Yo era de los que salían a la tarde a la calle, después de la escuela, y les tocaba el timbre a los amigos (no siempre al mismo, claro), y se quedaba en la casa hasta la hora de comer; y amaba el olor de la comida de esas casas, simplemente, porque no era el olor de la mía.
2 comentarios:
snif, snif
mis amigos no tenían timbre...yo les aplaudía en la tranquera. a veces encuentro el olor de la casa de mis vecinas y me acuerdo. que lindo texto.
Publicar un comentario