lunes, marzo 31, 2008

escuchado por ahí

El otro problema asociado con imponer un impuesto a las ganancias al agro es similar al que plantean los sindicatos: el salario no es una ganancia, por más que sea alto. Según la teoría económica, lo mismo ocurre para el "campo": el precio de los productos agrícolas, además de la ganancia asociada con las inversiones tiene otro elemento: la renta de la tierra. La renta de la tierra es un componente del precio que no es asimilable a las ganancias del capital, sino que surge del monopolio sobre las condiciones naturales (en este caso, la fertilidad del suelo, el clima, las precipitaciones). Las retenciones apuntan a captar para toda la sociedad la parte del precio de los productos agrarios que no paga la inversión productiva sino las condiciones extremadamente favorables de las tierras argentinas. Con el mismo argumento se han nacionalizado las tierras petroleras sin nacionalizar la producción. Es cierto que el compró un campo (sea agrícola o petrolero) puede quejarse porque cuando lo hizo esperaba recibir toda la renta, pero eso es más bien un error del pasado (no haber gravado la renta antes) que una condición eterna, justa e inamovible.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

"La economía nunca ha sido libre: o la controla el Estado en beneficio del Pueblo o lo hacen los grandes consorcios en perjuicio de éste". Juan Domingo Perón

Diego dijo...

Al hacerse evidente que están sujetas las condiciones de producción al factor tecnológico, el dividir en partes "objetivas" la ganancia, se ha vuelto un poco complicado. El campo argentino no da lo mismo con o sin transgénicos, con o sin tractores de última generación, con o sin logística en mercados internacionales, etc. Claro que por ahora sin la tierra, cereales no hay, pero esas divisiones estáticas de las retribuciones "justas" a los factores en base a lo que técnicamente aportan, ha quedado un tanto obsoleta. Lo mismo vale para todos los sectores de la economía.
Imaginate que si se discute la validez de la entidad “autor” sobre textos firmados por gente viva, lo relativos que han quedado esas maneras de retribuir a los factores.

Saludos

Hector Casa dijo...

Comparto. No entiendo por qué el resto de trabajadores y ciudadanos Argentinos tengan que ver siempre sus economías afectadas por los devenires impositivos y este sector, al que de un momento a otro les ha subido enormemente el precio del producto estrella que venden, le suben las retenciones (sobre lo que había subido el precio internacional) y no es que reclamen, sino que paralizan y aterrrorizan con desabastecimiento.

Es curioso como la gente se puede quedar sin trabajo, tener cada día contratos más precarios, pero como ciertos sectores pasan de largo completamente de las complicadas situaciones de miles de argentinos y se centran exclusivamente en sus ganancias.

Mariano T. dijo...

Si la renta esta asociada a la tierra, y más especificamente a la propiedad de ella, lo lógico es gravar a los propietarios en base a lo que poseen, y no a lo que consumen.
Yo arriendo, no soy propietario, le pago la renta al propietario, y a pesar de eso el estado me retiene el 45%, independientemente de que haya tenido ganancia o pérdida.

Anónimo dijo...

Lo que pasa es que el impuesto a las ganancias es coparticipable. Por eso el año pasado se bajó el mínimo no imponible y no se molestaron por estar captando 1500 millones menos.
Sé que beneficiaron muchos trabajadores con esta medida y que la inflación te va llevando a subirlo pero para un gobierno de convicciones veletas como este esa la principal diferencia entre retenciones e impuesto a las ganancias.