domingo, febrero 24, 2008

Todo cartonero es político

En su momento (y me hago cargo de que se trata de una imprecisa, vaporosa versión) supe de que se estaba negociando entre TBA y el gobierno nacional (Jaime) "algo", y que TBA apuntaba en el pliego de condiciones (¿para un plan de inversiones?) el cierre del Tren Blanco. Y que el gobierno nacional, a través de..., dio el sí. No es pro ni progre permitir que cualquiera puede vivir bajo un árbol, pero hasta que "los cartoneros" puedan despojarse de todas las versiones energúmenas que se montan sobre ellos, sobre lo que hacen, sobre la mafia, sobre los nuevos asentamientos, sobre el "trabajo infantil" (entre paréntesis llevar un niño a trabajar está sujeto a varias decisiones simultáneas: no tenés dónde o con quién dejarlo, sensibiliza al vecino sensible, previene a la actuación policial maldita que a un adulto con un niño es-mas-difícil-que-se-lo-lleve-preso, ayuda en el trabajo, porque el niño, sí, trabaja, y podríamos seguir por una amplia gama de colores), pero digo: no va a poder ser pensado con la serenidad estatal que requiere una política focalizada (sí, focalizada) que asuma una referencia concreta y desde la cual ordene si no se para la pelota, ¿de qué hablamos cuando hablamos de cartoneros? Lo mas idealista es imaginar una política socioambiental que los reconozca aliados en el reciclado y la recuperación, y que tienda al asociativismo y su participación en las ganancias, con saltos en la cadena productiva. Cadena que empieza en negro, sí, roñosa, que empieza en la bolsa de un vecino, en el container, pero que cuánto tarda en que un galponero X donde los sábados se le vende la blanquee y termine en una papelera hecha y derecha. Conozco, porque trabajé años en un programa ibarrista mas, la "problemática cartonera". Si es un trabajo o no, entra en un terreno de discusión que, en todo caso, tiene niveles. Una visión apurada y acusada de relativista dirá que sí. La existencia del circuito comercial dirá que sí. La visión ambientalista le dará un valor comunitario importante, en un mundo metropolitano donde instalar una planta de separación de residuos, ni hablar un relleno sanitario, despierta la furia cacerolera bajo el manto ecológico. La perspectiva represiva, asumida por el macrismo gobernante, pretende recuperar terreno perdido desde el boom del realismo mágico del 2001/2002 cuando el precio del papel/cartón pegó un estirón. Por ejemplo, a un último pliegue de licitación aprobado para las empresas de recolección en el que se les adjudica el circuito de recolección y el pago por "zona limpia" se intenta volver al pago por tonelada (o sea: las empresas pueden volver a decir lo mismo que Macri en el 2002, que los cartoneros "roban la basura", hasta ahora comparten "un mismo compromiso" y las empresas limpian el chiquero cartonero, total, les garpan por el circuito de limpieza, ahora si la cosa es volver a sumar volumen, esos morochos serán su enemigo). Es el capítulo cartonero de la guerra por el derecho a la ciudad que tendrá su capítulo habitacional, sanitario, etc. Pero no estoy seguro que la responsabilidad del nuevo gobierno municipal sea exclusiva, es decir, está servido en bandeja que el rechazo y la represión están a flor de piel, pero hay una cadena de responsabilidades que requiere que el toro por las astas sea tomado a nivel nacional. Las consecuencias del cierre del tren blanco eran previsibles, y se empezaron a incubar un año atrás. Aunque le tocó a Mauricio hacer de sheriff. Y algo mas: doy fe de que la ONABE jamás dio visto bueno a armar una sola cosa (una guardería de carros, de niños y niñas hijos de cartoneros, etc.), por ejemplo, en terrenos de la estación Constitución. Claro, son eslabones desmembrados (las empresas de recolección, la secretaría de Transporte, el gobierno de la ciudad, los municipios del conurbano, las empresas de tren, la ONABE, etc., etc.) que se patean el tema. ¿Había una vez una ciudad que los registraba (RUR), les daba guantes, pecheras, los vacunaba, estimulaba su asociatividad, etc.? Esa ciudad no existe mas. Eso duró lo que duran las convicciones en un hombre de la calidad de Aníbal Ibarra (que añito después "creó" el RECEP, averigüen, averigüen). Pero eso era algo mejor que esta mierda, que salpica a todos, a todos.

8 comentarios:

Mario Posse dijo...

Che, vieron que bueno está Buenos Aires??!!!

Pucha, no te digo, este Macri sí que sabe hacer las cosas. Y ni siquiera tuvo que pedir una orden judicial (total para que, es gastar papel), lo hizo solito, solito. ¿Para que se va a andar metiendo con cuestiones tan estupidas como la LEY o los DERECHOS? Esas cosas son del siglo pasado, como dijo la otra vez en su discurso. Este es un siglo nuevo, un siglo nuevo para la gente de bien (........). Porque esos que sacaron no eran gente de bien....si ni siquieran tenian un IPOD para escuchar musica o una NOTEBOOK para llevar las cuentas de su trabajo. No, no, ya te digo, Macri dijo que iba a limpiar la ciudad para la gente. Y parece que Macri cumple sus promesas.

Ya barrió a los cartoneros de Belgrano. ¿Qué es lo que sigue? ¿El Centro Social? ¿El Centro de Salud? ¿La Escuela de la esquina? ¿Tu casa? ¿Mi casa? ¿Tus derechos? ¿Los míos?

Paremosle la mano, que por algo estamos en democracia.

www.lavictoriaeseltrabajo.blogspot.com

Edukadores dijo...

Muy buen análisis que apunta a las complicidades de diversas administraciones, y no a focalizar en tal o cual personaje supuestamente mas reaccionario que otro como si en el contexto nacional tuviésemos de un lado a la Sierra Maestra y del otro a un exclusivo Batista.
No se si el punto es una polítca focalizada, adscribo más a las políticas universales.
De todas formas, si creo que el tema de los caroneros debe ser abordado con una perspectiva de integración social.
También hay que analizar el rol de una sociedad que no quiere verse reflejada en el espejo de cartoneros y piqueteros, que le recuerdan su propia "caída"

Anónimo dijo...

tranqui, qe pronto macri se atraganta con una espina de merluza.
ahi no mas re piola hacemo el gran festejo cachengue.

Nicolás Tereschuk (Escriba) dijo...

Muy bueno el post. Ah... el Estado, la burocracia... la política... sigue siendo complejo todo.
Saludos

Anónimo dijo...

Muy bueno tu post, por fin alguien que escapa al latiguillo berreta antimacri. Por mi parte creo que la sensible de alicia (en el pais de las maravillas) Kirchner se vino pasando el tema por ahi, justo en el centro de sus traumas de fulera. Por otra parte, quiero decir que me siento asqueado por la canalla que gobierna el Estado Nacional, de la cual esperaba mas que de la canalla que gobierna el estado municipal de esta ciudad de mierda, porque con su discursito de "inclusion social" y "compromiso social" utiliza como trampa a los grones.
¿con que Evita crispada se identifica Cristina?

Anónimo dijo...

buena, martín. el problema de los cartoneros es la puntita de pus del drama de la integración al sistema productivo. quizás lo más grave no sea el hecho de la falta de políticas integradoras, que pondría la discusión a otro nivel, sino el cuerpo raquítico de ese sistema productivo. de la mano de las decisiones que tiendan a reconsiderar los derechos universales básicos, los cuestionamientos tienen que formar una parábola más amplia que caiga en la mesa de la nación. en este escenario, viendo en frío los números (donde está codificada la verdad) la pregunta sería: de darse en un porcentaje mínimo aquello que sería el ideal de los cartoneros en cuanto a la recuperación de derechos esenciales, ¿quién los necesita?. ¿las máquinas empaquetadoras del palomar?, ¿los herederos de manliba?
como está dada la cosa no hay adonde ir a vender la fuerza de trabajo. no hace mucho los ruralistas, los padrastros de todos los industriales, se jactaban de darle trabajo a dos millones de personas.

Anónimo dijo...

el problema de los cartoneros, que molestan, eso es visible, es la otra cara del monumento a la memoria, dejo al pasado como insecto en el ámbar así, inactivo, ya no jode y puedo seguir, haciendo favores, el problema de fondo es este remedo peronista, pastiche, donde el amo se esconde, se hace menos visible, o al menos eso intenta. sin querer simplificar (sino pasaría a ser un "básico")el gobierno debería salir a defender con uñas y dientes la situación de los cartoneros de la misma manera que defiende el precio de la nafta, y no lo hace. el consorcio sigue siendo para unos pocos.

Anónimo dijo...

Recep: Dicese una patrulla del gremio camioneros que echaban "recuperadores urbanos" (no se dice cartoneros)a las patadas limpias en el culo. Otras prácticas consistían en incendiar sus colchones y pertenencias.