domingo, marzo 02, 2008



1) No solo los paraguayos sino connotados e ilustres juristas de diferentes partes del mundo comprendemos que el Mcal. López peleó y murió de esta manera no por un complejo ni delirio de mando, no por un obstinado capricho ni por una desmedida ambición de poder ni terquedad, sino por el ideal de libertad y de grandeza que hoy constituye el norte de la convivencia pacifica entre las naciones de nuestro hemisferio, que traducían los principios de autodeterminación de los pueblos de no intervención en asuntos internos de otros Estados, ideales que se convierten en puntales inamovibles de las relaciones humanas.

2) Tuvimos un encuentro oficial con Lugo con quien acordamos dos puntos fundamentales que hacen a la trama principal para el desarrollo progresista del Paraguay: la reforma agraria radical y la independencia absoluta de Paraguay.

30 comentarios:

Anónimo dijo...

no entiendo la necesidad constante de reivindicar tiranos, sean Rosas o S López.

El tipo inició una guerra de conquista, lo suyo fue una invasión a países vecinos, Paraguay fue una Prusia fallida.


Gualterio

Anónimo dijo...

Flaco, leé y opiná. López se mete a defender la intromisión en Uruguay de Brasil y Argentina.

Anónimo dijo...

He leído bastante sobre el tema, vos que pensás que debería haber hecho Mitre?

Dejar que las tropas Paraguayas pasen libremente por territorio Argentino y que Brasil nos declare la guerra?

Argentina apenas era un estado cuando Paraguay invadió Corrientes, los paraguayos pensaban que Argentina iba a volver a la guerra entre provincias que había caracterizado al siglo XIX.

Esa guerra es una guerra en la que Paraguay se metió solito.

Carlos Antonio López fue un buen Filipo, pero S López un mal Alejandro.

Gualterio

Anónimo dijo...

Bueno, eso es simplificar la guerra a un hecho puntual, al lado de la tinta que corrió sobre las causas, etc.

Anónimo dijo...

Gualterio, lee que opino Alberdi, sobre la farsa de Mitre y su "barbara" actuacion.
Afolje a "LA NACION", se te caen los heroes a pedazos.

Anónimo dijo...

vamos tincho, qué pasa vieja que escribiste nada de las farc. no duermas!

Anónimo dijo...

Che, a ver si se ponen las pilas y leen un poquito de historia. Puede ser que Argentina era apenas un estado cuando Paraguay invade Corriente, pero el dato más importante es que la guerra sirvió para que Argentina emergiera como un Estado Nación. A eso sumenle la geopolítica internacional, la intromisión de inglesa (figuense el tema de los prestamos y la deuda)y la necesidad de la economía argentina de ir a la guerra. La guerra de Crimea había abierto los mercados europeos (principal comprador) a los productos argentinos, pero una vez finalizada, esos productos nos los teníamos quemeter en el culo. La guerra fue una buena excusa para colocar los productos, una guerra siempre es un buen mercado.
Eso sólo implicaría que la guerra no fue un capricho de Paraguay, o si quieren no solo eso. Aunque creo que nos deberíamos remitir a los hechos que precedieron a la guerra como para darnos cuenta que tres países vaciaron el único intento industrialista del siglo XIX en América Latina (con total independencia de las metrópolis) que tuvo éxito.

Martín dijo...

Recomiendo a todos los interesados en la guerra del Paraguay dos cosas: 1) la obra de León Pomer, el revisionista argentino mas obsesivamente dedicado a la guerra; 2) un libro mas nuevito, "Maldita guerra", del historiador brasileño Francisco Dorotiato (caaaasi traducido por Santiago Llach) que intenta desmontar el mito de la guerra, utilizando una avalancha de evidencia empírica. Ah, y como siempre, Alberdi.

Yo pienso, a simple vista, que la guerra tiene una utilidad histórica importante en Brasil y Argentina. En Brasil permite desencadenar un poco a la negritud, ganar espacio a los mas liberales sobre los conservas... y en Argentina lograr la "unidad de mando" (a palos). Que la guerra haya sido la representación del conflicto federal en la región es una notable posibilidad, forzando un poco los hechos. Pero las esperanzas de López en Urquiza (el traidor, siempre), de ser tan ciertas... Aunque a Urquiza se lo recupera limpito en las Cartas Quillotanas. Pero es cierta una cosa: los mitos nacen de los misterios, los misterios son preguntas sin respuesta. ¿Paraguay industrial? Según Dorotiato, es una mezcla de encierro y necesidad que la obliga a la sustitución de ciertas cosas: tinta, pólvora, etc. ¿Paraguay es la Cuba del siglo XIX, pero al revés (con formas de modernidad avanzadas)? Las lecturas lineales ubican a los intereses británicos en el corazón de la cosa, ríos, ríos, "la vida y la libertad". Hay una parte de la guerra, como lo apuntan anónimamente por ahí, en el que Paraguay se da por perdida, pero es extraño y es la época: se sabe que la guerra "científicamente" está perdida pero se necesitan meses. Y esos son los meses de "perdición mental" de López, aonde arrastra a Paraguay a su laberinto. Pero el problema es que la guerra es el soporte armado y el gasto inútil, de una puja de intrigas entre Argentina y Brasil. Brasil tiene el temor de que un armisticio repentino termine con la anexión de Paraguay a la Argentina.

Llora llora urutaú, en la ramas del yatay, ya no existe el Paraguay...

Mariano T. dijo...

Después de quejarnos amargamente porque Colombia se metió 1,8 km en terreno ecuatoriano, aceptamos alegremente que paraguay haya invadido Corrientes, con muertos argentinos, ocupado Corrientes hasta que las tropas nacionales los echaron, tomado mujeres de rehenes (la mayoría pereció en los campos de prisioneros).
Y todo eso con la pretensión de que Brasil no influyera en Uruguay.
Y pretenden que Urquiza, el primer presidente constitucional, debería haber tomado las armas a favor de un invasor extranjero? Creo que de haberlo hecho habría sido un traidor a la patria.

Anónimo dijo...

MARTIN CENSURA A ESTE IMBECIL POR FAVOR, ESTE MARIANO T ES UNA BESTIA CANALLA QUE NO TIENE IDEA DE QUE MIERDA HABLA, CENSURALO SI TOTAL NO APORTA NADA.

Martín dijo...

No, mano dura sin tortura. Lo que sí, es difícil confiar tanto en una analogía como esa. Que tiene detalles, por empezar, y además, en contextos históricos en donde los principios de territorialidad, soberanía, etc., estaban como en gestación. No olvidemos que la Guerra del Paraguay produce una unidad de mando que después completa la Campaña del Desierto. Nuestro ejército, siempre, es anterior a la Nación y al Pueblo. Pero la Guerra del Paraguay es el antecedente del roquismo, de la unidad territorial, espiritual, bancaria, mmonetaria. La "invasión" paraguaya, que es, provisoria, es hija de la situación especial vivida a instancias de una intervención política -también con raíz externa- que se estaba desarrollando en Uruguay. Por lo tanto, lo que Mariano quiere discutir, debería discutirlo con los colombianos que, además, no serán reducidos a escombros como sí lo fue Paraguay, en otras circunstancias.

Mariano T. dijo...

Ser o no ser reducido a escombros depende en todo caso de la relación de fuerzas, no de quién tiene razón, o de la voluntad de los contendientes.
La invasión fue provisoria, hasta que los echaron, y eso tampoco dependió de la voluntad, sinó de la relación de fuerzas.
Si Mitre le puso o no una trampa a Lopez, si Brasil intervenía o no en Uruguay, si Paraguay era o no una potencia industrial,de qué lado estaban los ingleses, prusianos o yankis, si podría haberse hecho un armisticio antes de la masacre y quién no lo quiso, palidece ante el hecho de la invasión en si.
La idea de los revisionistas (que en muchas otras cosas aciertan)de poner a Paraguay como nación agredida por Argentina(aunque lo personalicen en Mitre) me parace que no tiene nada que ver con lo hechos.
Y al anónimo paraguayo, tengo una rama paraguaya de mi familia, (mi abuelo nació en Asunción) y mehan reconocido que Lopez era un loco, valiente pero loco.

Martín dijo...

Los revisionistas dicen muchas mas cosas. Todo conflicto armado tiene su excusa, su detalle. Nadie piensa que la segunda guerra mundial se produce porque Alemania invade Polonia.

Mariano T. dijo...

Ya se, hay revisionistas que ahora plantean que los imperialistas polacos, títeres de la pérfida Albión, agredieron a la inocente e industrializada Alemania, para que al final ésta fuera destruída por yankis y rusos.

Anónimo dijo...

Yo pienso que la segunda guerra mundial se produce porque Alemania invade Polonia

Gualterio

Martín dijo...

Lo peor, Mariano, es este remate: "tengo una rama paraguaya de mi familia, (mi abuelo nació en Asunción) y mehan reconocido que Lopez era un loco, valiente pero loco."

Anónimo dijo...

Y YO TENGO AMIGOS JUDIOS LO QUE NO ME IMPIDE TRATARTE DE CANALLA MARIANITO T.
CON TU ACENTO BANANITA Y DESCONOCIENDO CONTEXTOS HISTORICOS TE PARECES MAS A UN FORISTA DE PERFIL O LA NACION QUE A UN TIPO CON GANAS DE DISCUTIR.

Mariano T. dijo...

Contexto histórico, y bla, bla, pero hasta ahora el único que puso hechos en la mesa fui yo.
Y al anónimo paragua, con todo cariño, me parece que canalla es el que arrastra a su pueblo a una masacre por ambición o delirios de grandeza. Como lo reconocen mis primos de Asunción. Si mañana Chavez, por más que nos caiga simpático, invade Colombia con el pretexto de defender a Ecuador, y los yankis le hacen puré el país con bombas, no podemos catalogarlo como un estadista sabio que busca el bien de su pueblo. Expropiar a los yankis para que la renta quede en el país es una cosa, una aventura militar es otra, aunque sea pisando la trampa que le puso Uribe. Un buen gobernante es más astuto que sus adversarios externos.
Y si hablamos de historia pongamos argumentos en la mesa, no insultos.
Gualterio: Cuidado que te van a acusar de haberte comido el cuentito demoliberal inventado por el Foreign Office, el depto de Estado, la sinarquía marxista y el sionismo internacional.

Anónimo dijo...

Mariano: te estás dejando arrastrar por el ego, que es tan canalla y mesiánico como cualquier tiranuelo. Coincido: lo que dicen tus primos tiene tanta validez como lo que cualquiera de nosotros diga sobre Argentina. Fijate, rata.

Anónimo dijo...

Mesa fui yo.Marianito hijo de puta.

Mariano T. dijo...

Que te recontra. Esto se parece cada vez más a una discusión académica.

Anónimo dijo...

TUS PRIMOS DE PARAGUAY NO SON MEDIDA DE LA OPINION DEL PUEBLO PARAGUAYO. YO CONOZCO UN MARIANO T QUE ES MACANUDO PERO NO ES MEDIDA DE LO CANALLA QUE PODES SER VOS.
POR OTRA PARTE, TUS PRIMOS SON BASTANTE RATAS POR CIERTO. UNOS VENDEPATRIA QUE POR DOS MANGOS ENTREGAN A SU PARENTELA (O SEA A VOS).
¿CONOCES LA LEYENDE DEL PITURI CUI?
BUENO TE CALZA PERFECTO PEQUEÑA RATA ENDEMONIADA.

Mariano T. dijo...

La invasión se produjo en la mañana del 13 de abril, cuando el vigía de la cañonera argentina “25 de Mayo”, que junto con la “Gualeguay” se hallaba atracada en el puerto correntino, dio el alerta al avistar a una escuadra compuesta por cinco vapores de guerra paraguayos, seguidos por otros barcos de transporte con unos 4.000 hombres a bordo.
La escuadra invasora, ante la vista de cientos de curiosos que se hallaban en la costa, navegó aguas abajo hasta la altura “de la columna fundacional” (hoy equivalente al puente interprovincial general Belgrano), donde viró y volvió aguas arriba, ya del lado correntino.
Se produjo un combate entre los vapores paraguayos y la cañonera “25 de Mayo”, cuya exigua tripulación cayó en combate –incluido su comandante, teniente Calvo–. Los marinos rendidos fueron luego pasados a degüello en el mismo puerto capitalino.
La tripulación del “Gualeguay”, atracada dos cuadras hacia el levante, se atrincheró en los pedregales de la costa y mantuvo un denso tiroteo con las naves enemigas, hasta que, superada en número y poder de fuego, se retiró al centro de la ciudad.
Los vapores invasores cañonearon indiscriminadamente la capital “con bala y metralla” (al decir del testigo presencial don Pedro Igarzábal), causando una cantidad nunca mensurada de víctimas civiles.
El gobernador de Corrientes, Manuel Ignacio Lagraña, puso en armas a la única compañía de la Guardia Nacional existente (unos ciento veinte hombres), a los que sumó los marinos sobrevivientes y a numerosos voluntarios. Al otro día, sin embargo, ante la llegada de los cuatro mil infantes guaraníes desde Paso de la Patria, debió retirarse hacia San Roque, en donde organizó la resistencia que se prolongaría hasta la reconquista, unos seis meses después.
Numerosos historiadores y testigos de la época pintaron detalladamente la situación ominosa por la que debió atravesar nuestra capital de allí en más, destacándose los relatos del nombrado Igarzábal, Gregorio y Juan Vicente Pampín, y las investigaciones de Manuel Florencio Mantilla, Hernán Félix Gómez y Wenceslao Domínguez.
Este último, en su ensayo histórico “La toma de Corrientes”, pinta el ambiente que se vivía en la ciudad: “La menor sospecha era suficiente para el juicio sumarísimo si lo había, y el más leve motivo de patriotismo argentino era castigado con la pena de muerte. Sería largo detallar las condiciones de la tétrica ida en Corrientes; y además, es también bastante conocida” .
Tres correntinos traidores, sumados a las tropas invasoras, conformaron un triunvirato que ejerció la ficción de un gobierno manejado completamente por las tropas paraguayas. Ellos fueron Teodoro Gaúna, Víctor Silvero y Sinforoso Cáceres (estos dos últimos fueron fusilados tiempo después por orden del dictador López, un hombre que culminó su existencia en medio de la paranoia más atroz, como que hizo fusilar a todos sus hermanos y cuñadas y encarcelar a su propia madre).
Cuenta el historiador Antonio Emilio Castello en su libro “Historia ilustrada de la provincia de Corrientes”: “La ciudad de Corrientes arrastró una miserable existencia sumida en el temor de las delaciones, de los atropellos y del cautiverio en las cárceles paraguayas. Un día los invasores llevaron a cabo una feroz matanza de indios chaqueños en las calles de Corrientes. Los pobres indígenas vendían desde hacía años leña y pasto, de casa en casa, y como algunos de ellos se negaron a recibir papel moneda paraguayo, fueron exterminados a sablazos y balazos en pleno día”.
Sucesivas batallas terrestres y navales (Yatay, Uruguayana, Riachuelo, Puente de la Batería, del Ombú, etc.) fueron minando gravemente el poderío invasor, hasta que el dictador López ordenó la retirada a territorio propio. De los aproximadamente 30.000 hombres ocupantes, retornaron sólo unos 15.000, y de allí en más la guerra continuó en territorio paraguayo, hasta su culminación con la completa derrota paraguaya en 1870.
Más de ciento cuarenta años después, la histórica fecha pasa un tanto desapercibida y lejana en la memoria de los correntinos. Recordar aquella época bélica, a veces de oprobio, o de gloria y también de vergüenza, no viene mal en la actualidad. Para saber quiénes somos y de qué manera llegamos hasta aquí.

Anónimo dijo...

copiá y pegá,
así cualquiera.

Anónimo dijo...

Lean acá lo que Mariano escribe (nadie resiste un googleo): http://www.diarioepoca.com/2005/05/06/foco/1_la_guerra.php

Mariano T. dijo...

o dije que era original mío, lo que pasa es que encontrè otra copia del original y los copié y pegué, pro no encontré el original.
Siguen reivindicando al tipo que mandó fusilar a su familia po delirios paranoicos? Al héroe de Stroessner?

Anónimo dijo...

Basta Mariano, perdiste la autoridad moral, chorrito de cuarta.

Anónimo dijo...

Interesante la discusión. Lástima el anónimo descerebrado que no tiene ninguna opinión propia, ni capacidad de análisis, ni manejo del idioma, solo una agresividad de adolescente barra brava.
Anónimo: Aguante fierita, y mejor metete en los blogs de fulbo!!!

Anónimo dijo...

No sea gorila, Ricardo.

GAPEBA dijo...

Al dueño del Blog le consulto donde está esa bandeja paraguaya que encabeza el comentario. Es una reliquia histórica. Gracias desde ya...