domingo, marzo 22, 2009

Hay obreros conservadores y plutócratas revolucionarios. (R. Scalabrini Ortiz)

Hoy escuchaba a un compañero recordar una comparación temprana que había hecho en relación al incipiente kirchnerismo, decía que a él se le representaba mas parecido al yrigoyenismo que al peronismo, en el sentido de que el kirchnerismo también carece de sujeto. Y las bondades relativas de que quienes conducen a un proyecto político, corran tanto por izquierda a la sociedad, construye una dinámica demasiado superestructural, e, inversamente, tiende a acentuar el conservadurismo de sus propias bases. Algunos no sólo creemos que el kirchnerismo está a la izquierda de la sociedad, sino que la política está a la izquierda de la sociedad.

Pero hoy, el entrelazamiento total que las diversas oposiciones asumen a través de los medios con la expresión del sentido común anti-político, entierra su vaguedad discursiva: ahora mucha gente dice-lo-que-piensa. Volver al FMI, recetas de ajuste, mano dura, y la defensa explícita de "grupos concentrados", es el balbuceo cada vez menos balbuceante de una oposición que abona a darle al sentido común anti-político un carácter definitivamente anti-kirchnerista. Hacer política para la masa opositora significa tragarse todos los sapos de los discursos de disconformidad social y encolumnarlos contra el kirchnerismo. Hoy pensaba que aún la Alianza (proyecto por el que no me conmoví en su momento) estaba a la izquierda de lo que hoy es, digamos, su lugar histórico: la CC, los radicales y el socialismo. Claro, estaban frente a Menem. Hoy se sigue condenando el carácter institucionalista, formalista, de aquel discurso que, leído a diez años, y comparado con lo que hoy se propone como opción radical, es -por lo menos- reformista.

Sigamos: detrás de la avanzada anti-kirchnerista se esconde una concepción nuevamente anti-estatalista, justo cuando el mundo desempolva el óxido de los Estados. La operación opositora se precisa de esta manera: la sociedad sólo sufre las tensiones de lo que el gobierno le hace, y pareciera que las virtudes y los crecimientos innegables de estos años, sólo nos hablan de una sociedad que se sobrepone a las ataduras estatales, que cree en sí misma, que no la terminan de dejar crecer. Bajo la condena a las prácticas corruptas vuelve la sospecha social de que toda acción estatal, cualquier impuesto, nacionalización, regulación, etc., evade una verdadera trama de intereses, y encubre bajo los "principios de justicia" que podría tener un buen proyecto, una gestión oscura, tramposa. Digamos que hoy una manera de destruir el Estado es poner bajo sospecha la intención verdaderamente estatalista de las decisiones. Pensar al kirchnerismo, de nuevo, como en etapas de un saqueo. También funcionó esta crítica con los Derechos Humanos: lo hacen para tapar otras cosas, para encubrir sus giros a la derecha, para ¡acumular poder! Como si la propia materia delicada y trascendente de los DDHH no fuese suficiente para neutralizar "las intenciones coyunturales" de quien circunstancialmente ocupando el Estado decide saldar la deuda. La operación retórica es poner al gobierno en inferioridad frente a su propia materialidad estatal, ponerlo por debajo de la altura del Estado... para seguir erosionando al Estado, que es el verdadero blanco y enemigo. Un kirchnerismo que no está a la altura del Estado, y que deberá ser superado con una decidida acción de retracción estatal. También en esto se basa esta nueva denuncia de fraude para colocar al kirchnerismo en un lugar de usurpación. Es cierto, el kirchnerismo tiene una sobrecarga ideológica, digamos que en algunas cosas se ha tomado demasiado en serio la tarea. Y ése es su peligro. Ya lo dijmos alguna vez: el peligro de la política es que los políticos son pragmáticos para acumular poder y llegar, pero una vez que llegan... dejan de ser pragmáticos. (Menem creyó como nadie en el consenso de Washington.) Como decía el Tata Yofre: primero fueron por el oro, ahora van por el bronce.

Entre medio, no hay un solo relato ni apelación distribucionista de la oposición que ubique niveles mínimos de conflictividad social, nada se dirime dentro de la sociedad, todo está afuera, y, por el contrario, hay una especie de retórica técnica bajo la cual la distribución llega por el arte de magia de un gran salto universalista, civilizado, que acabará con el clientelismo automáticamente. Todo el empeño está en aprovechar la centralidad del gobierno (que es una de sus virtudes) para potenciar en ella esta dialéctica de lobos y corderos.

Bien, a pesar de todo, el kirchnerismo podría preguntarse acerca de por qué quedó del otro lado la palabra democracia. Del lado enemigo. Uno diría, a 25 años de su recuperación, y mirando desde el lugar posible en el que a uno le toca, que la democracia aparece como el derecho de la gente a que el Estado, y por ende la política, la deje en paz. Eso. No mucho mas. Hoy escuché una brumosa declaración de Moria subida a la moda y pueblo de Susana: que ni siquiera maten a los delincuentes, y que no los manden presos porque eso sale caro, y sale de los impuestos, no sé, que pase otra cosa, algo de lo que ni se entere. En el imaginario de Moria se hace visible de nuevo ese "no lugar" videliano, ¿no?, diría alguien que lee como loco las cartas abiertas. Algo de eso hay.

Es cierto, el kirchnerismo es una experiencia sin sujeto. Sí lo es de sujetados por intereses: UIA y CGT, la columna vertebral de intendencias activas (no sólo las del conurbano), mas algunos aliados que agregan capital simbólico decisivo. Pero no hay un sujeto. No. En todo caso enfrenta a un sujeto combinado entre ganadores de la economía agraria, con toda su fuerte tradición cultural, y una ciudadanía que encuentra siempre atado su vínculo de nacionalidad a ese universo agrario, a esa inmigración que llegó con una mano atrás y otra adelante, a algunos apellidos patricios que preservan su aura respetable. Una Nación sin pueblo, sería traducido con sintaxis revisionista, aunque débil para cifrar este tiempo.

Las plazas del otro lado, las plazas no politizadas, mas o menos numerosas, mas o menos afinadas, sí son capaces de contener a un sujeto histórico al que el kirchnerismo definitivamente le ha dado su razón de ser, y que el 19 y 20 de diciembre mostró en estado germinal. Se trata de la dicotomía con que el alfonsinismo (una gran máquina, quién lo duda) pensó para evangelizar a los racimos de jóvenes que surgían a la escena adulta aturdidos por las dos guerras (la sucia y la de Malvinas): Sociedad y Estado. Las dos preguntas vacantes: ¿cómo construir un Estado posible después del estado en el que había quedado reducido tras el proceso? ¿Y cómo reconstruir la sociedad después de lo que el Estado le hizo? Alfonsín eligió el camino lógico, aunque con sus bordes nocivos: construir la inocencia social. Alfonsín era el buen hombre del partido centenario adentro de un Estado todavía cableado. Hay una situación irreconciliable que el proceso engendró tocando ciertos extremos delicados. Redujo el Estado a una doble condición de superficie brillante de patio escolar y protocolo empresario-militar, con un sótano fangoso.

El kirchnerismo que intentó e intenta volver a poner a la sociedad en una situación política, diríamos, "clásica", se enfrenta con una sociedad difícil, incomprensible, extraña a sus propios aparatos de interpretación social. Se jugó a muerte por una interpretación del 2001, y en ese sentido, viene perdiendo terreno. Fue voluntarista e ingenuo, en un sentido que no lo exculpa ni lo hace irreversiblemente ingenuo.

Aún así, a pesar de eso, por todo eso, vale la pena. Cuando uno vive en una ciudad en la que el macrismo le niega una ley de expropiación votada por todos los bloques a una cooperativa, alegando que para eso tiene que actuar el IVC, y ese mismo año le recorta al IVC el 80% de su presupuesto, uno le pide a los amigos que hagan un bollito y se metan un poquitito en el orto los dilemas morales sobre este proyecto kirchnerista que no quiere ajustar, que no quiere volver a pedirle plata al FMI, y que encima quiere que los clásicos se puedan ver por la televisión pública.


(feliz cumple Franquito)

13 comentarios:

Anónimo dijo...

inocencia social es también hablar de espacio público frente a la sede del gobierno de Macri, especular sobre "espontaneísmos" y no haber nombrado nunca a la policía, quizá por la cantidad de sus cómplices "apolíticos", esos que tuvieron la suerte de escuchar a Marcó y a Bergman, mientras los legisladores, "divorciados" de "la gente", reforzan ese "divorcio" votando el adelanto de las legislativas o presentando un proyecto de radidifusión que al menos evite, en proporción, tener que escuchar, todo el día, todos los días, la "inseguridad" que acecha a los vecinos, a los policías, a los karatecas y a los patovicas, según las mediciones de la señora Spatola

Anónimo dijo...

domde dice "reforzan", debe leerse "reforzaban",

gracias

Anónimo dijo...

gran post!

MarcosH dijo...

Muy muy bueno. Coincidencia en casi todo. Salvo en que el kirchnerismo se jugó a muerte por una interpretación del 2001. Diría ahí que, en medidas concretas, se quedó a mitad de camino en esa interpretación.
Y por otra parte, el kirchnerismo no califica en la legislatura como una fuerza de oposición por izquierda a Macri. Vienen siendo socios desde hace años. Da mucha bronca saber que Di Filipo de la CCC corre por izquierda a Kravetz.
En este territorio, no, no vale la pena. Despues claro, en la batalla simbólica, y frente a una excelente descripción que hacés de la Consigna Saquemos del Estado a Estos Saqueadores que vomita la oposición consentida, sí.

Edukadores dijo...

Muy bueno.
Tambiém coincido con Marcos.
La Argentina es muy compleja.
El Kichnerismo es "derecha e izquierda", porque lo que dice Marcos de la Ciudad de Buenos Aires y de kravetz es cierto.
El 2001 fue su complejo a se vez, ya que fue la semilla de las emprsas recuperadas y de Bluberg al mismo tiempo.
Lo cierto es que la oposición construye una fábula restauradora de los 90 en momentos en que el mundo huye del Consenso de Washington

Anónimo dijo...

Che, y no será que la pregunta a la que se enfrentó el Kirchnerismo, o mejor, la pregunta que planteó y se planteó el Kirchnerismo tenía el problema de estar en el medio de esas dos preguntas pero sin tocarlas: ¿cómo se construye un gobierno nacional? (Que es en el fondo un eco de la pregunta que indaga sobre la construcción de la Nación). Y tratando todo el tiempo de contestar esa pregunta se olvidó que hacen falta un Estado y una Sociedad y los dejó abandonados a su suerte. Suerte que para el primero implicó un degrado surgido de su indiferencia con la siempre sucia acción del gobierno. Y para la segunda una deriva sin frenos hacia lo peor de la política argentina de los últimos años.

Anónimo dijo...

Che, y no será que la pregunta a la que se enfrentó el Kirchnerismo, o mejor, la pregunta que planteó y se planteó el Kirchnerismo tenía el problema de estar en el medio de esas dos preguntas pero sin tocarlas: ¿cómo se construye un gobierno nacional? (Que es en el fondo un eco de la pregunta que indaga sobre la construcción de la Nación). Y tratando todo el tiempo de contestar esa pregunta se olvidó que hacen falta un Estado y una Sociedad y los dejó abandonados a su suerte. Suerte que para el primero implicó un degrado surgido de su indiferencia con la siempre sucia acción del gobierno. Y para la segunda una deriva sin frenos hacia lo peor de la política argentina de los últimos años.

Anónimo dijo...

muy bueno martin
coincido en todo
Para agregar: la tension que le ocurre al kirchnerismo cuando quiere politizar a la sociedad o cuando la corre por izquierda y le tira la bocha y la sociedad se la devuelve pinchada por volea es lo mismo que nos ocurre a quienes venimos militando en distintas experiencias,no sabes como entrarle a esta sociedad extraña,compleja, deseosa de no ser representada por ninguna estructura, asqueada de las mediaciones y las formas de organizacion politica y social.
En la militancia se da eso tambien, cuesta muchisimo convocar, motivar, conmover a la "gente" cuando el relato mas fuerte que todos tienen impresos en su mente es la concepción del saqueo del estado, de la mentira, de las tramas corruptas y oscuras, de que si sacan tal ley o hacen tal cosa es por sacar provecho de...
es un momento muy jodido, es un momento de de narvaez y reutemans de sciolis y macris, tipos ajenos a la politica en su genesis, ajenos a la configuraciones tipicas de militancia, ajenos a la trayectoria y la interpelacion, al discurso politico..
no se cual es la verdad, lo que si se, es que el gobierno y la "militancia" tiene que replantearse esta sobredeterminacion imperante, esta velocidad politica, porque si no la "gente" se queda atras y encima te putea, hay veces que uno piensa que hay sectores muy vastos de la sociedad argentina que no es que son reaccionarios, es que simplemente no estarian preparados para esta politización, que aún no se pario la sociedad politica luego del proceso y el menemismo
abrazo
l.

Comandante Cansado dijo...

Prístino y directo.

Anónimo dijo...

Tremendo post!!
Felicitaciones bandonéonicas

Anónimo dijo...

Una visión muy parcial del Kirchnerismo, ya que es muuucho mas que el "progresismo" que planteas muy sueltamente. Tiene una fuerte tendencia a la izquierda, cosa que me agrada mucho, pero a su vez se contradice con la falta de acción ante los reclamos mas sensibles de la población.
Tu análisis creeme adolece de muchas cualidades, que deberían estar plasmadas.

Anónimo dijo...

Creo que el peronismo en el gobierno debe en esta coyuntura histórica ( dic. 2001 a la fecha) construir o re construir el sujeto histórico desde un Estado Nación y un Pueblo que se viene recobrando a duras penas de la hecatombe de la Alianza.
Con una sociedad que está sub dividida en clases, grupos, sectores, geografías, ciudades, pueblos,soledades, etc. donde La Matanza y San Isidro, Villa Soldati y Caballito, Jujuy y Río Gallegos, no son lo mismo.
Articular este país y su Pueblo en un Proyecto NACIONAL ESTÁ FALTANDO Y SE CONSTRUYE CON CUADROS POLÍTICOS, SOCIALES EDUCATIVOS, ETC.
Homogeneizando, conduciendo y movilizando en la acción no solo a la Plaza para putear a los impresentables del campo oligárquico de Monsanto y Cargill con su corte de babeantes políticos/as que proponen democráticamente terminar con este gobierno VOTADO EN DEMOCRACIA DESDE EL 2003 A LA FECHA..
Nos falta (al peronismo en su conjunto) Organización para no caer en la trampa del gorilaje del Siglo XXI.
No caer en su provocación.
Nos falta qeu el presidente del PJ se dedique a Organizar a la miltancia en todo el país y deje de co gobernar, la presidenta para esto alcanza y sobra.
Nos falta no seguir abriendo frentes de combate ( a peor mejor no, otra vez no) todos al mismo tiempo y sin solución de continuidad, para eso hace falta ( y nos sigue faltando) muchos/as cuadros en todas y cada una de las instancias gubernamentales y por sobre todas las cosas en las Orgamizaciones Libres del Pueblo ( ongs bah)
El sujeto social vertebrado en millones de rabajdores /as organizados se hace andando ente la historia y el presente, día a día, creeo que esta es la Revolución posible, inconclusa pero necesaria.
Y el todos los dias implica desde el agua potable EN EL ACTUAL ASENTAMIENTO MULTITUDINARIO DE lomas de zamora en el ex camino negro hasta el explicar los acuerdos del G20 en los ámbitos correspondientes.
GBJRS.

Federico dijo...

anónimo, deberías dar clases de instrucción cívica