Diego Sánchez ("Gonzo", @diegoese) hizo el circuito papal y lo cuenta este domingo en Ni a Palos. Aquí un adelanto:
"El siguiente destino es la escuela “Cnel. Ing. Pedro Antonio Cerviño”. Allí el pequeño Jorge cursó sus estudios primarios. Javier (el guía) nos lleva cuatro cuadras por la calle Pedernera, y tras pasar la mítica heladería Palmeiras, la Universidad de Flores y esos comercios ignífugos que ayer recargaban cartuchos y hoy hacen trabajos dentales, se detiene. “Los hice parar acá para que vean estas casas, que son lo más parecido a cómo era el barrio en la época en que vivía el Papa”. Conozco esta esquina. Estamos en José Bonifacio y Varela, a 100 metros de donde viví durante más de diez años y donde aún hoy viven mis padres. Javier insiste: “Son las típicas casas chorizo, como las de los cuarenta, antes de que el progreso y la modernidad cambiaran todo”. Me cuesta abstraerme e ingresar en su relato. La Miami woman está fascinada con ese paisaje humilde y jesuita, que a mí me recuerda a la adolescencia en los años noventa. ¿De quién es el pasado? Javier repetirá varias veces eso del “progreso que arrasa todo”, como si en el fondo el tour fuera un paseo por la entropía irreversible de la modernidad, aquello que convirtió al Flores ingenuo que vio nacer a Jorge Mario Bergoglio en este Harlem blanco donde los reventados, los talleres clandestinos, la clase media originaria, los coreanos y judíos, el centro comercial, las villas, y los puteros lúgubres que aún no recibieron la caricia gélida del feminismo audiovisual, dieron forma a la figura sufrida y misericordiosa de este inesperado Papa Francisco."
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