viernes, marzo 19, 2010

Aquella solitaria...

Cuba es muchas cosas, muchas cosas confusas, apasionantes y contradictorias, pero entre otras es un pedazo de hielo soviético que nos recuerda que el siglo XX no se fue, que algo de él está ahí congelado. Esta solicitada tiene un destino menor que el destino manifiesto, y es el de alertar sobre una de las obsesiones de muchos periodistas liberales: la "íntima" relación entre Derechos Humanos e Izquierda. Una relación que a muchos les resulta insoportable, porque es una relación que vendría a ocultar la verdadera raíz liberal de los Derechos Humanos. Esa es una linda teoría, muy en boca de López Murphy, por ejemplo. El problema es bien concreto: ¿cuál es la coherencia en la defensa de los Derechos Humanos de los liberales argentinos? La solución inglesa fue minoritaria y en idioma extranjero: condenar su violación mientras se elogiaba la política económica de Martínez de Hoz. Esa actitud, también riesgosa, resolvía el problema. Pero no, hay un tema de fondo: así como la defensa de los Derechos Humanos está "íntimamente" ligada a la cultura de izquierda, su violación lo está a la cultura liberal. ¿A qué costos sociales y humanos se liberalizó la economía? Cualquiera diría: "sí, muy lindo el réquiem revolucionario, ¿pero serías capaz de firmar esta solicitada?". El problema es que este continente, globalmente gobernado por dictaduras de derecha durante años, instaló los Derechos Humanos a consecuencia de las acciones represivas de esos "procesos", y de la Gran Imaginación con que los violaron. En consecuencia, los Derechos Humanos tienen una cultura política, un anclaje cultural, están teñidos por la biografía de las víctimas. Y muchos podrán pensar que el discurso no está a la altura de la humanidad abstracta de sus enunciados. Si defender los Derechos Humanos de tu aldea es defender el mundo, hoy sería razonable poder pronunciarse sobre los hechos de Cuba. El problema es ideológico: muchos intelectuales de izquierda no serían capaces de condenarla a riesgo de que en esa condena se pierda todo el caudal cultural y la herencia de la Revolución. Porque a los Derechos Humanos se aprendió a defenderlos así: su violación en la Argentina tiene la contundencia de no dejar intacto a nadie, de ir por todo, de borrar cualquier matiz posible del régimen que los violó. O sea: todo en la dictadura militar argentina fue horrible, y cada pequeña gestión encubría o actuaba aún de manera indirecta sobre la eficacia de esa violación. Los que condenan a los que no condenan Cuba están haciendo un reclamo político: que en nombre de la conciencia universal alcanzada para poder juzgar las violaciones de DDHH se pueda destrabar ese complejo argentino-cubano. Muchas de las firmas parecen regodearse más en la ventaja que sacan sobre los que no firman, que en la eficacia real del pronunciamiento en el teatro de los hechos. Y por supuesto que la huelga de hambre televisada, la represión televisada, los manifestantes que desde sus casas dialogan con CNN, todas esas imágenes están envueltas en una operación coordinada a beneficio de un país que viola en la misma isla los Derechos Humanos: Estados Unidos. Y no es una teoría conspirativa, es lógico: a los Estados Unidos les es rentable remarcar el aspecto represivo de un Régimen, que por supuesto no alcanza el umbral Guantánamo, pero que es el país que ofrece el punto ciego de una cultura de izquierda que abraza los Derechos Humanos. Y las asociaciones son inmediatas: la violencia cubana se impulsa a chorro de nafta venezolana hasta Irán. Cuba es parte de ese Medio Oriente, el desierto del mundo. Cuba es el lugar donde se actualiza en clave latinoamericana el Eje del Mal de Siempre. Estados Unidos es otro pedazo de hielo que nos recuerda que el siglo XX está ahí.

37 comentarios:

Unknown dijo...

Igual, basta con ver la lista de los que firman la solicitada....

Quintín dijo...

Siempre es lo mismo. No se puede condenar lo que ocurre en Cuba porque EE.UU lo utiliza o lo televisa (?), porque Irán y blá, blá, blá. No hay diferencia entre las madres de Plaza de mayo en su momento y los disidentes cubanos ahora: eso es lo que los organismos internacionales de DD.HH. reconocen aunque está prohibido admitirlo en dentro del mainstream progresista argentino, que sigue sosteniendo que los derechos humanos son para los amigos. Acá también se sigue peleando la Guerra Fría (y se sigue apostando por el mismo bando de entonces, en el que Cuba hizo lo posible para que la Argentina no fuera condenada durante la dictadura).

EL GAY dijo...

Quintin, leyendo tu post acerca del articulo de Sarlo uno llega a la conclusion que tu odio al kirchnerismo es el odio de un puto ricachon, que no registra que es ricachon y tampoco registra que es puto.
Esos putos que piensan que Recoleta es Manhattan y que Crsitina es una grasada. De tan amariconado que estas te crees que la Argentina se parece mas a Fontevecchia que a Hugo Curto.

Me parece insoportable ese liberalismo-gay-no asumido de tu blog por eso deje de leerlo pero ahora apareces por aca, voy a pensar que rastreaste mi IP porque no sabes que te pasa cuando me lees y ahora me perseguiste hasta aca.

Martín dijo...

Q: este comentario confirma un poco lo del post, las posiciones sobre Cuba intentan hacer daño el discurso blindado de una izquierda argentina, y son un capítulo menor al interior de un debate entre progresistas ("entre todos nosotros") que parecen levantar un vuelo impresionante y al final quedan en nada. El problema de la desproporción (¿cuántos testimonios hay en vivo y en directo de los detenidos en Guantánamo?) va a estar siempre presente porque la preocupación de muchos no es humanista. Porque el argumento comparativo funciona a partir del conflicto histórico de dos países. Yo también creo en la universalidad de los DDHH, pero siempre arrastran un problema político, ya que continúa en los DDHH la política: mientras Cuba se sienta amenazada va a vivir en "situación especial". Eso funciona en espejo con Estados Unidos. Y, a la vez, no existe de un modo tan extendido la neutralidad humanitaria. Y en la Argentina ese progresismo del que se habla se construye porque pertenece en gran parte a la fila de los vencidos y violados en la Argentina. No es izquierda de importación. Entonces, una cadena de solidaridades históricas entre la izquierda argentina y Cuba por supuesto que revelan como "miope" a una parte orgánica de los DDHH. La pregunta sería sobre de qué modo están politizados los Derechos Humanos, más que la simple respuesta de que son "de los amigos". Intento pensar el problema cubano, que sí o sí se choca con la "solución comparativa" del debate. Evidentemente Cuba no debe dejar tranquilo a nadie, ni debe ser un país en el que se pase por alto nada. Yo no creo que Cuba es Irán, y menos que menos destacar algo del régimen iraní. Su situación de décadas de bloqueo no le permite colar demasiadas contradicciones ni flexibilizarse como lo ha hecho en otros aspectos. Son situaciones funcionales, digamos. Y está admitido mundialmente, ¡así lo admite EEUU!, que el peligro de la seguridad interior permite excepciones.

Quintín dijo...

Paniagua. Cuba no es Irán, pero sí es una dictadura que afirma que los disidentes son delincuentes comunes y/o subversivos y que no hay país en el que los derechos humanos son más respetados (supongo que te suena).

Eso de "sentirse amenazado" es muy relativo. Videla se sentía amenazado por la subversión apátrida y Bush por las armas de destrucción masiva de Irak. Lo del bloqueo no puede servir a esta altura como excusa de nada: el régimen cubano está atrapado en su propia historia.

Por último, el que trajo al loco del IP que se lo lleve.

Martín dijo...

Bueno, vos estás jugado acá en tu cruzada piadosa: http://www.perfil.com/contenidos/2010/03/19/noticia_0053.html

Así que tu plan es de amnistía universal. Ok.

Tu "derechos humanos de amigos" es como el "capitalismo de amigos" y cualquier concepto que sufra esa compañía ("de amigos") funciona del mismo modo: "kirchnerizando" el debate. Mamadera.

Comparar Videla, Bush y Fidel en un mismo párrafo sólo dice una cosa: la fiaca que te da el tema.

Así que dejémoslo.

Quintín dijo...

Es al revés. Es a vos que te da fiaca pensar el tema. Decís sobre Cuba lo mismo que la izquierda estainista dice desde el affaire Padilla: que no se la puede atacar porque es una víctima de los EE.UU. Lo decís enrevesado, pero es esa vieja idea. El problema es que es necesario recurrir a descalificaciones como "cruzada piadosa" para ocultar lo esencial de este asunto: la colectiva admiración por una dictadura de mierda que ya ha durado demasiado y que le ha traído al pueblo miseria, infelicidad y delación.

José María Pallaoro dijo...

"la colectiva admiración por una dictadura de mierda que ya ha durado demasiado y que le ha traído al pueblo miseria, infelicidad y delación", escribe Q con el culo. Los argentinos somos unos suertudos al tener dirigentes como Carrió e intelectuales como Q. Cuando los tiempos cambien, y tengamos una Presidenta y un Ministro de Cultura que realmente merezcamos, la felicidad será un oficio corriente. En el mientras tanto, quisiera consumir los medicamentos de estos dos patriotas, y ser como ellos, alucinar como ellos, vivir mirando el mar como ellos.

Martín dijo...

¿Sabés qué pasa? A vos Cuba te sirve para pensar el kirchnerismo, de ahí que tu derivado sea rescatar la "piedad" de Mujica, porque tu enjuague es este: Cuba es estalinista, como el kirchnerismo, los kirchneristas avalan Cuba, entonces avalan la represión cubana, y entonces del otro lado del río, como una iluminación, un hombre que "puede hablar del tema porque tiene autoridad moral" (O SEA: ¡HAY QUE HABLAR DE DERECHOS HUMANOS CON AUTORIDAD! ¡no aprendiste nada de nada de nada!) le da una lección al mundo: libera sus carceleros. Ese es tu argumento circular. Bien, andá a discutirlo a tu blog. Lo que te importa es qué nuevo podés decir del kirchnerismo. Eso es lo previsible, y ese es el atajo con el que aburrís.

Quintín dijo...

Paniagua. De nuevo me echás del blog porque pienso distinto. Sos vos el que no aprende. Y no entendés nada. Yo estoy en contra de la dictadura cubana mucho antes de saber quién era Kirchner. En todo caso, los Kirchner son un buen pretexto para que se discuta la cuestión de fondo, lo que te lleva a vos a aplaudir a Moreno y a comulgar con Diana Conti a pesar de que la odies: la ceguera y el seguidismo con las dictaduras de la izquierda argentina, su rechazo y desvalorización de la democracia.

Martín dijo...

Lo que vos no entendés es esa apelación a la "autoridad moral" para hablar de algo que son Derechos Humanos, ésa apelación es una forma encubierta de autoritarismo basado en que Mujica podría decidir lo que sea al respecto. Si el análisis se centrara en la decisión democrática del pueblo uruguayo, otra sería la cuestión, pero entonces habría que imaginar un plebiscito en cada país donde se violaron DDHH, y eso se torna confuso: porque entra en las mismas razones más o menos de quienes podrían justificar el nazismo por "el voto popular originario". Así ves que la democracia y los DDHH, contrariamente a cualquier "al pan pan" de izquierda o derecha, no son un rompecabezas didáctico, sino una de las cosas mas sofisticadas para pensar.

Y ahí está el otro tema: "seguidismo con las dictaduras de izquierda argentina". Mamita. Supongo que es una metáfora sobre una decisiva presencia de izquierda en la política argentina. Por eso te digo, así como uno intenta de esquivar el kirchnerismo bobo, resulta también muy poco estimulante el anti-kirchnerismo bobo: en espejo, vos sos al anti-kirchnerismo lo que Diana Conti al kirchnerismo.

Más allá de eso, una cosa que me llama la atención: ¿qué pensaban muchos de los firmantes hace 30 o 40 años sobre la "dictadura cubana", cuando justamente ese Régimen era una presencia mucho más importante en el continente, a pesar de sus "contradicciones soviéticas" para las relaciones exteriores?

Quintín dijo...

1. No sé qué pensaban los de la solicitada. Pero al menos es bueno que lo piensen ahora y no sigan yendo a buscar la bendición del Tatita Fidel a La Habana.

2. ¿Cuál sería el porblema de que acá se vote por la excarcelación o no de los mayores de 70? E

3. Lo que intenté decir es que no hay una manera unívoca ni indicscutible de resolver una cuestión como esta. Pero que una identidad politica se construya en torno a ella es digno de ser mirado un poco más de cerca.

Martín dijo...

De atrás para adelante:

¿Y cuál sería esa identidad? ¿El kirchnerismo?

Yo creo que no se puede hacer un plebiscito, sobre todo cuando lo actuado se funda en los poderes del Estado, y sobre todo cuando sólo vos buscás remover por lo menos una cosa sobre la que hay consenso: que los que la hicieron la paguen. Conversé con militares en Haití que ven en la justicia la única solución-

Tatita Fidel existe en tus sueños.

Quintín dijo...

1. Desde luego. El kirchnerismo y sus satélites.

2. No entendí. Si hay consenso ¿por qué tenés miedo del plebiscito? ¿Qué es eso de que "el acto se funda en los poderes del Estado"? Sanata se llama eso. En Uruguay se funda en lo mismo pero igual lo pusieron a votación dos veces.

3. Lo que opinen los militares en Haití o mi vecina es irrelevante.

4. Lo de Fidel tampoco lo entendí. ¿Para qué van Cristina, Lula, Bachelet? Por ese reflejo atávico de lo izquierdistamente correcto.

Martín dijo...

No es irrelevante lo que piensen los militares en actividad sobre el destino judicial de los militares retirados. Tu vecina sí. O preguntale a Lula qué piensan los militares en actividad sobre juzgar los crímenes del pasado...

Y, por otro lado, ¿cuáles son las opiniones relevantes?

El consenso sobre los DDHH se basa, en parte, en los costos por juzgarlos: ¿quién se opone además de Pando y vos? No mucha más gente. ¿Cuál es el costo que se paga? ¿Por qué habría que volver para atrás en eso? ¿Por qué remover eso que se logró? ¿A costa de quién, a favor de quiénes? ¿Cuál es el criterio por el cual se tendría que plebiscitar? Vos confundís dos cosas: el discurso oficial al respecto con la situación judicial de reapertura y apertura de causas. O sea, lo objetivo y lo subjetivo. Porque como para vos el kirchnerismo es TODO, no hay resquicio, ni margen, ni grieta, que te permita pasar en limpio algo.

Chile no plebiscitó y se juzga, Brasil no plebiscitó y no juzga.

Los que van a Cuba lo hacen para subrayar la autonomía de su política exterior que contrasta con otro reflejo atávico: el de las relaciones carnales del pasado. La historia dirá qué reflejos son más beneficiosos, o verdaderamente relevantes. A mi, esas gestualidades me importan poco.

Pero no pongas todo en la misma bolsa, viejo!

Vamos a lo concreto, querido, ya que en el fondo Cuba te chupa un huevo, ¿qué es lo que vos creés que hoy tiene que hacer la Argentina sobre el tema DDHH? ¿Qué es lo que tiene que hacer acá? Ponelo blanco sobre negro. ¿Tiene que plebiscitar? Bien, ESCRIBILO. Y bancate ese defecto. Pero no traigas como si fuese una pluma que da cosquillas en la nariz, el "modelo uruguayo". Decí, ya que sos grande y escribís en un diario poderoso, QUÉ TIENE QUE HACER AHORA ARGENTINA Y POR QUÉ.

Todo el resto es sanata. Yo no te lo quiero discutir, sólo quiero que quede claro exactamente qué es lo que estás diciendo.

Yo pienso: que no hay que hacer NADA. Que la Justicia actúe. Y dedicaría más tiempo a pensar las soluciones a problemas del futuro.

Saludos.

Quintín dijo...

1. Las opiniones relevantes son las de cualquier ciudadano por igual.

2. Yo me opuse tanto a la amnistía y a los indultos en su momento como a su anulación posterior. Lo primero porque era injusto y no era necesario, lo segundo porque destruía garantías jurídicas como la cosa juzgada (fallo Argibay). Esa es mi posición y no tengo problemas con ella. Pero una vez que reabrieron los juicios no hay solución: todo es dudoso y se usa políticamente. Bonafini de un lado, Pando del otro. O eslogans como "que el que la hace la pague", lo que se parece mucho a Blumberg, pero de izquierda.

3. No sé si hay que plebiscitar o no. No me opongo al plebiscito ni lo propongo. Lo que no entiendo son tus objeciones en jeringoso ("los poderes del Estado, etc.). Pero sí me parece de mierda es pedir "cárcel común" y que no rijan medidas humanitarias como las que propone Mujica. Ahí se van todos al carajo.

4. A mí las gestualidades con los dictadores me importan mucho.

5. Lo que creo que hay que hacer con los DD.HH. es lo mismo que hay que hacer con la televisión pública: que no sean un instrumento del gobierno.

6. Estoy de acuerdo con "Que la Justicia actúe. Y dedicaría más tiempo a pensar las soluciones a problemas del futuro." Pero es muy gracioso decir "que la justicia actúe" solo cuando las leyes están de tu lado. Antes la justicia también actuaba, pero estaba mucho más limitada.

5. Lo del "diario poderoso" es una broma, supongo.

Saludos

Martín dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Martín dijo...

Los DDHH son un resultado histórico de luchas, y que hasta de algún modo sigue abierto en su fase -podríamos decir- final: se está completando un capítulo que va a llevar años. Pienso entonces que más que "cosa juzgada", el peligro anterior es que no se podía llegar a "cosa legislada" del modo en que se llegó.

Los DDHH formaron parte central de la transición, del proceso de transición democrático: marcaron no sólo la impronta progresista de Kirchner, sino la de Alfonsín en menor medida, y la impronta reaccionaria de Menem. ¿O no?

La transición dura lo que dura, hasta que mas o menos se cosen algunas cosas. Al igual que en Chile, que la hizo a su modo desarbolando la herencia de Pinochet, o Uruguay, que votó dos veces al respecto.

Tu oposición al indulto, tal como la presentás, es ridícula: era como "oponerte por última vez", era como una oposición "reglamentarista", porque al minuto después en que eso ya está inscripto te convertís en un defensor de eso. Primero rechazás el indulto, después rechazás el rechazo al indulto. Es muy difícil creer que ya pensabas así en una marcha en 1990. ¿Se entiende tu razonamiento? Como si las cosas hubiera que decidirlas una sola vez, en una sola correlación de fuerzas. Como si no hubiera Sociedad. Y una sociedad anterior a la ley, en algún punto.

Yo digo, hoy, después de mas de 25 años de democracia que la justicia actúe y que no existan más restricciones a los juzgamientos. Punto. Lo tuyo es un largo "Niii", con tal de encontrarle la vuelta.

Quintín dijo...

Me opuse a las leyes de amnistía y luego a la derogación de esas leyes en otro momento histórico. La segunda vez me opuse, básicamente, porque volver de un perdón judicial es para mí una aberración que destruye —o por lo menos atenta seriamente— contra un sistema liberal de garantías constitucionales. No concibo que a alguien —así sea un genocida o un asesino serial— se lo perdone legalmente, con leyes sancionadas por el Congreso con la mayor legitimidad (aunque esas leyes estuvieran mal), para después meterlo en cana con otra ley. Fueron, insisto, momentos distintos. Pero es cierto que, para mí, todo debió cerrarse con los indultos una vez que se concedieron. Ahora, lo que seguro no hice es razonar así para "encontrarle la vuelta".

Martín dijo...

Quintín: ese es un argumento y un razonamiento formalista, es un argumento que pasa por alto el contexto histórico, que pasa por alto el contenido de lo que se discute y sus repercusiones sociales. Lo hacés sobre una comparación idiota e improbable. A un asesino serial no se lo indulta por una rebelión de asesinos seriales solidarios que amenazan el orden... ¿Entendés? Lo que estás haciendo es una igualación de los crímenes que niega la condición de "lesa humanidad".

Y lo de "la mayor legitimidad" hay que verlo, eh. También tuvieron las mayores legitimidades las derogaciones, etc.

Por último me queda claro que esto empieza porque levantás el "dedito" por las violaciones en Cuba y terminás pidiendo un indulto a los que violaron acá. Es curioso, vos también terminás en la lógica "DDHH para los amigos", vos invertís lo que criticás: terminás pidiendo por Cuba y contradiciendo los juicios en Argentina. ¿Por qué una cosa te llevó a la otra? ¿Entendés que te metiste en un brete al pedo? Ya te dije: sos la Diana del antikirchnerismo. Vos querés que haya quilombo. Incluso donde no lo hay, como en este caso.

Saludos.

Quintín dijo...

Paniagua. No es que yo quiera hacer quilombo donde no lo hay, sino que no entendés lo que digo. Para empezar, no propongo un indulto ni niego la legitimidad de las derogaciones, sancionadas por el Congreso y aprobadas por la Corte Suprema. Pero creo que una vez que se sancionaron las derogaciones (y que el kirchnerismo se apropió de ellas declarando que era lo único que se había hecho por los DD.HH. en democracia) todo entró en un pantano del que no hay salida hasta que se mueran todos estos personajes siniestros (y nosostros) o, por lo menos, hasta que los Kirchner no gobiernen.

Solo digo —y esa es la parte que no te entra en la cabeza, obnubilado como estás por la militancia como única referencia del pensamiento— que la irreversibilidad del perdón es una de las pocas cosas en las que creo como centro posible de una ideología y de una acción política y humana, un paradigma de lo que puede haber de no cruel en la política. De ahí a Cuba, y a sus crueles y anestesiados jerarcas —consumidos también por el narcisismo de su militancia—, efectivamente hay un paso.

Martín dijo...

"Irreversibilidad del perdón", "paradigma de lo que puede haber de no cruel en la política". En fin. Yo seré enrevesado, pero te estás poniendo místico.

Dejame que te diga algo: vos sos "cruel" con lo kirchnerista, sos "impiadoso". Así que no pidas sentimientos de los que sos incapaz.

Y en esto te empantanaste solo, porque al final fue una provocación inspirada en sentimientos humanitarios sobre personas que simplemente son juzgadas, con todas las garantías, y, obviamente, con escasas chances de zafar, sobre todo porque no ofrecen pruebas que puedan desmentir nada. A mi me parece que la justicia trae paz social, que no hay costos sociales ni políticos con los juicios, y que si vos realmente tenés preocupaciones institucionales deberías estar preocupado porque al tema no se lo manosee más. No alterarlo más sería la decisión más inteligente. Y te digo algo: a pesar de que el kirchnerismo "usa" el tema, no es ahí adonde vas a poder debilitarlo demasiado.

Lo que vos pedís no tiene que entrar en la cabeza, sino en el corazón. Vos pedís "grandeza". A lo Mujica. Pero Mujica se respalda sobre una correlación de fuerzas y por un pragmatismo. Acá la justicia también es una decisión pragmática que mejora la "gobernabilidad". Es más alto el costo que se paga frente a los organismos, que frente a un grupo minúsculo de familiares de militares presos.

El kirchnerismo sí fue demasiado imprudente: no tiene un discurso de Estado para la justicia. Eso sí es lo que falta: no piedad o perdón, pero sí un discurso mucho más cercano -aunque a algunos les duela- al tono alfonsinista; es decir, y lo voy a decir sin restar "historicidad", pero se trata de algo así como hablar de los hechos como si no se hubiese sido parte, como si el Estado democrático fuese una construcción que estaba antes y después, que quedó suspendida en esos años. No lo digo para retomar la "teoría de los dos demonios", sino como forma de hablar desde el lugar en el que está parada la mayoría: la distancia. Un discurso que no es exactamente el discurso de la víctima, o de la familia de la víctima. Que no se identifica con lo particular de la víctima (su militancia) sino con lo universal (su humanidad). Eso es lo que siempre pensé críticamente, incluso en viejas discusiones, que falta un discurso de Estado, que no puede ser cedido eso a la voz de las madres.

Así que yo invierto tu orden. A mi no me interesa el perdón sobre los militares, y lo de la "crueldad" es una humorada de alguien que vive lejos, pero lo que sí me interesa es recortar un poco y que exista un perdón a la sociedad. Un perdón a una sociedad que -según el relato simbólico- no estuvo a la altura de esos hechos, de esa "resistencia" que hubiese sido necesaria. Me preocupa el clima que puede terminar juzgando a los que festejaron el mundial 78. Bueno, listo.

Ta la victoria siempre.

maiakovski dijo...

La irreversibilidad del perdón. La irreversibilidad del perdón cristiano. La irreversibilidad del perdón de los capellanes militares. La irreversibilidad del perdón de los que tienen autoridad para perdonar. La ireversibilidad del perdón de Menem. La ireversibilidad del perdón de los presidentes latinoamericanos adorados por La Nación. La inexistencia del crimen. En esto cree este pomposo gallináceo que encima cree que piensa mejor que un militante porque çél es un ciudadanbo cualquiera cuando simplemente es cualquier verdura: la verdura de sus propia debilidad humana, de su propio horrible rostro interior que no puede soportar en el espejo. Para que gente como Q no marque el paso, mil años más de kirchnerismo.

Quintín dijo...

Paniagua. Seguís entendiendo todo al revés. Yo no propongo la amnistía ni ninguna otra cosa. Impugno, en cambio, una identidad política basada en la crueldad y el oportunismo. Y no entendés que no se trata de piedad cristiana (que motiva en el fondo buena parte de tus intervenciones), por eso igualás las consideraciones humanitarias con "ser impiadoso con el kirchnerismo". Son órdenes completamente distintos el de la consideración con los individuos y con el poder.

Al poeta decile que llegaron los mil años del Tercer Reich, dale una buena noticia para ver si se calma un poco.

Martín dijo...

No entiendo todo al revés, entiendo que al final "no quisiste decir nada". Ok. Perdimos tiempo entonces porque Cuba y los DDHH te sirvieron para seguir hablando de lo mismo de siempre... (la pregunta que me hago después de esta pérdida de tiempo es: ¿hiciste antikirchnerista a alguien alguna vez?) Y date cuenta que tu universo monotemático te está haciendo perder: querés revisar hasta tu propia historia, terminaste elogiando el indulto, aunque aclarando -¡¿a quién?!- que igual te opusiste a él. Mama mía. Decí todo lo que pensás y dejate de provocaciones. Salí a pedir el indulto y no te escondas más en "buenas intenciones", hermano. Ahí, hasta me darían ganas de bancarte. Porque tendrías huevos.

Quintín dijo...

Cada uno tiene sus obsesiones. Una de las mías es Cuba (desde hace mucho tiempo) y la tuya es volver una y otra vez al tonito perdonavidas y matón con el que entraste por primera vez a LLP. Y otra obsesión tuya es fingir que hay alternativas dentro del autoritarismo kirchenrista y que vos la encarnás, a pesar de que en el fondo sos un gran obediente.

Pero lo verdaderamente intolerante de tu intervención es esa idea de que tengo que decir lo que vos me querés hacer decir para jugar tu jueguito prefabricado. Sobre el tema del indulto (que no propuse ni me interesa particularmente, lo sacaste vos) terminaste con esa boludez de los huevos, cuando yo te dije exactamente lo que pienso, y eso es lo que no querés escuchar, porque es más cómodo dividir al mundo entre giles de un lado y del otro para jugarla de lúcido.

Ah, y no me llames hermano, la concha de tu madre.

Martín dijo...

A ver: ¿qué puteada te merecés después de este comentario?

Pero voy al grano, porque prefiero que quede claro y me parece que te pone nervioso, vamos por partes: yo no te fusilo porque te parezca cruel que Etchekolatz esté preso, ni me paso por el orto tus argumentos, ni creo en la santidad de los pensamientos que envuelven los DDHH... Pero vos cometiste un error, porque hablaste de "autoridad moral", después hiciste girar todo alrededor de la palabra "perdón"... Quintín: es un error que pienses en UNA decisión que TERMINA con el tema. Ese es tu error más grande: buscar de nuevo un punto final, un quiebre, un saldo definitivo.

Yo pienso que nadie tiene "autoridad moral" de un modo tan decisivo, porque detrás de eso está también el discurso de la víctima. Quiero decir: la autoridad que le da a Mujica perdonar es la misma que le puede dar pedir pena de muerte. Es decir, tomar una decisión trascendente, revestida en la autoridad de haber sido víctima, que lo pondría en un lugar de privilegio que atenta justamente contra la concepción de los Derechos Humanos. Una hipótesis sencilla sería: si una mujer es violada, se lo comprueba, y ella después lo perdona... ¿qué pasa ahí? De algún modo la pregunta es la siguiente: ¿a quién pertenece el delito? Yo creo que a la sociedad... o a la humanidad.

Entonces: ¿hablás de perdón y no querés que te tire el indulto en la cara? ¿Hablás del "paradigma de lo no cruel" y estás proponiendo la libertad de los que torturaron? Explicá el paradigma de lo sí cruel, entonces, aunque ya sé con qué te venís: con la careta de Moreno, Kunkel, y demás crueles. Bueno, entonces no. Pero ahora decís que no pedís indulto ni nada. Vuelvo a lo que te dije en otros comentarios: ¿qué es lo que querés decir al respecto? ¿Qué? No lo entiendo.

Vos metiste el tema del perdón, de la irreveribilidad del perdón, y la verdad es que eso interrumpe un movimiento y una historia anterior al kirchnerismo y que desembocó en él: hay mucha gente antikirchnerista que declara, que fue víctima o testigo, o familiar directo, y convive con esas dos cosas: con su compromiso y con su no adhesión. Yo soy partidario del "Argentina lo hizo" en el tema de DDHH, por eso admiro la figura de Alfonsín, y por eso no le pido a la sociedad peras, ni espero que 40 millones vayan todos los jueves a la ronda. Creo que hay que dar vuelta la página de la manera que se está haciendo. Punto.

Lo que te digo también es: si querés cuidar el edificio tratá que al tema no se lo manosee más. Porque un futuro gobierno que "altera" nuevamente la legalidad de esto hace volver atrás un tema cuyo trauma sólo tiene la solución del tiempo y la justicia. Mi pregunta es: ¿por qué querés volver ingobernable algo que se gobierna? ¿Por qué querés destruir algo que está construido? Esa es mi pregunta. Y si vas a putear quedate en tu blog y no rompas más las pelotas acá. Yo no me meto más en LLP. Así que portate bien en casa, o retirate amablemente. Me gusta dicutir, me apasiona, pero me aburrí un poco.

Vaya, vaya tranquilo.

Quintín dijo...

Bien, esto es otra cosa, no eso de "no tenés huevos, hermano", que es fácil merecedor de la puteada.

A ver, cómo te tengo que explicar que yo no propongo el perdón ahora, pero que me pareció un error haberlo anulado. ¿Tan difícil es eso? Efectivamente, creo que cualquier alteración al curso de que siga actuando la justicia sería otro error. Pero eso no implica pedir "cárcel común" ni que a Bussi lo anden paseando por todos los tribunales del país con un tubo de oxígeno. El gobierno se negó a un pedido de la Corte de sistematizar las causas. Prefieren que estén todo el tiempo en el candelero.

Lo que me interesa es señalar que los juicios no pueden ser el nudo central de una identidad política cuando pasaron 30 años de los hechos. Ahí es donde el manejo oportunista y fidelizador del tema lo convierte en una locura que hace que no se pueda jugar Boca - River el miércoles porque se conmemora la dictadura. El ritualismo estalinista de estas cosas es un síntoma claro de autoritarismo.

Yo también estoy aburrido. Pero ahora te pregunto: ¿no era este un post sobre Cuba?

Martín dijo...

Bueno loco, igual yo te perdoné que dijeras que era de la Side, así que lo de "perdonavidas" me cabe. Pero dejá de recordar mi ingreso a LLP, si sentís piedad por Bussi, cómo no me vas a dejar de pedirme siempre explicaciones por eso que ocurrió hace muuuucho.

Y el partido si no es el miércoles será el domingo. Sé que es tremendo, pero dicen que peor era Auschwitz o el Gulag.

Saludos

Anónimo dijo...

quintin

idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota, idiota,

Anónimo dijo...

quintin

no te sentis idiota?

Anónimo dijo...

quintin

no te da verguenza ser discutirle a alguien tan inteligente como Martín, siendo tan idiota?

porque lo que impresiona de vos no son tus posiciones sino tu idiotez.

idiotez de señora idiota.

sos horriblemente idiota

Anónimo dijo...

quintin, como te cagaría a trompadas, simbolicamente, por la fea alma que portas. (gallinaceo pomposo, genial!)

Anónimo dijo...

"Ahí es donde el manejo oportunista y fidelizador del tema lo convierte en una locura que hace que no se pueda jugar Boca - River el miércoles porque se conmemora la dictadura. El ritualismo estalinista de estas cosas es un síntoma claro de autoritarismo." (Quintin)

Las dos oraciones más feas, crueles, berretas, oportunistas, tontas, desalmadas, abusivas, traidoras, infiltradas, destituyentes, derechistas, snobs e idiotas que leí en los últimos años.

Anónimo dijo...

Yo creo que el ciclo de los derechos humanos en la argentina tiene que cerrarse con un juicio a Quintin.

KAPANGA dijo...

QUINTIN, YA TE VA A TOCAR, YA VAMOS A IR POR LOS COMPLICES.
TE PREOCUPA EL CIERRE QUE SE ESTA DANDO DEL TEMA PORQUE VIVIS EN LA NUBE DE PEDOS DE PERFIL. ENTONCES HACES SINTESIS DE REGGIARDO TOLOSA-FONTEVECCHIA-REATO. POR ESO DECIS QUE ESTA TODO EMPANTANADO. YO DIRIA LO MISMO SI FUERA EL ARTISTA GAY DE LAS MUJERES DE LOS MILICOS QUE TIENEN APROPIADO UN PIBE DROGADICTO QUE ES HIJO DE ALGUN SUBVERSIVO Y LEEN TUS COLUMNAS EMPASTILLADAS Y PARANOICAS DE QUE LES APAREZCA CARLOTTO A TOCAR LA PUERTA DE CASA.
NO TE PREOCUPES, TIEMPO AL TIEMPO. YA VAMOS A IR POR MARTINEZ DE HOZ, LA NOBLE Y VOS (EL ARTISTA COMPLICE DEL REGIMEN DICTATORIAL)
SIN JUSTICIA NO HAY PAZ
JUICIO Y CASTIGO A LOS GENOCIDAS Y SUS COMPLICES (VOS QUINTIN, VOS)

Diego dijo...

Martín,

Fue interesante el debate que mantuviste con Quintín. Tengo algo para acotar pero lo voy a hacer más adelante, ahora se me enfría el pollo. Lo único que quiero decir es que me impresionan lo obtusos y jodidos que son los terceros que acotaron en contra de Quintín.
Aunque no lo sepan, no son casualidad en éste debate. Al principio se mencionó a esa cultura de izquierda bajo la que se cobijaron los derechos humanos en la Argentina y que terminó defendiendo a Cuba a capa y espada. Bueno, ahí está. Uds dos, tanto vos como Quintín, con todas las diferencias que tienen pueden verlos desde afuera.

Saludos