lunes, diciembre 17, 2007

Todos los cambios de Roma llevan a la dialéctica


La cantidad de hipótesis que se arman y desarman sobre la supuesta conspiración es directamente proporcional con la distancia que mide hoy a D'Elía con el gobierno. Dar el reportaje a Pefil ya es un gesto inusual, de independencia quizás. Del gobierno, tengo en mente a Bielsa, a Das Neves (un gobernador aliado del sur), como hombres que hicieron el gesto y se sometieron a las preguntas del pequeño liberal ilustrado. (Hay algo: Jorge parece prepararse demasiado para el entrevistado, aunque esta vez no comete la sobreactuación de seudo psicoanalizador que intenta morder la conciencia de tipos que, algunos, bueno, la tienen colgando de un moco, entonces sí con un exceso de teoría, le cita a Luis algo de Marx, claro, alguien que compra un paquete de izquierdas, como hizo con Esteche en esa pieza ejemplar, pero Luis es un hombre que tuvo demasiado tiempo al lado, por ejemplo, a Alcira Argumedo, o sea, es un precursor de eso que ahora se llama "Socialismo del siglo XXI", combo de lecturas suavemente regadas por la espiritualidad arcaica del continente, y toda la saga fulminante: San Martín, Bolívar, Martí... hasta Chávez. D'Elía: oráculo americanista/ pesebre de barro jesuita.) Volviendo, Bielsa siempre se cuidó de ligar su condición de soldado de un proyecto con una lengua vivaracha, fue incompatible su verborragia con la condición soldadesca, y Das Neves es un gobernador exitoso que mas temprano que tarde salió a marcar su predisposición para estar nominado en el 2011. Ambos dos pecan por tener juego propio, en el armado hermético y cerrado del proyecto. Lo que sí creo que merece atención es el dolor por la falta de "estímulos morales" que sufre D'Elía. Hay una sangría negra, síntoma mas acabado que la afirmación de Hal: hace un año que los índices dejaron de ser progresivos. Incompatibilidad de relatos, una mujer que ofrece sus mejores 50 minutos, que no es el mejor cuadro de los últimos 50 años, pero sí el mejor cuadro de los 50 minutos, y que no tiene un solo lugar en su evangelio para... Hay algunos personajes de la Pastoral Social Política (Mendieta!) que se parecen al mejor chiste con trampa que me contaba mi viejo de pendejo: ése en el que el camello decía "si no me chupás un huevo no sigo".

Tá rara la cosa.

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