jueves, febrero 22, 2007

Aguante HAL

Desde el '83, la cárcel de un ex presidente democrático es un tema político. Ok. Sería en ese terreno en donde sostengo que la decisión política que existe hoy para atentar contra la libertad de De la Rúa no me gusta. No me gusta que un presidente robe, tendría que ir preso, sí, pero tengo mis dudas de que estemos hablando exactamente de delitos que uno podría desprender del árbol general de los hechos y juzgarlos. Juzgar un presidente es juzgar un entramado político, una profundidad bastante delicada. Cuando los campeones de la anti-política nos hicieron creer que lo peor de la política es lo que los políticos roban, fue cuando esos campeones se vistieron de políticos, y el FREPASO empieza a soñar con su federación de ONG's.

Tengo para mi que los negocios de cada gobierno tienen íntima relación con el tipo de modelo productivo, o de acumulación, que desde el mismo gobierno se quiere gestar. Kirchner cae por el lado de De Vido (es claro que eso habla de uno de sus puntales económicos: la obra pública). Lo de Menem tenía que ver con el negocio, sobre todo, de la venta del patrimonio público. Bien. Pero esta causa de De la Rúa, quizás, hablaba de la forma sucia de la ALIANZA para hallar una especie de legalización del modelo anterior, darle forma jurídica, frente a un montón de peronistas que, ay, de pronto, recuperaron las 20 verdades de la memoria, y sabían que, sin mediar algunos billetes, no ensuciarían mas su conciencia.

La cárcel de De la Rúa, políticamente, me parece injusta. ¿Se entiende? Y esto es lo que pienso: que entonces, al ser tan fundacionalista cada gobierno democrático (lo que me parece una cagada), la justicia actúa articulando ese relato fundacionalista, pura herramienta que le da base jurídica a lo que es tan sólo una intención política, y que termina en un espejismo republicano.

6 comentarios:

Ulschmidt dijo...

El futuro de De la Rua no me inquieta nada pero sí, Ud. tiene razón,
a) todos se sienten fundacionales, K en especial, y eso cansa bastante
b) los negociados con obras públicas, los arbitrarios subsidios a empresas, las violentas transferencias de ingresos por el control de precios y demás, los piqueteros al servicio del poder, el copamiento de la UBA, los aprietes varios, en fin: K y su séquito podrían desandar los tribunales a futuro tan justificadamente como Menem o FDLR. PERO ELLOS CREEN QUE NUNCA DEJARA DE BRILLAR EL SOL (es un mal genético en el político argentino)

Anónimo dijo...

tas demasiado conciliador pato.jajja. Coincido en parte con vos. Enjuiciar o meter en cana a un ex presi (siendo hasta ahora todos los ex presidentes demasiado fragiles al perder poder) pareciera un recurso de hormiguita republicana excitada por ver a los "demonios" anteriores (siempre los anteriores fueron los peores para las hormiguitaS), pero tampoco da "defener" a fernando martin, bah yo q se, tas raro jaja.
abrazo
l.

Martín dijo...

Schmidt: hay que hacer un juicio histórico y político. Insisto: no puede haber gestión política en un país del capitalismo periférico que resista un filtro judicial. Los capitales vienen a hacer esos negocios, además de los lícitos, o bajo los lícitos, o a condición de los lícitos. Pero bueno, superamos lo mas siome del discurso social del capitalismo de los '90, digamos su impronta de neo-populismo para individuos, y hay que agredecerle a Kirchner, por lo menos, el relato del proceso. Desandarlo va a ser mas fácil cuando venga la Nueva Liga de Refundadores a hacer pasar como nuevo las mejores formas de la continuidad.

Martín dijo...

Lauti: cada año nuevo te vuelve mas amigo de la idea de República. Es como volverte viejo, de buena manera. Es una manera de sublimar sueños, no de reprimirlos. A condición, sólo a condición, de nunca creer esencialmente mas que en la búsqueda de las "mejores apariencias", de los "modos mas delicados", que ahorren la sangre. Bah, qué se yo.

Unknown dijo...

Aguante Paniagua (la pluma más sutil del peronismo lírico).
La cuestión sería establecer si algún delito cometido desde el Estado es escindible del árbol general. Al fin de cuentas, un puñado -o miles- de asesinatos cometidos por orden de la cabeza del aparato estatal tampoco sería fácil de desprender de aquel árbol, del entramado o de la profundidad bastante delicada. También podría decirse que cuando los políticos roban no vemos lo peor de la política pero si se generan las condiciones de posibilidad para que aflore lo peor.
Por otra parte, que la libertad de Menem o De La Rúa dependa de una decisión política no es obra de la casualidad. Ellos también se valieron/construyeron esta Justicia que actúa articulando el relato fundacional del gobierno de turno, para quedar luego entrampados en sus propias obras.
Además, la impunidad de los robos no contribuye en nada a que vivamos algo más que un espejismo republicano.
Saludos.

Unknown dijo...

Dale, vamos a meter a De La Rúa preso, ustedes son hombres valientes que van a lo más profundo de la corrupción, pero son un poco lento, llevan 6 años que derrocaron a De La Rúa.

Digo yo, ¿porque? porque hasta ahora a De La Rúa lo han acusado de cualquier cosa, pero probarle nada, salvo que creamos en que pinocho pontaquarto cargaba 60 kilos en una valija.

Que país de mediocres, que necesitan autoengañarse para justificar un golpe de estado.