lunes, febrero 26, 2007

Norma Franco se llama la mujer que falleció en la tormenta, en el "campo de refugiados" que se organizó hace ya dos semanas para "resguardar" a las familias a las que se les incendió las casas, y a las que cierta canalla acusa de "incendio voluntario". Tenía 26 años, y su beba de 6 meses permanece internada luego de que en el accidente donde muere la madre, rodara 40 metros, por suerte, envuelta en una frazada, mientras huían de la voladura de las carpas hacia uno de los vestuarios del Parque Roca. A la madre la mata el golpe de un caño suelto de una de las carpas.

La idea de que existió una intencionalidad en el incendio ofrece matices mas que interesantes sobre todos aquellos que no sólo piensan, sino que ejecutan políticas públicas hacia esa población "vulnerable":

1) Que mas de 400 familias hallan ideado el incendio de sus casas, salvando sus bienes (heladeras, televisores, caballos, perros y gatos, etc.) supone un nivel de organización que -de haber existido- hubiese ahorrado unos cuantos años de lucha por la vivienda. No se trató de eso, si no del intento concreto de desviar el eje, de utilizar el clima de campaña como manto negro de una realidad de las mas complejas a resolver: la aplicación de una ley de la ciudad de expropiación de un terreno (Av. Varela y Av. Cruz) que ya había sido votada, en un barrio de clase media pobre que asumía activamente su derecho a escoger qué tipo de vecinos quieren. Extraña forma de recuperar la legitimidad pública. Quizás esa, sea una de las secuelas complejas del viejo decembrismo, una especie de humor social emergente que se destapa sobre la nuca de la política, llevando al Estado a un umbral de vacío insititucional, a través de la extorsión.

2) Podría haber existido una intencionalidad pequeña, premeditada, para lograr un "efecto menor", pero al que el "efecto hornífero" del barrio (una autopista arriba, el muro del Parque de la Ciudad en otro de sus laterales), y de la que se sospecha a la referente Gladys Miño (vieja puntera del PJ, ex presidenta del Barrio Ramón Carrillo) como artífice por lo menos, pero esto ocurrió cuando el barrio -objetivamente- se estaba convirtiendo en una montaña de pólvora a la que cualquier chispita podía prender fuego para siempre. Sufría, desde fines del año pasado, la interrupción del suministro de agua que llegaba al barrio "por cortesía" del Parque de la Ciudad, pero los esfuerzos por re-inaugurarlo condicionaron silenciosamente ese suministro. Durante el día: no había agua.

Continuará.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Soy vecina de Villa Soldati, como lo describís soy de clase media pobre, pero de ninguna manera se trata de "elegir a los vecinos". Nuestra indignación es que con esta expropiación para la construcción de esas viviendas, el gobierno afecta nuestro derecho de propiedad (que te recuerdo que por la constitución es inviolable). Si, la propiedad de la gente que vive en frente de los terrenos a expropiar, luego de que se instalen las viviendas, no va a valer nada. Seguramente no sepas de que estoy hablando, pero yo que soy de la zona y hace poco compré mi casa (que me costó mucho y todavía no la terminé de pagar) sabemos bien lo que vale una casa en frente de, por ejemplo, los edificios de Soldati (viviendas sociales) y una casa de los mismos metros y estado en otro lugar del barrio. Así es que mucha gente, que quizá lo único que tiene es su casa, y que como somos pobres la compramos con mucho esfuerzo, por una decisión del gobierno va a pasar a no tener nada. Lo peor es que la gente que todavía no terminamos de pagar nuestras casas nos endeudamos por mucho más de lo van a valer nuestras propiedades. Ahora te voy a dar un ejemplo de algo que vas a entender: cuando a la gente de clase media alta la agarró el corralito (una decisión del gobierno que afectó su propiedad privada) opinabas lo mismo?