Se viene, se gesta. Lo que los mismísimos aires y huracanes y brisas socialdemócratas latinoamericanas ayudan a gestar. Esto es: el próximo gobierno demócrata. No guiado por mi visión restauradora de la vida, sino por la convicción de que EEUU no gobierna ni gobernó el mundo solamente a los tiros. Una buena operación que promueve que hay dos caminos en América mestiza: el camino aislacionista (Venezuela, Cuba, Bolivia veremos) y el lento camino de la construcción democrática (Chile, Brasil, Uruguay, Argentina) con el que el Partido Demócrata puede construir sintonía fina (esto es: el realismo-alca que falta). Ambos caminos hoy se conjugan como bloque anti-Alca, incluso a su pesar, en el callejón sin salida republicano: porque los TLC de Paraguay y Uruguay huelen mas a un tacticismo internista del MERCOSUR (absolutamente legítimo) que otra cosa.
América mestiza sueña con cerrar su anillo energético, yo sangro poesía por la boca, tú sueñas con la música de la soja en los oídos, nosotros soñamos con el IAPI...
Ya la veo, la épica de una nueva Alianza para el Progreso.
Ya la veo, Hillary visitando la casa de las Abuelas.
Ya la veo, Hillary prometiendo el cierre de Guantánamo cuando acabe la guerra necesaria.
Ya la veo, ya la veo.
Haciendo trizas nuevamente el camino de la Olas.
Me vuelvo con mi FAL a la vitrina.
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