- El apego de Lavagna a una idea "ortodoxa", digamos que a una mística ortodoxa, alguien capaz de decir sin fantasmas a su alrededor cosas como que este era un gobierno de los que "Perón echó de la plaza", o evocar el abrazo de Balbín-Perón, homenajear a Frondizi, ponderar en Evita la vocación social que el peronismo ha perdido, tuvo su flor: una hermosa cala en la boca del tiempo. Volvió. De donde no se había ido o donde nunca se estuvo: es lo mismo. Y ya está el perdiodismo, por suerte, diciendo toda la verdad.
- En relación estricta al Partido Justicialista (al que estoy afiliado, mas allá de la bruma ignota que envolvió su carnet), podemos decir que es animado por la fe de que puede -mas o menos- recomponer el orden del kirchnerismo: hacer política con una referencia mas clara, y cuando el carro ande...
-¿Qué hará la pastoral de organizaciones sociales? Pérsico: llenarán fichas a lo pavote. Los del Frente Transversal: ¡mamita!, algunos esperarán a que Depetris les diga "lo que Néstor le dijo al oído en un avión"; otros, héroes de la clase obrera, seguirán haciendo equilibrio en una soga aún mas fina. Patria Libre del Sur: lo de siempre, apoyo crítico, mas crítico aún, imaginando ser una pata social de una posible liga mestiza que haga carne en las intendencias ganadas del conurbano (Barba, Martín, no sé).
- Lavagna permite conjugar la recomposición partidaria con cierto sabor a que puede desde el vamos sumar líneas internas. Lavagna como contención de un pejotismo duro, duhaldista, tipos a los que les ha costado mas la variante del pragmatismo hacia la izquierda, y que hicieron de su ortodoxia una especie de catecismo de los símbolos, cuando -si de peronismo peronista se trata- los desvíos del menemismo también contenían jugadas "simbólicas" audaces (el abrazo con Rojas), pero Menem preservaba el partido.
- UCR: ganará espacio una línea dura mas anti K aún, cuya lectura genial dirá "que es hora de volver a la banderas". Fuiste mío un verano.
- El peronismo cristiano vs. el peronismo apostólico y romano = K.
Porque sí.
2 comentarios:
3 millones de radicales se sienten como pelotudos (bueno, digamos 2 millones y medio, no todos los votos de lavagna fueron votos radicales)
Lilita acaba de ganar por lo menos un millón de votos, Stolbizer tenía razón
Se pusieron líricos al final de la nota de Perfil: "Es una bolsa que flamea, sedienta, insaciable"
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