miércoles, noviembre 14, 2007

Efectividades conducentes.

Sensación luego del anuncio: el cambio "recién empezaba", ¿no?, bueno, eso, recién empezó.

Pregunta, ¿la gente votó un cambio o el cambio fue un significante hueco de una continuidad cuya erosión pareció emanar mas de lo "superestructural" de sus acciones públicas, de aquello que no escapa al ojo de la "opinión pública"? ¿Un cambio drástico debía revelarse en los nombres del gabinete? Cuando se habla de la ética de un ministro que renuncia por no dejarse manejar como chirolita de un presidente, pregunto, ¿es republicana la autonomía de un ministro? ¿Alguien votó a un ministro? ¿Un ministro es la traducción racional del tejido de intereses de su competencia o es la ejecución de las políticas que operan sobre ese tejido, y cuya operación eficaz, claro, dependerá de la mejor lectura, mas racional, de esos intereses?

El joven Martín tiene cara de bueno, pero uno lo imagina tensando la cuerda con Moreno y, la verdad, en un round abierto a Moreno le dura menos que un cabsha. Claro, dirán, Moreno es Kirchner, pero acá creemos en algo que hoy decía Ámbito: Kirchner nunca otorga victorias totales a nadie. Ok, pero con la mala prensa que hubo, a veces la permanencia con "poder relativo" es victoria total.

La división del ministerio de educación, amén de herir la tendencia de "integralidad" que debieran tener las políticas públicas, y con la experiencia flacsa de Filmus, cuyo estilo tecno-pop Tedesco mantiene, me parece bien.

Las continuidades revelan que el segundo tiempo se juega con el mismo equipo.

La permanencia de Alicia en el país de los manos a la obra sigue suponiendo, claro, de algo que tuvo la lógica inversa que -por ej.- tuvo educación: poner al frente del ministerio social a una trabajadora social es como poner al frente del hospital a una enfermera, y aunque suene mala leche el comentario: no lo es. Es romper el pacto corporativo. Sé que no es tan fácil ni lineal de ver como en Salud o Educación. Pero el problema es que hace ya dos años que la hipótesis de guerra social se ha trasladado al teatro laboral, y entonces, dos cosas: 1) pensar metas de mediano y largo que rompan la idea exclusiva (sin mutilarla, sí) de asistencia; 2) se requiere una idea de desarrollo social integral con la consecuente fusión de ministerios (otro sueño de Alicia, el tema es que se precisa de mayor densidad intelectual).

Tomada tiene la muñeca aceitada y, oscuramente, ése es uno de los ministerios de los que mas dependerá la suerte de un futuro Pacto. Apoyo su continuidad con los ojos cerrados.

Nilda, Taiana: setentismo ilustrado. Bien.

Aníbal, simplemente esto: me da mas miedo afuera que adentro. Y para que esté adentro, hay que darle algo grande.

¿Alguien sabe si Romina seguirá lavando las aguas? Ojalá.

5 comentarios:

Martín L. dijo...

Yo no considero que sea una división lo de Educación: es elevar la cartera de Ciencia y Tecnología al rango de Ministerio, lo cual para mí es brillante y se tendría que haber hecho hace mucho.
Saludos

Mendieta dijo...

Ud. se viene transformando en mi encuadramiento.

SL dijo...

lo viste a d'elia defendiendo a botnia en pos de la fraternidad rioplatense y el capitalismo sano (finalndés)? un grande

Cresto dijo...

Martín, estoy (casi totalmente) de acuerdo en la evaluación del gabinete, en particular en dos puntos: a) el tema de la autonomía de un ministro (la cual no debería existir, o a lo sumo ser sumamente limitada) y b) el tema de alicia y D.S., creo que es verdad que hace falta repensar las politicas de desarrollo pero para eso hace falta un buen diagnóstico de la estructura del mercado laboral (en particular del sector informal) y eso creo que D.S no lo tiene...

Germán (de "La manzana en el gusano")

Fede Vazquez dijo...

A mi también me gusta el gabinente, aunque creo que poner al nene en economía -no solo por su edad, sino porque su pedigree da para que todos queden conformen o nadie se espante- fue la mejor forma de no decir nada, de no reforzar y mucho menos cambiar alianzas. Personalmente me hubiera gustado mas Marco del Pont, que al menos es conocida por tener una preocupación antigua por la distribución del ingreso...en fin.