Qué cagada, pero lo mejor de Perfil sigue siendo Fontevecchia. Y, específicamente, sus entrevistas. A veces se nota que el trabajo de recopilación de datos sobre el entrevistado, de tan obsesivos, abruman, o tienen una búsqueda demasiado obvia de la "psicología" del entrevistado que, siempre que la psi se arrastra a la política, en fin, hay una especie de teoría de la neurosis del político que no lleva a nada. Los que hablan de la psicología y de la moral del poder y la política rumbean para el lado de su clausura, de la clausura de la política quiero decir. Pero bueno, eso. Éste contrapunto pasó desapercibido injustamente. Por ejemplo esta pequeña encomienda directa al grano: —Le pongo un ejemplo. En el otoño de 2001 usted escribió: “De no mediar contagios por crisis externas de magnitud, conflictos políticos internos severos o una decisión doméstica unilateral de reestructuración de deuda, la Argentina es muy difícil que vaya al default en el año 2002”. Como entre el hoy y la fecha del pronóstico median tantas situaciones, ¿qué sentido tiene pronosticar? Hay alguna mas: en un reportaje de la revista “Noticias” en abril de 2000, usted dijo: “Creo que la Argentina va a mantener muchos años el tipo de cambio fijo”. Y el periodista le pregunta: “¿Qué le recomienda a la gente”, a lo que respondió: “Que se endeude y que se arriesgue, yo personalmente lo estoy haciendo”. Al final, hay algo: un tipo como Broda devuelve la sensación cálida de que la vuelta a la lucha armada sólo valdría la pena en términos personales (matar hijos de puta porque sí):
Si hay alguna patrulla perdida por ahí,
a la que no le avisaron que la guerra terminó
(guarisover, guarisover, guarisover),
haciendo entrenamiento en Ezpeleta,
y a la que el kirchnerismo no captó...
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