miércoles, abril 12, 2006

Océano

Los últimos dos sentimientos (73-83) oceánicos siguen presentes, sobre todo, en el ánimo de la gestión (...). No obstante, si de uno (el primero) nos sentimos hijos... Se trata del otro, se trata del otro. Es decir: hijos de fierro del 73, como el hijo del diputado melancólico que siente vengada en la derrota del duhaldismo (lo que fue sólo su cooptación) la derrota de cuando la JTP sería la nueva CGT. Pero también, y mucho mas "históricamente", hijo mineral de aquello del 83, que obviamente no está en el clima cultural de hoy, pero que sigue presente como un legado indestructible en cuyo interior habitan las 20 verdades (nuevas): 1) Dentro de la democracia todo, fuera de la democracia nada. (Demasiado abstracta, pero es la primera).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Leía lo que escribiste y pensaba: ¿no es extraño (en verdad no, aunque sorprende)que la coyuntura nacional y latinoamericana, a pesar de su densidad, del reguero de gobiernos populares-populistas, no tenga relato? Cuando alguien trata de elevar la mística de esto aparece desubicado, corrido de escena. Los intelectuales del 60/70 se hubieran hecho un festín épico y hoy, en el pozo de la posmodernidad, apenas da para una sonrisa (sarcástica).