domingo, febrero 03, 2008

La peor obsesión de un narrador es la poesía.

Su incapacidad poética, digamos, es su obsesión.

O sea, el malentendido extremo de lo que entendió por poesía.

Todo discurso no liberal está a la izquierda del discurso liberal.

El problema mas grande de un narrador: no entender ni la poesía ni la política, o sea, su lengua.

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