El contexto de su originario triunfo en Morón bien podría recordarse así: la ciudad proyectada sobre un municipio emblemático, la Alianza se expandía... Y cualquiera que conoce Morón puede pensar que no era imposible el triunfo de una propuesta progresista. Pero esto de lo que se habla: del desembarco definitivo de Martín Sabatella a la ciudad de Buenos Aires, podría ser entendido como el lento retorno del progresismo al útero, luego de aquella incursión incapaz de multiplicarse o de contagiar, como un círculo que se cierra sobre una figura intachable, sobreviviente mas digno que Ibarra de los ciclos progresistas. Ciclos que finalmente encontraron su horma: el progresismo peronista, posible. La caída del progresismo en Buenos Aires tuvo su escena del crimen: un juicio político, es decir, aquello que habían reservado para sí mismos el uso de facultades judiciales para hacer política. ¿Vuelve Sabatella? ¿Vuelve un gran político que hizo años de frontera? ¿Alguien frente al cual dirán "si pudo allá... cómo no va a poder acá"? Con esa velocidad retórica, marca registrada de los que pasaron años en las escuelas de cuadros bolcheviques, Sabatella impone una migración natural cuyo ascenso bien podría ser visto -por muchos- como un descenso nacional: vuelve del conurbano, luego de no poder perforar el muro. A mi me quedan dudas de que sea tan así (¡¿un ex candidato no aseguró la otra noche que eso era mentira?!). Pero, pero, pero, imaginemos su llegada como la de un general profesional y científico que ha enfrentado a las turbas federales, imaginemos que ya en la pax porteña todas las tardes se reserva, junto a sus íntimos, alguna palabra de honor para esos viejos intendentes, celosos aún en su misma antigua tarea: construir el orden. Y el orden del conurbano es el orden de la nación. A mi me gustaba esa oveja blanca ahí, qué quieren que les diga. Haciendo ruido, contaminando un poco las cuentas claras de la prosa plebeya del orden. Aún como excepción de la regla. Sabatella ahí, rompiendo las pelotas, quizás, dicho con amor: los hacía mejor a los otros.
6 comentarios:
Acuerdo total con el post.
Yo no lo veo.
Me parece que la movida tiene más que ver con la pulseada con Pinolux que con un dispositivo concreto y real de poder en el distrito.
Preguntas ¿Hay lugar para un 3º sector "progre" en la Ciudad por fuera de Proyecto Sur y el PanKichnerismo?
Quien hizo una bandera de lo inmaculado, ¿se banca esta bandazo?
Está dispuesto a cerrar con la jauria que se le va a ir encima?
Lo dudo.
Saludos
Todo bien, pero ¿por qué lo de "vuelve"? Si se fue de Flores a los 8 años y se hizo políticamente en Morón. Mis disculpas, no veo una pizca de épica en la movida, más bien patética si cierto fuera: el resistente volviéndose de súbito provinciano, resignando lo ganado en buena ley para que ex-ibarristas y ex-telermanistas en disponibilidad sean los que acometan una vuelta (la de la sortija, si se diera, por cómo le caería de improviso y gratis a ciertxs sátrapas menores).
Un saludo.
Estoy de acuerdo, a mí también me gustaba (me gusta) así. Y sigo dudando que viene para acá.
Otra cuestión: algo que no entiendo: "pax porteña" versus conurbano. En la capital están el Bajo Flores, el barrio Piedrabuena, Lugano. Habrás andado por ahí, y visto que nada que ver, no ya con Barrio Norte o Monserrat o Parque Chas: Constitución, Liniers, Once o Chacarita, en comparación, son el colmo del lujo primermundista: otro mundo. ¿Qué pax? ¿Eso no es capital? ¿No estamos aceptando tranquilamente la visión de la progresía ibarrista y del macrismo? Pero aclaro que no son afirmaciones disfrazadas de preguntas: lo pregunto en serio, porque no alcanzo a entender la cuestión.
Emilio: la "vuelta" es metáfora del itinerario progresista que desbordó la ciudad y que derramó sobre un municipio particular y desguazado demográficamente como Morón. El progresismo se quedó sin gestión, y el supuesto arribo de Sabatella a Bs As lo veo como un retroceso, como una suerte de volver a empezar, mas allá de que Sabatella sea un kirchnerista. Y una figura política interesantísima.
Daniel: la ciudad de Buenos Aires tiene su pequeño conurbano adentro, pero su hegemonía electoral, cultural y política se concentra en Caballito. ¿Qué quiero decir? Quiero decir que esa división tajante entre ciudad y conurbano no es idéntica a la realidad, sí que mas o menos se guía por las culturas políticas dominantes. De allí que las pésimas y retracitvas políticas sociales de Macri (tanto como las tibias de Ibarra en su momento) no alteren su caudal electoral. Si vos creés que yo digo lo que creés que digo es porque no leíste nunca este blog. Como no es así: te digo que para la gente que vive en la miseria, en Villa Soldati, Bajo Flores, Parque Patricios, Barracas, Retiro, etc., hay una lenta política de desgaste que, por ejemplo, podés leer acá: http://www.noticiasurbanas.com.ar/info_item.shtml?sh_itm=4b4969ac0891136cb0af5de59e8d33ac
La elección de la figura de Sabatella no es para cautivar a esos pobres sino para penetrar en la clase media históricamente progresista. Por lo tanto, el uso de ese término ("pax") esconde una realidad bastante terrible, en cuanto a que los conflictos sociales (¡que los hay!) no alteran en absoluto la estabilidad política de una gestión que hace poco, o nada, frente a ellos. En todo caso, ese término está cargado de cinismo.
Ratatuil: yo no tengo la mas puta idea de cuál es el dispositivo que arma esa movida, pero no me gusta. No me gustan esos saltos territoriales, ¿me gustó el de Kirchner a la provincia? Me pareció políticamente inevitable, una decisión de última jugada. Esto me parece tirado de los pelos, y pensado en un laboratorio de ideas al que no le doy mucho crédito.
Abrazos para todos.
Buen tipo el chaqueño que le afana tierras a los aborígenes, me hace acordar a Ernesto Adefesio G. que es un nazi fanático y falso que se postuló en la lista 300 de Biondini
A mí también me hace acordar a Ernesto. Y a otros muy parecidos, casi calcados.
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