(...)
Cura la tierra antes, como al mate
procura que sea fértil
y acaba solo
con la pala en su bosquejo,
al lado, la tarde, cubierta con la sábana,
abajo el cajón: se le sienta encima con el vientre sembrado
mirando el techo : el cielo
ahora espera
(pero de noche no florece nada)
oliendo a otoño rancio
a tiempo seco
espera él.
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