martes, junio 29, 2010

Disparos en la madrugada

(Qué mala noticia esta. Recomiendo mucho el editorial de Ni a Palos de Julia Mengolini.)

por Alejandro Sehtman

El ruido de un disparo en la madrugada de Bariloche es el ruido que hace la paz al romperse. Es el ruido de la guerra que retumba en los cimientos del orden.

Asesinar un pibe (nadie dijo que Axel Blumberg era un pibe, pibe es un concepto que cruza la edad con la clase) es un acto subversivo contra un orden fundado simbólicamente contra el Estado represor. (Y fundado materialmente sobre la crisis que provocó el uso no legítimo del monopolio de la fuerza: el fusilamiento Kosteki y Santillán marca el fin del duhaldismo como principio de organización social - diálogo de cúpulas sin base + estatismo conservador).

El Bicentenario y el Mundial son la expresión simbólica de la hegemonía popular en la Argentina contemporánea. En ambos casos hay un pueblo que festeja y que logra apropiarse de una cierta universalidad. La selección es la selección de Maradona y los festejos del Bicentenario son festejos de la calle. Son del pueblo (el pueblo trabajador, el pueblo desocupado, el pueblo jubilado/asalariado/protegido) pero son al mismo tiempo, y pueden serlo porque son exitosos, de todos. Los asesinatos de Bariloche son un atentado contra el orden popular. Son un atentado contra un orden que no se construye en lugar sino sobre las fracturas sociales. Son un atentado contra el orden transformador que está en el corazón de la década.

El disparo en la madrugada de Bariloche es el llamado de atención de una guerra que sigue por los ríos subterráneos de la sociedad? Es una guerra que sigue más allá de la política? Una guerra de patrullas perdidas? No. Los asesinatos de Bariloche no son la punta del iceberg de una realidad oculta. No son un episodio que atraviesa la cortina que tapa un lado oscuro, negado, de la Argentina. No son el resultado de un conflicto latente. Los asesinatos son la creación de un conflicto que ataca el orden. Un orden que es mucho más para los pibes de arriba que para los comerciantes de abajo pero que, hasta hace unos días nomás, era de todos.

El orden, el orden, el orden del Estado, es la única fuerza que se le puede imponer a los poderes fuertes que se autogobiernan. Es por eso que el conflicto, cualquier conflicto, es un conflicto a favor de quienes dependen de sí mismos. Nadie debería poder tirarle tres muertos al orden democrático sin sufrir las consecuencias. Sobre todo en aquellos lugares donde ese orden es impugnado por quienes lo sienten contrario o tal vez innecesario.

No hay carapintadismo posible en la Argentina de hoy. Nadie puede alzarse en armas contra la democracia.

8 comentarios:

Politico Aficionado dijo...

Realmente profundo y acertado su análisis, paniagua. De algún modo ambos lados perciben lo que está en juego.

Martín dijo...

Ojota que es de Ale, PA. Es del camarada Alejandro, de La Barbarie.

Anónimo dijo...

es que casi ni se nota... digo, por la capacidad de manejar los grises, los matices, no?

Martín dijo...

Fuimos al mismo taller literario.

Anónimo dijo...

excelente.
l.

nv dijo...

che, martín para cuándo @revoluciontintalimon o @paniagua?

Anónimo dijo...

Recién vi Palabras +, Palabras - de Tenembaum y Cia en TN.
No se a que esta jugando TN con lo de Bariloche, si a reposicionarse como "periodismo independiente de investigación" o buscar aprovechar de alguna manera lo de Bariloche para ensuciar ¿? al Gobierno. La verdad no lo sé. El tema que me gustaria analizar o reflexionar tiene que ver con las determinaciones concretas que conducen a que TN (bueno, esta bien hoy Pagina sacó el tema como tapa) comienze a instalar el tema con fuertes criticas a la (des) politica de seguridad rionegrina, mientras que gran parte del espectro politico nacional aún no se ha manifestado públicamente acerca del asesinato de 3 pibes en bariloche.

Parafreseando a un pibe del foro de comunicación barilochense que citó a Argumedo: la participación de los medios hegemonicos de comunicación en debates politico -sociales gravisimos es inversamente proporcional al grado de ausencia de discursos provenientes de la politica y sus organizaciones al respecto

l.

Monica dijo...

es muy acertado esto escrito.. refleja a la Argentina en todo sus sentidos. Vivo en un apartamento en buenos aires hace años así que se puedo entender perfectamente.