lunes, diciembre 31, 2007
domingo, diciembre 30, 2007
miércoles, diciembre 26, 2007
Signo de los tiempos
Jesús habló de reconocer los signos del Cielo y les reprochó que no sabían reconocer los signos de los tiempos.
lunes, diciembre 24, 2007
viernes, diciembre 21, 2007
jueves, diciembre 20, 2007
miércoles, diciembre 19, 2007
19/20 ("descansar en la negligente seguridad simbólica de un fin de la política")
Pero hoy leía esto:
La Pouponniere y G4S Search - Organización de Seguridad Privada quieren conocerte: Te ofrecemos la oportunidad de tomar un curso como guardia de seguridad privada y/o brindarte orientación para que puedas insertarte laboralmente. Si cumplís con los siguientes requisitos que exige la ley, te esperamos en La Pouponniere, Itaquí 2855, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los días 18 y 19 de diciembre, a las 11:00 horas para participar de una entrevista.
* Ser mayor de 21 años.
lunes, diciembre 17, 2007
Todos los cambios de Roma llevan a la dialéctica
viernes, diciembre 14, 2007
Estoy en contra de pensar que todos esos gobiernos fueron idénticos, sólo un fruto podrido del Estado enajenado y el tejido roto que dejó el genocidio militar. El de la Alianza, irrepetiblemente sí fue esta versión lineal de lo que acá llamamos desdeñosamente pragmatismo, pero fue como la fruta madura del menemismo: la forma en que su "batalla cultural" se ganaba, de manera que la Alianza sacó todo lo negro que el menemismo sudaba y... error. Porque la alternativa al menemismo, al populismo neoliberal, terminó rezando en la campaña con los ojos fijos a la cámara que con ellos 1 peso = 1 dólar. Y esa tenaza asfixiante, con todo el peso simbólico incluido que significa pensar que la ruptura es continuidad (cuando la lógica democrática era exactamente la inversa, aunque las acciones no, es decir: con el mandato político de no pensar), terminó con un neoliberalismo blanco y legalista, comido luego por los despojos negros del menemismo, que eran, justamente, la capa de pasta base peronista... Me fui al carajo. Y además, de legalista tuvo todo el margen que el país lo podía ser: terminó siendo un mal coimero.
La sensación térmica en estos primeros días es la siguiente: en abstracto, que un gobierno mas socialdemócrata es como un gobierno que gira un poco mas a la derecha; en concreto, que las metas de formalización e institucionalización sólo serán posibles conservadoramente, es decir, volviendo sobre las estables estructuras burocráticas (políticas, partidarias, sindicales, etc.). El salto de calidad institucional es un salto hacia atrás. Donde sí percibo hoy una mayor predisposición a la innovación es sobre los actores económicos, aunque no sé qué, pero Cristina podría querer ocuparse en cristalizar ese combo de voluntades productivas-financieras-agrarias, éso que asegurará -jura ella- las Políticas de Estado. Amén de cumplir el sueño de que exista burguesía, y de que se rompa la malla conceptual que enfrentó a unos y otros, el doparti: campo vs. industria. Esa dicotomía todos, con mejor y peor leche, dicen que hay que quebrarla. En eso caen como cuando a López Murphy o Macri le hablan de derechas e izquierdas, y dicen "yo soy moderno, no me hablen de las viejas antinomias..." La idea boba que queda en la mente es: el campo no necesita del Estado y el Estado le saca, la industria sí. A Cristina le preocupa ese país. Detrás vendrá Moyano y la "interna sindical", y detrás, mucho mas, vendrá Luis con la saga de la organizaciones sociales, ay, ese canto doloroso.
jueves, diciembre 13, 2007
martes, diciembre 11, 2007
Ni con miles de blogs harás la revolución
domingo, diciembre 09, 2007
Mis venas no terminan en mí, sino en la sangre unánime de los que luchan por la vida, el amor, las cosas, el paisaje y el pan, la poesía de todos.
sábado, diciembre 08, 2007
La tortura es el gran tema del siglo. No, es uno de los grandes temas del siglo que se viene. Y está en el corazón de nuestra reflexión sobre las fuerzas armadas de la Argentina, está en el corazón del debate político norteamericano. Mi pregunta es: ¿existía la posibilidad de que sin el uso sistemático de la tortura, la represión, la "guerra sucia", se llevara a cabo? Es decir: que los militares argentinos "ganaran". No es la muerte, no es el crimen, ni la prisión, es la tortura lo que vuelve decisivo el resultado. El uso de la píldora es una de las prácticas mas emblemáticas, justamente, de uso interno de las organizaciones armadas, para no caer vivo en las manos de eso que era el corazón en llamas de la cosa: el lugar donde se empieza a ver lo oculto. La estructura organizativa, el esqueleto de un "organigrama", era lo que estaba colgado en la sala de torturas. Al lado de una esvástica, sí. Al lado de la foto de Hitler. Sí. Pero la manera de hacer visible a sus ojos esa estructura invisible socialmente, era el motivo, la causa y el fin de la tortura aplicada sobre el cuerpo de cada militante popular y combatiente: quebrar para que cante, que de mas nombres que completen eso, que llenen los huecos de eso que estaba colgado ahí, en esa pared. Después podía haber cosas horribles: un milico se toma dos Uvitas/ se levanta/ se desquita. La tortura, entonces, es el arma de la que no podían desprenderse. Lo que llamaron exceso era lo más sistemático, porque ni la apropiación, ni el asesinato, contaron con ese porcentaje de implacabilidad en el cumplimiento de la práctica. Un viejo veterano, conductor de submarinos húmedos y secos, sabe que lo único de lo que no podrá retroceder si el tiempo vuelve a empezar es del método, pero de ése método, quizás fusilar sí, como lo hizo Franco y pagando hasta un costo en el Vaticano, pero fusilar al preso después de la tortura. Porque matar se mata a uno, dos, tres, identificados, y después qué... Después no sabés a quién matar.
Eso es lo que impuso la invisibilidad de la política represiva de la dictadura. Incluso su disposición extrema a acabar con toda organización social y popular con la misma práctica diseñada fielmente para erradicar a las organizaciones armadas. La invisibilidad: una acción militar producida quién sabe dónde. Casi como ese verde de la pantalla de la tormenta del desierto: el punto máximo de la tecnología militar es la búsqueda de la invisibilidad de la acción, y en eso fuimos vanguardia. EEUU puede tener Guantánamo en la retina del mundo, pero tiene que quemar las pruebas de la tortura que son, no Guantánamo, lo único que asegura cierta eficacia en el combate al terrorismo. La tortura es el arma de destrucción masiva, y de algo mas que el cuerpo del combatiente, es el método para hacer visible a un enemigo cuya estructura es invisible, el puente. En la guerra del mundo la decisión militar de torturar es irreversible.
Por eso, pienso, el honor perdido de ese muro, en ese patio intacto del ejército ganadero. Porque uno no es insensible a la muerte de nadie. Menos a muertes con significación histórica, y menos, mucho menos, al ejercicio de la memoria de los muertos. Pero, Occidente, ha hecho de nuestros ejércitos, eso de lo que no se vuelve con dignidad. La dignidad política de la violencia es su estado público. Y más allá del alambicado o sencillo argumento jurídico que distingue las acciones de la banda de Camps de las del ERP, nunca son lo mismo por: el estado público del ejercicio de la violencia y porque nunca en la guerrilla el "método" fue la tortura. Secuestrar a alguien, tenerlo encerrado, alcanza un umbral de dolor, pero no la dimensión de un método del que dependa mas que una decisión operativa.
jueves, diciembre 06, 2007
Lugo.
miércoles, diciembre 05, 2007
Desde ahí fui testigo involuntario, por ejemplo, del impacto de la rebaja del 13% con que Machinea premió en los primeros seis meses a la base social de la Alianza. Claro, era una medida tan previsible como tenebrosa para el futuro político de ese gobierno, y recuerdo la cantidad de empleados, por ejemplo del Clínicas, que seguramente vivieran en Flores, y que bajaron la venta del yogurt dietético sensiblemente. También desde ahí vi una columna del FREPASO después de la renuncia, marchaban por Pueyrredón, para Congreso, y cantaban esa, esa, volveremos como en el ’73 (todos los que superaban los 50 tenían la cara curtida de la larga marcha de la clase media: desde que Perón echó a la clase media de la plaza).
El kiosco se llamaba “El caramelito”, y la dueña era una infradotada que concurría a la escuela de psicólogos sociales de Alfredo Moffat, que los sábados antes de irse a jugar al tenis a GEBA me hablaba, por ejemplo, de la “técnica de los abrazos” sobre la que había trabajado el viernes con un grupo de bomberos voluntarios. Lo peor, lo peor, fue cuando armó “una cartita” para los chicos que iban al boliche punk que en ese entonces estaba en esa cuadra, explicándoles que no se vendía alcohol pero sí unos combos de pebetes y gaseosa, y la cartita firmaba así: “El caramelito”. Cuando la entregaba, si es que la entregué, me sentía como se debió haber sentido Rafael Bielsa hace dos años, lanzando su candidatura con giros tipo “soy una arandela, un Juancito Caminador” frente a los compañeros del Suterh, Kelly Olmos, UPCN, etc.
Mas de una vez cayó la cana porque se armó un bondi feo y terminé bajando la persiana y escuchando en el piso las corridas, los gritos, etc.
(Todos somos Rabel Bielsa frente a ese espectro, todos somos Rabel Bielsa frente a ese espectro, todos somos Rafael Bielsa frente a ese espectro.)
Si hiciera la lista de poetas que me visitaron en el kiosco, solamente podría confirmar una lógica: la de mi voluntad de consensos a prueba de fuego (Llach, Batilana, Cucurto, Genovese, Carrera, Petrecca, Durand, Viola Fisher, "Negro" Díaz, y alguno que se me escapará).
Pero eran esos largos viernes a la noche, cuando sí vendíamos cerveza, en que hacía amistad cada vez mas con el de seguridad del edificio bajo el cual estaba el kiosco (del mismo consorcio, claro) y que, siendo además el edificio donde la dueña vivía, terminó casi como un empleado más que velaba por nosotros. De hecho la única vez que percibí realmente que me venían a robar, se apareció en la puerta y… (¡y tenía tanta cara de bueno!) no pasó nada. Lo llamaba (lo olvidé completamente) por el apellido. Así fue que me contó su historia, que me fue contando su historia, con pedazos inconexos, sobreentendidos, etc. En el año 1982 ingresó a la policía de la provincia de Buenos Aires. Según su relato, ese año hizo tareas de inteligencia, claro, eran los años de la vuelta, y lo que hacía era ir a un par de unidades básicas, escuchaba, total, lo dijo: era peronista. Después me dijo que estuvo en la Brigada, y que él mismo se pidió la baja porque entró en un cuadro depresivo. Y me dijo que tenía “21 homicidios”, el primero de los cuales se produce a la salida de un banco. Él llamaba homicidios a su cumplimiento del deber, no es que tuviera causas. Le pregunté si había torturado, y me confesó que sí, que se practicaba (y hacía hincapié en que eso se seguía haciendo) el submarino y la picana, que los tipos se le cagaban encima, que actuaban en coordinación con los juzgados y que el tema era que los jueces les exigían declaraciones. Me dijo que nunca le hubiese hecho eso a alguien como yo, porque yo era normal. Me lo contó una noche de mitad de septiembre, fría, y me costó. Es extraño, todos sabemos eso. Como le dijo Videla a María Seoane hace pocos años: en este momento, en alguna comisaría de la provincia de Buenos Aires, se debe estar torturando a alguien. En este momento también. No es lo mismo saberlo, que oírlo de boca del tipo que te cuida un poco las espaldas y con el que te tomás un caldito knorr de espárragos. De qué cosas estamos hechos nosotros para sentir que ese tipo no es un hijo de puta. De relatos. Fuimos amigos. El 31 de diciembre del año 2000 renuncié. No nos vimos mas.
(leo en el Rojas a las 19hs. con la nueva Stanton y el hermano Garamona,
y se presenta el futuro: "las afueras" de paula peyseré en Argañaras 22,
villa crespo. a las 19, Centro Cultural Pachamama, va a ser el libro del año, ya verán)
martes, diciembre 04, 2007
Al mirto y la yerbabuena: abre la muralla
También esto: el error político es hacer votar la baja de la jornada laboral a 6 horas junto a la reelección indefinida (cuando, por lo que leí hoy, Chávez deja el sillón en el año 2012). El error político es hacer votar el rango constitucional del “Poder Popular” junto a la reelección indefinida ("consejos comunales, obreros, estudiantes, campesinos"). El error político es plantear la propiedad privada (perteneciente a personas naturales o jurídicas) bajo algunos parámetros como la posibilidad de expropiación por utilidad pública junto a la reelección indefinida. Así las cosas: la jugada es mezquina, es una extorsión, corre el eje, los ejes, polariza sobre su propia figura en vez de hacerlo sobre el proyecto. Las reelecciones indefinidas, lo indefinido, ah, la eternidad.
lunes, diciembre 03, 2007
sábado, diciembre 01, 2007
100 % lucha
Nadie se acuerda de estos tipos.