lunes, agosto 24, 2009

No deben confiarse los puestos de conducción —termina expresando—, en quienes se agotan en la polémica internacional y se convierten en meros propagandistas de revoluciones lejanas.

(Vía Diego)

2 comentarios:

Verboamérica dijo...

Buena cita, interesante debate.

maiakovski dijo...

Mirá vos Osvaldo. No sabía que había llegado a secretario gremial. Después lo dejó todo `por la literatura. Yo me siento al revés: quiero dejar la literatura por cualquier otra cosa.