El zabeca de Banfield
Muy sencillo. Yo el día que asumí, dije: “Soy un presidente de transición. Vengo porque hay que hacer tres cosas, solo tres. La primera, mantener el sistema democrático –soy el quinto en diez días; segundo, pacificar el país; y tercero, cambiar un modelo económico y social que fue impuesto a sangre y fuego por el terrorismo de Estado en 1976”. Tres cosas; sólo tres cosas. Cumplí esas tres cosas y puse una frase poética: “cuando el barco esté en aguas tranquilas, es el momento en el que tengo que llamar a elecciones. No voy a ser candidato”. El 6 de enero se lo dije a los empresarios y trabajadores; el 14 de enero, empezamos el Diálogo Argentino. Y después, la gente se olvida, pero yo hablaba tres veces por semana por Radio Nacional. Y decía siempre lo mismo: cuando el país salga y esté creciendo, yo tengo que irme. Estaba convencido de eso. Y, a parte, yo sufro el poder. No es que lo gozo. Menem gozaba el poder. Cristina lo sufre. Néstor lo sufrió también.
1 comentario:
Hei, luen blogiasi joka viikko. Tarinankerrontatyylisi on mahtava, jatka samaan malliin!
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