martes, octubre 26, 2010

El otro día Eduardo Feinman empezó su diario de la tarde en C5N leyendo algunas preguntas del censo, una especie de ruego por conocer la realidad cotidiana con que lidia cada argentino o habitante de este suelo. Exactamente el mismo recurso que hace nueve años usó Pepe Eliaschev en uno de los editoriales más conmovedores de la historia de su periodismo contra la amenaza de huelga docente y contra los enemigos del "gasto político", personificados en figuras como Ruckauf (figura tan vieja como la canción Sheriff, de Los Redondos), defendiendo algo que había que defender: el censo 2001.

4 comentarios:

Michel Torino dijo...

Ayer me llevó unas cuadras un taxista que iba escuchando el programa de Ari Paluch (a la mañana). De sus intervenciones y los llamados de los oyentes sólo entendí una cosa: bala a los censistas.

lucho dijo...

che, martín, quiero verte en 678!!!

Luciano Campetella dijo...

¡VUELVE CRÍTICA Y ALEGRÍA!
Después de unos meses de militancia extra-blogger, relanzo mi blog.
¿En qué otro lugar la crítica del neoliberalismo se hace con una sonrisa?
Entren y comenten.

Luciano Campetella dijo...

El post del regreso.


http://criticayalegria.blogspot.com/2010/10/la-planilla-del-censista-en-el-barro-de.html.