jueves, septiembre 28, 2006

Lástima el verso final


BUSCÁNDOME LIOS

La noche de mi primera reunión de célula llovía
mi manera de chorrear fue muy aplaudida por cuatro
o cinco personajes del dominio de Goya
todo el mundo ahí parecía levemente aburrido
tal vez de la persecución y hasta de la tortura diariamente soñada.

Fundadores de confederaciones y de huelgas mostraban
cierta ronquera y me dijeron que debía
escoger un seudónimo
que me iba a tocar pagar cinco pesos al mes
que quedábamos en que todos los miércoles
y que cómo iban mis estudios
y que por hoy íbamos a leer un folleto de Lenin
y que no era necesario decir a cada momento camarada.

Cuando salimos no llovía más
mi madre me riñó por llegar tarde a casa.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

de qué lado va a caer el cadáver de López si es cadáver?
después de releer La Nación y ver cómo sugieren un gobierno apretador y enemigo de los libre pensantes -F. que cada una semana hace un rastrillaje violento por la redacción de Perfil, M.S. que siente asco y nostalgia- vale pensar para quién va ser una buena noticia si López aparece con vida o se llega rápido a la mano ejecutora del eterno suboficial bonaerense. cuántos se van a tironear los trapos mojados que cuelguen de López?. La vida de López, como está la baraja, no va a alegrar ni a los que reciben las amenazas de los matones oficiales ni a los que juegan a volver como única chance para actualizarse. Todos parten de una acuerdo elemental cuando se les va corriendo el bozal: son los cuerpos cortados, aparecidos o no, el motor de su historia.

Anónimo dijo...

peo volale el último verso! o cambiale riñó, total...

Unknown dijo...

Dejalo así, que ese verso es la firma del poeta leninista salvadoreño.