sábado, octubre 07, 2006

Orozco

Habría que hacer algo así como un horóscopo político. Escrito por los mejores (¿), pero que domingo a domingo, con un signo que represente a cada uno, pronostique la semana y aconseje. Lo perfecto ya lo hicieron, sobre uno de ellos. Pero a ver: ARI(es): Es recomendable que se tome un descanso, para encarar con todo la ultima etapa del año (sin mas fugas). Cuídese en las comidas, así lograra manejar sus actos físicos. Mmm, medio malo. El tema es que en el ARI ya no hay miedo a una sangría política sino a una resignificación política, me atrevo a pensar. Melillo era bueno, che, Romá lo mismo: pero eran peronistas.

A mi me fascinan las internas de los partidos. Pero la del ARI me supera en: 1) distinguir a los actores en juego; 2) distinguir, en tal caso, las corrientes o tradiciones que estos actores juegan; 3) adivinar en esos casos cuál sería el Lilismo puro. Porque sus nombres (Macaluse, Raimundi, la Señora, etc.) encierran cualidades nada despreciables para la mákina traga monedas (de menudo candor).

Amigo HAL, expláyate, cuéntanos su interna, lo mío es ignorancia pura. Sospecho de que la confusión a la que ella misma se somete (en ese juego de algunos) va perdiendo –justamente- aquello que insistentemente ella supuso reponer en la escena política: los principios inquebrantables (ahora ella llama a la pacificación nacional). Su renuncia a ciertos principios es la renuncia al largo plazo político del proyecto. Un tema: el político muta, es natural, pero la dialéctica Carrió es un juego de despojamientos confusos que tienden a sacarse la Historia de encima, hacia el núcleo de principios pre-políticos desde el que será posible reinstalar la política, sobre la base de esos acuerdos. Algo: ni siqueira le importa su propio partido, al que huele como un pellejo de historia pasada.

Dicho en un espacio en el que la palabra pragmatismo, en sí, no es una mala palabra, y dicho al calor de una de las lecturas mas intensas, decisivas y permanentes que hacemos los cristianos de acá: la del mejor libro político que cierra todo el ciclo histórico bíblico ('76-2001).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Martín: de más está decir que, a la luz de las últimas declaraciones de Lavagna, me desmiento totalmente: espero, ahora, que le vaya muy mal. Muy buena tu escritura y también tu política: una conjunción afortunada. Saludos, Maria Esperanza

Unknown dijo...

Martín, ese interés (poco o mucho, da lo mismo) por la interna del ARI denota una veta minimalista que no imaginaba. De todos modos, aunque convendría consultar a quienes hoy viven esa interna, cuando quieras te hago un mapa. Con un tinto de por medio, claro.