Poesía & Política

Agora que soy niña
quiero alegría:
que no se sirve Dios
de mi monjía.

Agora que soy niña,
niña en cabello,
me queréis meter monja
en el monesterio.
Que no se sirve Dios
de mi monjía.
Agora que soy niña
quiero alegría:
que no se sirve Dios
de mi monjía.

En los '90 también vivimos en una República. El '83 fue su reencuentro, de la mano del político mas intenso, desde Perón. Ya va siendo mas fácil volver a decir algunas cosas: la República no es un mosaico de espejos rotos, sigue siendo (con reglas no del todo evidentes) un juego de apariencias. Y la Iglesia Romana debería consagrarse como aliada en esta cruzada restauradora de la democracia, por lo menos, mas inteligentemente. Así como no le faltó malicia para soltar a sus pastores contaminados por el incienso de la pólvora, hoy podría soltar prudentemente a aquellos muchos que. Yo soy como un militante ingenuo del PO, que llama al debate del aborto o de los derechos de las minorías sexuales, contradicción secundaria. La Iglesia Romana es al cristianismo lo que el PJ al peronismo: en el fondo, lo tiene agarrado, y su pacto con la Historia, es irreductible aún a cualquier pastorcito perdido, sacrificado. Toda su potencia simbólica está capturada en el círculo que ha puesto en la misma guerra a sus hombres de un lado y otro de la picana. Picaneador y picaneado, mirándose a los ojos, atrapados en el aura de la misma Fe. Leamos nuevamente esto, acerquémonos a la boca del infierno, todos los muertos eran de todos.

Padre: Kirchner, como todo peronista y provinciano, es un comunitarista.

¿Es mejor esta Corte Suprema que la de la década del '90? Sí. ¿Es mas estable el 3 a 1 que el 1 a 1? Sí. Y así podríamos seguir por todo el itinerario institucional hasta tallar en la piedra, camino a Chile: Bárbaros, las ideas se mutan. Y si una idea fue la base medular de este Orden, esa fue la de construir un edificio de piedra mineral. La primera alianza para solidificar la democracia fue con el Poder Real, es decir, esas pandillas, esos señores, esos.

Cierto optimismo se escribe en la arena que borra el mar, instantáneamente. Sandra: cuando Alfonsín dijo que la casa estaba en orden sabía que ese "sector de la población que se sentía en condiciones físicas e ideológicas de resistir" no le imortaba tanto como a los millones mayoritaros (no altruistas) el pacto de la democracia: todo "retroceso" en democracia que sirve para evitar la guerra y ahorrar sangre es un paso adelante. La democracia sólo persiste en el pacto del Hoy con la Vida. A Alfonsín, al principio, su amable mesianismo no le permitió decir hasta dónde alcanzaba la nafta reparadora de la herida. La herida siguió supurando sin pudrirse porque la democracia avanzó. Y lo hizo con la postal potente de eso que le dio a Alfonsín inmunidad y pedazo de cielo: el Juicio.

Mi política hoy, en el umbral de un realismo con lágrimas en los ojos, se sostiene sobre la teoría de un entrismo en todos los oficialismos, del '83 hacia acá. Un presidente es siempre un vanguardista-restaurador, hace equilibrio entre la fumata blanca y el humo negro de las gomas (articula la contradicción social). Lo social sucederá hasta que viene el presidente que le da salida, aire, viabilidad, o que lo sofoca. A ver, poetas: inventemos una metáfora biológica perfecta que represente la democracia.

Hoy, lo mejor, esta frase de Mario: "No estaba escrito que la aprobación ciudadana fuera tan vasta, en eso Kirchner (como Raúl Alfonsín 20 años atrás) se puso a la cabeza de la media de la sociedad y la indujo a un salto de calidad".