domingo, enero 27, 2008

Tuvo que gobernar Cristina para que le veamos la verdadera estatura a Néstor...

Estamos como en el 95, cuando la Convertibilidad empezaba a mostrar sus límites, y la contra solo quería “higienizar” el modelo.

La comparación de la era Menem con la era K es imbatible, ofrece la comprensión sutil (útil) de que lo que queda de peronismo en ambas eras es una misma forma de ejercer el poder: el dichoso pragmatismo. Nuestros liberales suelen amar el pragmatismo -como oposición a la ideología- de los países modernos a la hora de buscar sus soluciones internas y de plantear sus políticas externas. Lo que llaman pragmatismo en los de afuera implica una clara ideología interna.

Pero bueno, el peronismo, entendido formalmente como "pejotismo", deviene en algo sencillito, pura instrumentalidad, y como si lo otro ("concertaciones", "transversalidades") fuesen las formas del relato, el contenido del relato, pero no el instrumento de las acciones que permiten el relato. El problema es que ése otro, esos otros, tienen sus estructuras propias, internas. Y en política nadie se siente menor, y todos tienen ese derecho humano a pensar lo mejor de sí mismos. Hay algo que normalizar. La institucionalización era la palabra del cambio en la continuidad. Pero lo mas difícil, y de verdad, es la pretención de que Cobos asuma la misma tarea en la UCR. Los radicales aman sus internas por una fe mas amplia que la mera pasión parroquial que da sentido a sus vidas, las aman porque es una fe en lo que significa democracia: instituciones robustas. En la clave poética de Eliaschev: la musculatura democrática se la dan las instituciones, sí, pero sobre todo, los partidos políticos. Solía hablar el Pepe de las internas, como de la interna partidaria del 2005, donde no habrían votado en Capital mas que 20 mil almas nobles, pero claro, cuánta gente en ese momento participaba del residuo asambleario, en la misma ciudad. Lo que Pepe detesta es la elitización política de que 40 autoconvocados en el espacio asambleario de Caseros y La Rioja valen mas que mil afiliados (aún magnetizados por Pascual) eligiendo entre Suárez Lastra y Artaza. Lo que llamamos vieja política, quizás sigue siendo, el activo político mas amplio, y mas mayoritario, y que garantiza cuadros, territorio y gestión, a los que por voluntad popular (que es la voz de Dios) deben gobernar.

Pero los radicales, desde el peronismo hasta hoy, siguen creyendo en muchas cosas pero sobre todo en aquellas que, por defectuosidad peronista congénita, les dejan libres. UCR es en la concepción republicana este trueque pragmático: alternancia sobre la base de un originario intercambio de bienes morales ( la república de un lado, la justicia social del otro), ecuación simbólicamente empatada que, en un país como este, siempre le dio la mitad mas uno a los morochos. El hilo invisible que ata(ría) los destinos de UCR y PJ al carro del FPV es un hilo cuya verdad está en los significados de su síntesis: la Victoria; que, esta vez, es juntos. Kirchner les permite a los dos partidos históricos aunar sus pragmatismos. Pero no va a ser fácil.


El orden democrático.

(gracias Manolo)

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece injusto el comentario de Manolo acerca de la elección de 1995.

Primero, porque el oficialismo no propuso nada nuevo, ganó Menem, lo hechó a Cavallo, y con Roque Fernandez dejaron la convertivilidad como estaba y se dedicaron a hacer la plancha.

Y porque en la elección de 1995, la UCR quería devaluar, la UCR era completamente anti-convertivilidad.

Para que recuerden, pueden leer un documento de esa época, el debate entre Terragno y Cavallo en el programa de Berny, antes de las elecciones del 95

http://bernardoneustadttv.blogspot.com/2006/10/debate-domingo-caballo-y-rodolfo.html

La UCR "cambió de opinión", luego del desastre de Massaccessi, porque se dieron cuenta de que estando en contra de la convertivilidad era imposible ganar elecciones (en la Argentina de los 90)

Al final fue una muy mala desición, los platos rotos de la convertivilidad (un modelo economico instaurado y sostenido por peronistas por una decada) los termino pagando la UCR. Aunque todo lo que les pasó a los radicales, se lo merecen.

Diego dijo...

Se lo merecen sobre todo porque el discurso de las instituciones, para ellos, fue para ellos precisamente eso: un discurso que de vez en cuando iba a tener que ocupar un lugar en el poder de este país situado en un margen de Occidente en el siglo XX... Y para ponerle el cuerpo a esa alternancia estaban ellos. Es decir, no creían ni les interesaban realmente las instituciones democráticas. Para muesta sobre la UBA de Shuberoff que durante 20 años gobernó con una mayoría superior a la del peronismo en el conurbano y con prácticas similares; tal vez un poquito menos grasas, pero nada más.
Seguro que la UCR tuvo "pro-hombres" como el PJ no tuvo jamás (son todos hijos de puta) pero llegado un momento nadie se quería bajar del quiosquito que tenían montado hasta que los bajaron a cascotazos el 20 y el 21 de diciembre.

Saludos

Martín dijo...

De acuerdo Diego. Aunque, sin ofender, me llama la atención un error que ya varias veces vi, y que me llama la atención porque lo percibo como una marca, y es el 19 y 20 en vos confundido por un 20 y 21. Recuerdo haber oído por primera vez ese error en Alberto Fernández, sin corregirlo. Curioso. Abrazo.-

Diego dijo...

Gracias por hacerme notar el error numérico. Lo voy a charlar con mi psico.



Saludos

P.D.: Están buenos tus post.