por Tomás Borovinsky (@borovinsky)
La representación es una cuestión de vida o muerte. Hay representantes porque hay división social del trabajo y porque no podemos gobernar y debatir todos juntos. Así no se puede: alguien tiene que laburar. La modernidad es contratar a alguien para que te represente y dicte las leyes y gobierne y te negocie el salario. División social del trabajo y confianza son la claves de toda vida social (post)moderna. No todos podemos, ni queremos, gobernar. Civiles somos todos. Nosotros vivimos nuestra vida porque alguien nos cuida y se lleva la basura y hace todo ese trabajo que no sabemos ni queremos hacer.
Es un lugar común pensar que la Argentina es un país de grandes rupturas. Un péndulo. Bien. Ahora pensemos las continuidades: treinta años de democracia, tres familias, dos partidos políticos. Somos Estados Unidos de Amnesia, en Unión y Libertad: entre la continuidad y la memoria derramada vamos construyendo el país que tenemos. El que se puede construir con lo que hay. Desde 1983 siempre ganaron los mejores: Alfonsín a Luder, Menem a Angelóz, Menem al Frepaso, Kirchner a Menem, CFK al panradicalismo + Lavagna, CFK a la dispersión. La política no es a la carta y se elige entre lo que hay. Siempre ganó el mejor quizás con la excepción de la fatídica elección de 1999. La Alianza fue el hecho progresista del país peronista y entramos al siglo XXI con un Y2K político que nos reventó en la cara en ese 2001 en que entró Duhalde por la ventana-parlamentaria. Duhalde vino a restaurar las leyes y el orden y a salvarnos de nosotros mismos. Orden y progreso (social) sin derechos humanos.
No se puede vivir en estado de asamblea permanente porque hay que producir y decidir. Duhalde nos salvó de nosotros mismos y sentó las bases económicas, políticas y emotivas para que llegara Kirchner y reafirmara el lugar de la autoridad y nos re-colocara una vez más en la senda del país normal. Hoy la verdadera batalla cultural radica en definir qué es un país normal. Kirchner en 2003, Menem en 1989, Perón en 1973: un país normal. Lo mismo para el 2013: CFK, Binner, Scioli, Massa, Insaurralde. El país normal es un sueño eterno.
El peronismo es el modo que tienen los argentinos de insertarse en el mundo. Que una parte importante del legado social y liberal argentino sea de origen peronista es menos místico y más concreto: es una cuestión estadística. El peronismo es el que más gobernó y para mantenerse en el poder modernizó la patria a su modo: un darwinismo social partidario. Una modernización cultural financiada por las arcas del Estado solventado por el comercio mundial (Perón, Kirchner) o por los flujos de capital viajero (Menem). Ayer el trigo y hoy el yuyo. La soja es continuidad: la trajo Perón en un avión Hércules venido de los Estados Unidos setentistas, Menem le dio el giro transgénico y con el kirchnerismo se tradujo en arcas de Estado gracias a las retenciones de Duhalde. Continuidades del país rupturista.
En la vida política democrática no hay sangre derramada. El peronismo es una meritocracia: quien gana se queda con todo porque es el que más representa. A diferencia del progresismo que impone candidatos por portación de nombre o porque sí la política duradera pide a cambio mayor representación. El que produce más poder dura y forja la patria a mediano plazo. Quien dirige lo hace porque cumple representando lo más que puede. Pero hay un límite porque no todos somos representables aunque caigamos sistemáticamente en la ilusión de tener un representante vitalicio permanente. Algo se escapa siempre porque sociedad y Estado no son lo mismo y porque partido y Estado tampoco. Toda sociedad es en el fondo sociedad anónima y esos desfasajes hacen a la volatilidad democrática que nos llena de incertidumbre y libertad. La representación se negocia cada dos años y barajamos y damos de nuevo porque nadie es para siempre y porque siempre tiene que haber alguien que represente los pedazos de la sociedad que nunca van a encarnar del mismo modo. Y así pasa el tiempo. La democracia (liberal) te desdramatiza la vida y la vida es eso que pasa mientras gobierna el peronismo. Representar o perecer es el dilema. Dar es dar. Es la democracia, estúpido.
16 comentarios:
Ah. ¿Y?
un posteo hecho de tuits. y tuits malos, encima
pobre borovinsky se siente culpable por su fiebre asamblearia circa 2002 y ahora lava sus culpas sobreactuando realpolitiks
Muy bueno. Un par de cosas me dejaron pensando.
Ya lo charlaremos.
Abrazo,
Ezequiel
¡gran texto!
Le faltó el (?) al 1 er párrafo
q manera de versear
Increíble pero real. http://plantarevista.blogspot.com.ar/2013/08/critica-del-analista-politico.html No sé si lo habías visto.
"la representación es una cuestión de vida o muerte."
loco dejen de la poesía que estén fumando.
bien por el del post ese, el de damian no se cuanto, todavia no se vio una respuesta, todas chicanas porque se hizo kirchnerista no se cuando y ustedes un ratito antes, no se, cuando terminen de pasarse el kirchnerometro dejen un toque la poesia y fijate si le pueden contestar algo que no sea que es puto pq no es tan kirchnerista como eran ustedes.
Parece un post hegeliano (?), o panglosiano (o algo con ano): el que gana es el mejor entre "lo que hay".
Lo extraño es que no estoy muy en desacuerdo... es más, casi diría que estoy de acuerdo. Me resisto a creer que la segunda presidencia de Menem era la mejor opción.
-"Siempre ganó el mejor quizás con la excepción de la fatídica elección de 1999".
Muy cómico. La elección del '90 no fue fatídica claro, siguiendo ese correlato.
Es mas honesto decir:
-"Detesto a los progres y seguramente es porque tengo una parte mía progre que no quiero reconocer" que semejantes dislates tirados de los pelos.
Darwinismo social pasado por lavandina.
Me quedo con los liberales que se reconocen como tales aunque hay que reconocer que para ganar necesitan disfrazarse de populistas, lo cual es todo muy lindo y eficiente pero dramáticamente caricaturista.
Perdón, fue en 1989 lo de Menem (quintaesencia de lo que expreso).
que sarta de obviedades posmodernas
Por los 90 vivimos el apogeo del neoliberalismo a nivel mundial. La caida del muro, el fin de la historia. El fin de la politica. El neoliberalismo es ante todo la negaciòn de la politica y las ideologìas.
Bajo el dogma neoliberal del libre mercado la sociedad se iba a autoorganizar y los politicos expulsados de la direcciòn del Estado. Los politicos serian reemplazados por tècnicos en el Estado reducido a la menor expresion necesaria.
No hay ideologìas, la sociedad es gestionada por tècnicos La “real politik” elevado a dogma pragmatico, el Estado gestionado por tènicos desde un discurso ùnico cientifico,NO politico, con el que va a obtener el mejor de los resultados posibles
En los 90`la lògica (jactanciosa) del justicialismo postPeron, la logica del "partido de poder" condujo a la brutal reconversion (para el pueblo) de la estructura de la sociedad.
Esa logica, realpolitik al palo, inserta a la sociedad en el mundo neoliberal. El neoliberalismo es el paradigma de la realpolitik.
Hagamos historia.Al honestismo de la alianza y a la realpolitik justicialista se lasrecontracoge de parado el paradigma neoliberal. Neoliberalismo es la realpolitik al palo.
Por eso son mas de lo mismo. Por eso se pegan todos los bichos que se les pegan: olfatean a donde nos va a "insertar" esa logica.
Una acotacion. A Duhalde no lo votò nadie. Duhalde llevò a casi el 60% de la poblacion por debajo de la linea de la pobreza. Y no se fuè en helicoptero pero rajar, rajò igual de que De La rua....
Che el q gana tiene los votos y ademas la razon y la verdad hasta q pierde, es obvio...pero cada cual debe hacer lo q marca el tablero pq sino el q gana a quién le gana? No hay q sacarle el culo a la jeringa ajajaj q hdp , igual esta bien escrito pero conceptualmente es un mangazo no más!! salut!
Que bonito esta gente que cae al peronismo a explicarnos el peronismo. Muchachos dején de tratar de vendernos buzones sobre un peronismo como esqueleto vacío que cualquiera lo viene a llenar montado en la sandez de que se gana o se muere.Mira vos? parece que algunos encontraron el agujero al mate de la política y descubrieron que se hace política para ganar. Y si macho, mira que noticia, pero eso no implica que se la haga desde un no lugar que se pueda vender como un shoping. El peronismo, quieran entenderlo o no, tiene una doctrina, que no será lo sofisticada de la jactancia posmo pero que sabe que el inodoro va en el baño y los platos en la mesa a la hora del almuerzo
Torta Frita:
-el intelectual te dice que la torta frita es rica.
-el chef te la hace y te la vende.
-el comunis people, hace una vaca para comprar harina y no llegan ni al almacén.
-el peronista, mientras te hace la torta frita, le dice a otro que haga el mate, al otro que charle de algo, al otro que haga lo que quiera y al final, todos comen la torta, todos hicieron algo, todos están felices.
Saludos.
julio.
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