viernes, julio 30, 2010

Pianelli, según Schmidt

Eso sí, cuando Pianelli sonríe, parece un chico acariciando un perro por primera vez y todo se compensa. Y es exactamente así como llegó al fin del año 2009, con el estilo me cago en la elegancia en su punto más alto y con una sonrisa que nacía en la nuca y volvía a la nuca tras el gran triunfo de los delegados del subte que obtuvieron, mediante un acta firmada con el gobierno nacional, legitimidad para mantener discusiones salariales pese a haber sido electos por fuera de los procedimientos de la UTA, que es el gremio histórico de los trabajadores del transporte automotor y del subterráneo de Buenos Aires. El mismísimo ministro de Trabajo Carlos Tomada, el de la barba candado, les dijo a los delegados del subte: muchachos, ustedes ganaron.

9 comentarios:

Diego dijo...

Casi todo el tiempo esos mecanismos de legitimidad parecen increíbles, ¿hasta cuándo?

Anónimo dijo...

???????

maiakovski dijo...

Diego cree en la verosimilitud televisiva. Diego cree en un estado capitalista ideal donde la clase media porteña viaje tranquila en subte a sus laburos de mierda con el consuelo de que los que los transportan son aún más miserables que ellos. Diego defiende los 90. Que Diego se deje de hinchar las eplotas y qué se fije qué mecanismo de legitimidad defiende él.

Diego dijo...

Maia,

Unas cositas nada más:

Te aseguro que no me consuela ni medio sanguche que alguien gane menos que yo o que labure en peores condiciones.
Los 90's siempre me parecieron patéticos desde el mismo día que ganó Menem hasta ahora. Ese gobierno me pareció el peor de esta joven democracia argentina que tenemos y que tenemos que cuidar.
Tampoco me consuela vivir cuentitos hechos realidad fuera de la masa social; esos cuentitos a los libros. Eso quiero. Encuentro contradicciones entre la militancia del subte y la gente que lo usa todos los días como medio de transporte para ir a sus laburos en pésimas condiciones. Si la militancia no se amiga con los cagados de calor que resoplan adentro, el asunto no cierra, por más que se ganen esta parada y por hay también la que viene.

Saludos

Diego dijo...

De todos modos, la frase que yo había puesto no quería decir que los trabajadores del subte debían ajustarse a los reclamos más reaccionarios de la parte mediática, como por ahí se entiende del comentario de Maia, no. Sino que el ajuste, el entendimiento, debiera ser de las dos partes, porque ahí, en el subte, hay un cortocircuito hace rato. Las dos partes tienen cosas para mejorar. Pero el nivel de discruso del gremialismo del subte, es el de un pedir a lo loco típico del trotskismo universitario y eso no comulga con el orden del discurso social por el que está atravesando la sociedad en el siglo XXI. O sea, la cuestión no pasa porque los subtes sean copados por la UTA, sino porque el reclamo amplio sea abarcado por un tono articulable en la superficie de la calle.

Diego dijo...

El más cercano a esto es Pino Solanas que a fines del año pasado juntó varios miles de votos ahí arriba de las estaciones de subte hablando de los trenes, que es algo bastante parecido a los subtes; unos van por arriba y otros por abajo de la tierra pero la idea es la misma.

maiakovski dijo...

Diego, te juro que el estado en que se viaja en los trenes metropolitanos no es ni de lejos tan malo como el de lksos subtes, que son, comparados con colectivos y trenes, un lujo. En cuanto a tu bienintencionada idea de que se llegue a un entendimiento entre usuarios y trabajadores, en la mismo está la respuesta: "luchá, boluda, luchá". Porque sentados a una mesa de diálogo, con un improbable representante de los usuarios y otro de los trabajadores, no va a haber ningún terreno común entre un usuario que va a pedir viajar como en Londres y un trabajador que quiere mejores condiciones laborales y acude al arma que la constitución le reserva: el paro. Por otro lado, para cambiar las cosas no hace falta unanimidad, no al menos la impensable unanimidad entre una masa amorfa y una organización sindical. Me parece, Diego, que vos tendés a pensar la política desde una forma idealista, unanimista, y lo que es peor, falsamente unanimista. Porque pretendés que todo el mundo retroceda al nivel de "masa cagada de calor", hasta los que han superado ese estado social penoso en la forma del sindicato, el parttido o la organizaciónm social, para a partir de ahí empezar a hablar de cambios. Y a partir de ahí no hay cambio posible, porque una masa cagada de calor no piensa ni actúa, a lo sumo explota, como muestra la nota. eso es lo clarinesco en tu forma de pensar: te manejás con una idea muy limitada de "la gente". esa gente en la que vos pensás no puede ser motor político de nada. Simplemente vota y suma al rating. No es elitismo militonto lo que sostengo, es una simple descripción de la realidad desde el 2001 hasta ahora. Que parte de es amsa cgada de calor, si está dispuesta a escuchar, debe ser interpelada y movilizada y organizada, de acuerdo, pero nunca, porque es imposible, en tanto que "masa cagada de calor". Hay que dividir esa msa, sacar a la luz las diferencias latentes en ella, porque no es lo mismo la abogada administartiva que el pibe que va de Soldati a laburar de lavacopas en una pizzería de Avenida de Mayo. Hay que desunir lo concupiscentemente unido.

Galois dijo...

Bueh, pensé que era otro Diego, pero no. Es el mismo pelotudo que dice que duda de todo.

Eso sí, a la hora de estar en contra de la lucha (y de los paros que conforman esa lucha) de los trabajadores del subte, no duda un carajo.

Ni por casualidad.

Diego dijo...

Blogger me dice que es muy largo lo que es escribí. Tendrán que derivarse si tienen dudas http://dudodetodo.blogspot.com/2010/08/otra-discusion-bajo-tierra.html