser "de izquierda/progre/popular/sensibleparaconlosmáshumildes" sin reconocer los peligros del Estado?

Antes, en situación de total precariedad, arrasados, la única oposición al Estado era el Capital hecho pantallas. Y ahora quién se le animará?

Pregunto nomás, ojalá que nada de esto que digo tenga valor, pero también tenemos que tener un costado líberal. Enfásis en esa tilde en la "í".

Hasta cuando sr ministro la policía será tan amigable en las movilizaciones? estamos harrrrtossssss

Saludos!

maiakovski dijo...

Fede, yo no justiprecio el costo de la pelea con Clarín como vos. No creo que n678 y Víctor Hugo Morales y Alejandro Dolina no hayan siquiera rozado el sentido común general. Se comenta en el ambiente periodístico que las ventas del diario bajaron un veinte por ciento. Más o menos lo mismo que lo que subió la intención de voto de Néstor. Clarín y su famsoso, hierático, temible sentido común son , en mi opinión , un tigre de papel. Basta calzarlos con la verdad histórica y con la lógica para que se empiecen a caer. Porque la gente de Clarín cree mentiras si sólo hay a su alrededor mentiras. Si empiezan a aparecer verdades por todos lados, los únicos que prefieren mentiras son los tontos. Y en ningún páis del mundo, según la fórmula de Hobbes, son todos tontos.

maiakovski dijo...

Lo contrario es eguir comiéndose los magues del grupo y el albertismo comunicacional: no tiremos de la cola del tigre, porque...La realidad es que Clarín siempre te pone, a la larga o a la corta. Entonces el combate contra el grupo era inevitable. No podés seguir aceptando que te extorsionen con "la gente", "el sentido común" y otras zarandajas que jamás han asustado a un peronista auténtico. El General ganó en el 45 con todo el sentido común mediático en contra y en el gobierrno implementó una politica comunicacional m,asiva, durísima y autoritaria para contrarrestarlo. Eso es anajenarse a la clase media que consume a esos medios, no 678. Hay gente que consumió años Clarín, TN y canal 13 que hoy ha abandonado su creencia en la veracidad de esos medios. Conozco a varios personalmente. Para eresolver nuestro disenso, hay que hacer una encuesta. Que no la haga Artemio López, por favor.