Peco por ignorar detalles precisos que componen a las derechas particulares de algunos países latinoamericanos, pero, conociendo a los de acá, uno podría imaginar linealmente un comentario tipo "Lula cada vez mas lejos del mundo" ante esto. (Algo: Lula, para las cuatro personalidades que componen este blog, es El líder latinoamericano.) Lo que pasa es que me enganché en no sólo imaginar el posible comentario de una derecha liberal brasileña, sino una excepcional conclusión: imaginemos que alguien diga que debería seguir el ejemplo moderno de Chile, Uruguay y Argentina. Claro, ahí, soñemos en voz alta, se sumaría a la seguidilla trillada de izquierdas moderadas nuestra patria. Quién sabe. La moderación es un valor de la modernidad, pero no de la Modernidad, sí de una modernidad política muy particular, en nuestro caso, aprendida a sangre y fuego (¿hablar de izquierdas modernas es el eufemismo de una masacre?). Ése es el aspecto alberdiano de la conciencia histórica que el liberalismo arrojó a la basura: ser deudores "involuntarios" de un río de sangre que corrió para que los ríos y las rentas y la vida sea libre. En síntesis: a todos los presidentes latinoamericanos mestizos (Lula, Bachelet, Tabaré; y sacando a los que subieron ya al monte hermoso: Chávez, Correa y Evo) los odian sus respectivas derechas. Pero el caso argentino, ni siquiera les servirá como supuesto ejemplo de apariencia moderna. Finalmente: si López Murphy, Ávila o Carrió fuesen brasileños, odiarían a Lula.
5 comentarios:
Lula es el Lider sudamericano, claro, y Brasil en sí mismo lo es. No iba a ser el payaso de Chávez, obviamente.
No te calentés, che, bueno, saquemos a Ávila y a L.M.
Por qué "pésimo chiste"? Lopez Murphy y Carrió no estuvieron a "esto" de ir juntos a la presidencial de octubre?
El que sobra entonces es Ávila.
El que sobra entonces es Ávila.
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