Otro domingo p & p. Leerlos me lleva toda la semana, descansan al lado de la cama, y van a parar finalmente, cerca del viernes, a la bolsa de separación diferenciada. Por ahora, por la hora, sólo alcancé a chusmear mas el diario despechado que el de Yrigoyen.
Perfil: ¿qué quiere Carrió? Ay, ay, el valor intelectual de Carrió, sus instituciones, me producen lo mismo que cuando Aníbal F. levanta al "cuadro político" de Cristina. Carrió es enciclopédica (además de buchona), Cristina tiene una formación ingenua; lo que importa es la intuición y lectura de signos menos visibles y no impresos en ninguna hoja. Los Grandes no escriben programas, crean consignas. Ahí va una: "el hombre sin partido para un partido sin el hombre" (Alfonsín). Genial. Página 9 del cuerpo principal: si la abrís completa tenés la imagen de Lavagna mirando a Alfonsín, Alfonsín mirando de frente al lector (a la sociedad insaciable). Hay que trocar ese orden, muchachos.
Pero Lavagna (del que no hablé en la selección de los sueños), a ver: ya está, ya te formaste al calor de la clase, ya te fogueó el duhaldismo, adquiriste carácter propio en tus años K, diferenciándote, ok, ahora es el momento de perder el miedo escénico y de mirar de frente a esa familia argentina frente al televisor y decirle cosas mas dulces que "capitalismo de amigos" o "Aguas Argentinas se la dieron al sindicato". Ya lo dije acá: la teoría de los dos demonios no tiene nada de ficción, apenas revela la estructura profunda y la percepción social que todos (TODOS) los involucrados en la guerra ayudaron a construir. Bien. Para la década del '90, lo mismo: una teoría de los dos demonios, el Pueblo (eso que llamamos neutralmente) no es ni privatizador ni estatista. Pero es capitalista, y en un aspecto premiará aquello que haga funcionar mejor las cosas: mas baratas, mas eficientes, mas accesibles, etc. Y diría: la preponderancia de cada una de esas variables (barato, eficiente, accesible) nos dirá un tipo de correlación de fuerzas en la batalla cultural argentina; eso es política, eso fue la política de los años '90: perdieron los que quisieron debatir la función social contra la avalancha de la rentabilidad (el Consenso de W. tuvo su base social en el conurbano), el Pueblo votó y dio su veredicto. Robi: empezá a mostrar que sabés manejar algo mas que los modos nobles de la vieja política criolla (aprendizaje que aprecio), mostrá que estás dispuesto a asumir algún riesgo. Por eso Kirchner es el mejor: tiene ideas propias, tiene códigos (aunque en eso estás en ventaja, vos tenés mas formas y apariencias), es pragmático esencialmente, sabe que el lugar de la presidencia es el lugar de la Vanguardia, o sea: es el que crea las formas, no el que garantiza el respeto al reglamento formal, ¿se entiende? La lección de Menem aprendida.
Alguna vez diremos: decir menemato fue una de las formas últimas de verba gorila. ¿Por qué? Por ese odio a una especie de fervor vulgar de modernidad, de ilusión (popular, desprolija) al acceso al mundo moderno, de familia de William Morris entrando con los ojos como huevos al Jumbo Plaza Oeste, aunque tengan que caminar 100 cuadras por avenida Vergara. Vuelve a ser el odio al Pueblo, diría en trasnoche peronista.
Y dijo Zannini: Un dirigente serio tiene que estar preparado para volver al llano... (página 6).
La peor frase política de la semana, del mes, del año. No: 1) basta del uso abusivo del concepto "serio" (no explica nada); 2) un dirigente serio abandonó el llano para siempre; 3) el llano es el lugar de la militancia llana, el dirigente construye vasos comunicantes, puentes, poleas... pero 4) hasta que no se consolide el Orden Democrático, es decir, hasta que los ex presidentes no conformen un Consejo de Ancianos, dirigentes a dirigir!
Lanata sigue con la guerra. Pero no está mal incluso la nota didáctica de hoy. Pero pienso lo mismo de siempre, su tango: adónde me manda la vida/ desde la caída de Kohan y Anzorreguy...
Lanata: estás volviendo al duro oficio en un diario que quiere enseñarnos a todos que no hay que ser aliado de los gobiernos de turno. Mmm. Dónde nos vamos a meter "Fideicomiso contra la discriminación con la publicidad oficial", de J. F. Vos lo fuiste, hermano. Y ahora, pienso: la obligación moral de todo buen periodista, antes de saber de quien cobra, es nunca dejar de pensar ni de hacer pensar. Por eso, Mario de Palermo, aunque lo subvencione el turismo de Santa Cruz, honra mas la pluma, que el gritito colérico de la Indignación Republicana.
Veremos.
(Continuará...)
28 comentarios:
La oposición al menemismo (incluyendo el uso de la expresión menemato) no implicaba ningún odio a la ilusión popular de acceder al mundo moderno. Tenía que ver con una política de saqueo que dejaba a la mitad de la población fuera de todo mercado. Y como no hay ilusión que pueda suplir la falta de trabajo, o de un ingreso que cubra la canasta básica, o de condiciones laborales dignas, oponerse y denunciar al menemato era, más bien, un acto de amor al Pueblo. Para ser claros, los beneficiarios materiales (no ilusorios) de aquella década no eran precisamente las familias de William Morris. Me parece que tanta trasnoche altera los sentidos peronistas.
Pregunta: frente al enciclopedismo de Carrió y la ingenuidad de Kristina, ¿preferís la formación socrática de Menem?
Abrí el juego Hal, cansa el tono de lo que ya sabemos. Sí, no vamos a inventar nada contundente contra lo presuntamente obvio. Sólo me interesa producir, ensayar, una lectura y una apreciación de lo que no se pudo pensar en esa época, básicamente: ¿por qué los excluidos votaron por los excluidores? Esa es la pregunta desde la izquierda crítica que deberíamos hacernos. El resto, la memoria del saqueo, es una película que no quiere ver nadie: el problema de los '90 es pensarlos en la trama conspirativa que lo único que hace es subestimar la inteligencia del pueblo que amás, TODO EL MUNDO SABÍA LO QUE SE VOTABA, QUIÉN ERA MENEM, ETC.
El resto, es subjetivismo: porque en Morris, el patio pobre de Hurlingham, votaba por Menem/ luego por Duhalde...
No entendés de qué la va esto: marcando la cancha para quedarte tranquilo con lecciones de CBC. Me parece que no estás dando en la tecla, no se trata de decir lo que pensamos, el blog, hermano: es escribir y pensar en voz alta.
Muy bueno, muye bueno. Domingo: día de paja, de lectura. Aunque a veces prefiero La Nación/Clarín, o sea: no el antagonismo obvio y mercenario...
Al fin coincido con vos, Orga, pero con La Nación no supero la incomodidad de leerlo, mal diagramado, etc., y Clarín lo leo en la semana, para seguir mejor el pulso del día a día; pero el domingo lo cierro con Mario Wainfeld en la cama...
A La Nación tenés que aprenderla, es un modelo de pedagogía "ilustrada". Su diseño: también, ambición iluminista, no síntesis periodística a los Clarín. Las cartas al director, el mapa social de los avisos fúnebres... me emociono.
Leé la columna de opinión sobre el Turco Julián, del sábado creo. Hace cinco años (fidedigno) en La Nación los redactoes tenían prohibida la palabra dictadura. Para referirse al PdRN, claro: no para referirse a Fidel.
Martincito, no pretendo atentar contra la voluntad de producir, ensayar y apreciar lo que no se pudo pensar, sino manifestar una disidencia. Lamento haber expuesto el límite de tu tolerancia.
Pero dejemos algo en claro, en este punto, mi falta de un recurso original bien se corresponde con la liviandad de tus aforismos. En cualquier caso, mejor una lectura recurrente pero veraz que un relato inédito pero banal.
Y subjetivismo hay en todas partes, observemos.
¿Por qué los excluidos votaron por los excluidores? A ver, los pobres de Morris votaban a Menem subyugados por el Plaza Oeste. O sea, los pobres querían entrar a la modernidad y Menem les mostraba una puerta. ¿Esa es la respuesta? Y después me endilgás a mí subestimar la inteligencia del pueblo amado.
“TODO EL MUNDO SABÍA LO QUE SE VOTABA, QUIÉN ERA MENEM”: imposible corroborarlo, seguramente hoy se tiene una mejor idea de quién era (o lo que representaba) y difícilmente pueda reunir las mismas adhesiones.
Seguí pensando en voz alta, tranquilo.
Es lo mismo. La clase filoacadémica de ingresos medios, subvencionó, acarició y votó el fracasado proyecto antimenemista que luego denostaría sólo porque querían entrar en la modernidad globalizada de una república, a la cual, la obscenidad no dejaba ingresar -no se vota otra cosa que la oficina anticorrupción en el '99. Y con esto no estoy subestimando la ideología abstract de la clase media. Ni haciendo una valoración. Simple correlación entre hechos concretos, cotidianos, y representatividad política. Creo que Martín hace lo mismo. Te lo sugiero aunque disientas.
Qué es lo mismo? Al fracasado proyecto antimenemista lo acompañó la mitad de la población, reducir eso a una clase filoacadémica de ingresos medios parece broma. En el 99 se votó por la oficina anticorrupción y, también, contra las miserias de un modelo que ya había quedado desnudo. Nadie, en esa elección, reivindicaba la herencia. Lo que luego se denostaría es la incompetencia para encontrar salidas y, en menor medida, el uso de aquellas prácticas corruptas tan denunciadas.
Simple correlación entre hechos concretos, cotidianos, y representatividad política. Sí, es lo deseable antes de lanzar aforismos al vuelo.
Conmigo 1 peso 1 dólar, decía mirando fijo y la cámara se le acercaba para inscribir en ese rostro de viejo provinciano moderno la veracidad de la promesa: porque el único que en 1999 dijo "algo" distinto, en términos económicos, fue el mafioso que dos años después arrasó con nuestro jardín primitivo.
Todo bien, Hal, pero esto no gira alrededor tuyo. Abrite un blog, que es gratarola, pero estoy podrido que cada cosa hags girar alrededor de tu salmo irreductible: lo que decís ya lo aprendimos, ya lo repetimos, ya lo votamos. Cada uno tiene el pueblo que se merece, y la subjetividad que puede.
Coincido con Gonzo, insisto: en 2003 gana Menem, es decir, leo en el fracaso económico y político de taquilla (no sólo en el nivel de espectadores) de la película Memoria del Saqueo, que el discurso hegemónico de que los '90 fueron años malditos de saqueo y conspiración, resulta una construcción rentable en lo político, pero para discutirse y analizarse. Todo lo que se cuenta se sabía- Odio el "Yo no lo voté" tanto como mi madre odiaba el "Algo habrán hecho". Las miserias del modelo de Menem fueron las miserias de un turco ladrón, acá lo otro, el modelo, salía intacto, porque era la hora en que al modelo lo hagan los cajetillas, y no eso 40 ladrones salidos de una novela de Asís. Por esa mierda clasista de fondo no voté a la Alianza...
Ahora: ¿al fracasado proyecto antimenemista lo votó la mitad de la población y al menemista no? ¿Quién carajo lo votó entonces? ¿Cuál es la valoración que se hace entre uno y otro? Y no me vengas con las miserias de un modelo que ya había quedado desnudo, esa no se la cree ni Leopoldo Moreau. Tal vez lo que jodía es que había quedado desnudo. Y lo de la herencia, lo de la herencia... Si eso es amor al pueblo en oposición a lo que ensayaba Martín... Lo que quiero decir es que la calidad del "error" entre uno y otro momento, es cotidianamente idéntico. Ahora, si querés hablamos de otra cosa. Quizás sea ese el problema. Va sin aforismos.
Martín, perdón, no sabía que el único comentario permitido en el blog era un “excelente, hermano”. Tal vez el salmo parezca irreductible pero, por acá, veo poca gente amiga de retractarse. No entiendo por qué te molesta en mis comentarios lo que es un mal general. Si a vos te parece que los 90 no fueron años malditos de saqueo y conspiración estás en tu derecho. Pero no debería incomodarte que algún lector del blog (que sólo gira en torno tuyo, nadie lo discute) pueda disentir y comentar el disenso, incluso para aportar una mirada recurrente y de escasa originalidad.
Sí, gonzo, al antimenemismo lo votó la mitad de la población (diría que más porque nadie levantaba el muerto) y al menemismo también. Pero, obviamente, un voto sucedió al otro. Y la cosa empezó en el 97, incluso en La Matanza, y dos años después no había candidato que reivindicara la herencia menemista, y, en 2003, Menem colectó uno de cada cinco votos en primera y no sumaba uno más para la segunda y, desde entonces, Kirchner sube cada vez que le pega al modelo. Ya en el 99, al modelo no se lo juzgaba ni por sus instrumentos (el 1 a 1, por caso) ni por las ilusiones que alentaba sino por las consecuencias, y eso era lo que estaba desnudo. El modelo estaba herido, en viabilidad y credibilidad, y de la ilusión nada. Lo único que subsistía era aquel miedo que dio lugar al orden menemista, y ese miedo terminó con la Caída.
“Y lo de la herencia, lo de la herencia... Si eso es amor al pueblo en oposición a lo que ensayaba Martín... Lo que quiero decir es que la calidad del ‘error’ entre uno y otro momento, es cotidianamente idéntico”. Para ser franco, no se entiende lo que querés decir.
excelente, hermano
Hal, aceptalo: en el 99 la mitad de la población votó la continuidad adecentada. es decir, votó la convertibilidad con oficina anticorrupción. Ningún modelo había quedado al desnudo. Además, estadísticamente, la votación del 99 es igual a la del 95 para el peronismo, restado el 10 por ciento de Cavallo. los memistas estban cómodos con la covertibilidad, los antimenemistas también. A nadie le importaba un carajo el saqueo, salvo para llenarse la boca en fiestas y levantarse minas. Lo que hay que discuitir no es Menem o no menem, no es saqueo o no saqueo, no es corrupción o anticorrupción: lo que hay que discutir, lo que se jugó, es convertibilidad o dolarización o devaluación. Ahora bien, no hay ningún afecto político enteramente positivo ligado a nin guna de esas alternativas. Todas tienen sus pros y sus contras. Por otra parte, "el salto cualitativo en la conciencia popular" es un juguete trosko a lo Aliverti que se va a dar el día en Herminio Iglesias sea gobernador. Analizar la política con eso, o con frases del tipo "el modelo quedó al desnudo" no sirve para nada. El modelo siempre estuvo desnudo, al menos para la mitad de la población.
"El modelo siempre estuvo desnudo, al menos para la mitad de la población"... que lo votó, agregaría yo. ¿Un aforismo? Y, la política es más inentendible que Narovsky o Federico Jeanmarie... ¿Por qué siguen publicando?
Maia, entre el 91 y el 96, el modelo se tradujo en inflación cero, inversiones extranjeras en el área de servicios y crecimiento sostenido del PBI. Pero para el 97 ya teníamos desocupación en dos dígitos y legislación laboral precarizada, empezaba a estancarse la economía, los niveles de inequidad social y pobreza también se disparaban, la mayoría de las economías regionales estaba en crisis y los sacudones externos mostraban lo endeble de nuestro modelo. Eso tenía una traducción cotidiana en la vida de pobres y clases medias; y esa cotidianeidad expresaba la desnudez del modelo (que no estuvo expuesto mientras hubo crecimiento subsidiado por endeudamiento y flujo de capitales extranjeros).
La diferencia entre la elección del 99 y la del 95 radica en que, entre una y otra, ya no había candidatos que reivindicaran el modelo (salvo Cavallo, claro). Tampoco lo hacía la mayoría del electorado.
Por supuesto que la Convertibilidad no era un asunto menor, pero, en el discurso público, se representaba como una cosa instrumental -garante de estabilidad-, independiente de los patrones productivos y ajena a la matriz de distribución. Ya sabemos del error.
Sobre las categorías de análisis, en otro momento la seguimos.
Ok, Hal, ya nadie tiene muchas ganas de discutir con vos. Anotate en el CBC para dar clases. Un abrazo fraternal.
Bueno, Orga, cuando termines el secundario te espero por allá. Besitos.
Ayudanos, Orga, a hacer la Obra.
Escribir el relato por izquierda.
Te pusiste mimoso: el pecado progresista de ir haciéndose trolo. Es la estafa que te teje la vida por dejar de pensar. Sacate de encima las 20 verdades progresistas y salí a la vida.
Mejor mimosos y trolo que eunuco. Dale, crecé y terminá la escuela que te espero en el CBC para enseñarte algunas cosas.
Hal, yo sí tengo ganas de seguri discutiendo con vos. Insistoi en que partís de un error, que es considerar que la elcción del 99 marca la desnudez del modelo menemista. La gente que votó a Duhalde es la gente que siempre vota al peronismo y que también votó a Menem, con dos dígitos y sin dos dígitos. La gente que votó a Cavallo era la que estba aliada con Menm y ahora no porque no era lo suficientemente liberal. la gente que votó en contra de lo que vos llamás "modelo" ya había votado en contra de Menem en el 95 (30 por ciento Bordón, 29, por ciento Masaccesi), no sé sie en contra del modelo. Las economías regionales en crisis desde el 97 redundaron en gobernadores peronistas, por lo tanto menemistas o casi, en el 99. En serio, no veo de dónde sale tu idea de que la gente en el 99 hizo un click y votó en contra del "modelo".
no era cuestion de votar en contra o a favor del modelo, porque no habia, ni podia haber todavia, otro modelo.
a lo sumo versiones, correcciones, combinaciones ligeramente distintas del mismo, cavallos mas uno. toda epoca solo conoce o discute distintas versiones de un mismo modelo, pero nunca puede escapar a los limites que ese modelo mismo (que se confunde con la epoca y con su imaginario)le marca. hasta que llega la crisis que es el final de la obra, del modelo y de la epoca.
política y teoría en los dos últimos comentarios, de ninguna manera estaba en el imaginario salir de la convertibilidad, la clase política burguesa lo supo leer -como siempre, desencanto trosko mediante-, a lo sumo se sacaban de encima la paternidad del modelo, pero nadie votó por un 3 x 1, a lo sumo en el sector pobremente ilustrado que suele escribir la contratapa de los diarios oscilantes del progresismo había un crítica moral, profunda, seguro, pero ni ahí llegaban al hueso: el turco daba asco y la pobreza daba miedo, parecía que pronto iba a llegarle a los universitarios hacer cola por una vianda.
te lo tengo que decir, Hal, me hacés acordar a la versión más descolorida de Bonasso, aburrido e hinchapelotas. no te enojes, pensá un par de días, ya sé que en frío vas a poder bardearme con inteligencia. lo tuyo es el parlamento, del lado laborista, capo.
anónimo, no tenés nombre ¿por qué voy a querer bardearte (con o sin)?
tenés razón, HAL. disculpá, yo pensé que lo tuyo era un pseudónimo. un abrazo grande, posta, me hacés divertir. no aflojes.
Un pseudónimo (cosa rara en la blogosfera) con el que se firma cada comentario, un perfil y hasta un correo electrónico. O sea, una identidad propia de este medio. Pero un anónimo es nada, ¿y cómo se bardea a la nada?
ah, es cierto, la blogosfera blanqueo la discusión y es cosa de guapos. hal, qué pibe groso sos, otro valiente. pero ya está, pasemos a otra, debemos estar aburriendo a todo el mundo. aprendamos.un abrazo.
¿guapos? ¿valiente?
Controlá la medicación, dale. Pasemos a otra. Abrazo.
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