Anoché escuhé por Mitre que el director de Higiene Urbana, Claudio Suárez, había llegado a un arreglo con los cartoneros que cortaban. A cambio de que regularicen los camiones y no viajen a la madrugada colgados de cajas llenas de cartón y se tomen un colectivo, los van a dejar pasar y van a hacert gestiones para que las empresas de transporte les cobren un mínimo. Creo que este arreglo va a tener poca duración, si es cierto lo que dice este blog sobre la política de la ciudad sobre la basura, pero aún hay cuadros en el gobierno que no están dispuestos a que los cartoneros reemplacen en la lucha por la calle a los piqueteros duros.
No sé cómo se va a negociar finalmente, hasta el momento, lo que hay, es una mesa entre las organizaciones (donde algunas cooperativas están medio agarrados de las pelotas, por el convenio de esa planta del Bajo Flores, de la que informamos). Telerman expresa una posición mas dura, en relación a Ibarra. Cuál es el objetivo? Se acabó el discurso de crisis. La crisis ya fue superada por la clase media. La basura (vía Greenpeace, etc.) se comercializa, y hay que sacar al 90% de los cartoneros que además -SOBRE TODO- ensucian las calles (y la limpieza es EL tema de la agenda de Telerman). Cómo? Integrar a un reducido de cartoneros organizados, y cumplir la ley con el resto: no al transporte clandestino, no al trabajo infantil, contravenciones, no a la tracción a sangre, controlar y reducir los "trenes blancos", etc., etc. Cumplir la ley. Me apunta el niño que fui una frase que le quedó en la boca como una margarita: la ley es la sangre prometida (de las clases dominantes). Niño: leíste fucó, y te pegó mal. Pero hay algo circular en esa frase, aunque no perfecto, a lo que todavía suscribo, al menos en su espíritu.
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Anoché escuhé por Mitre que el director de Higiene Urbana, Claudio Suárez, había llegado a un arreglo con los cartoneros que cortaban. A cambio de que regularicen los camiones y no viajen a la madrugada colgados de cajas llenas de cartón y se tomen un colectivo, los van a dejar pasar y van a hacert gestiones para que las empresas de transporte les cobren un mínimo. Creo que este arreglo va a tener poca duración, si es cierto lo que dice este blog sobre la política de la ciudad sobre la basura, pero aún hay cuadros en el gobierno que no están dispuestos a que los cartoneros reemplacen en la lucha por la calle a los piqueteros duros.
No sé cómo se va a negociar finalmente, hasta el momento, lo que hay, es una mesa entre las organizaciones (donde algunas cooperativas están medio agarrados de las pelotas, por el convenio de esa planta del Bajo Flores, de la que informamos). Telerman expresa una posición mas dura, en relación a Ibarra. Cuál es el objetivo? Se acabó el discurso de crisis. La crisis ya fue superada por la clase media. La basura (vía Greenpeace, etc.) se comercializa, y hay que sacar al 90% de los cartoneros que además -SOBRE TODO- ensucian las calles (y la limpieza es EL tema de la agenda de Telerman). Cómo? Integrar a un reducido de cartoneros organizados, y cumplir la ley con el resto: no al transporte clandestino, no al trabajo infantil, contravenciones, no a la tracción a sangre, controlar y reducir los "trenes blancos", etc., etc. Cumplir la ley. Me apunta el niño que fui una frase que le quedó en la boca como una margarita: la ley es la sangre prometida (de las clases dominantes). Niño: leíste fucó, y te pegó mal. Pero hay algo circular en esa frase, aunque no perfecto, a lo que todavía suscribo, al menos en su espíritu.
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