A García lo rajaron cuando le encontraron en el cuadernito Gloria el primer verso de una canción que escribió (“Yo formé parte de un ejército trosco…”). Lo echaron como al pequeño Moura. Pero éste, en verdad, por intentar sin mas armas que las de la crítica débil, incorporar al calendario abierto, ése que noche a noche se discute en el staff (ése staff que de noche conduce Pigna) “La Batalla de Monte Chingolo” (o la torpe lección del “cuanto peor mejor”) que –según la última línea- aceleró las cosas de manera irreversible. Mamá: en la colimba montonera, ahí donde con lágrimas en los ojos me pediste que fuera a hacerme hombre, también te levantan a las 6 de la mañana. Pero no para correr o bailar, sino para ver la Batalla de Argelia. El castigo (el baile) lo sufrimos los que nos quedamos dormidos.
No se tortura, se pasan videos de tortura.
Continuará…
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