jueves, abril 20, 2006

Yoko


Está en la pared escrito aún hoy (ni las nieves, ni el granizo, ni la sequía borraron). Estaba escrito que así sea. En una pared del barrio de San Cristóbal, y a unas cuadras de la sede de la UNIÓN FERROVIARIA, estaba escrito su nombre: sin diminutivos, a secas, como la imagen pálida del rodete congelado a un tiempo demasiado escolar, como debía ser su tiempo interno, donde a fuerza de golpes las cosas se podían domesticar, decía: Isabel jefe: leña a los rebeldes.

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