jueves, septiembre 24, 2009
La frase que sube Daniel es una gran frase, es una frase que dice cosas ciertas. Sí. Y condensa todo el sentido sobre el que barrena hoy el conflicto político. Pero es una frase, a la vez, problemática en su "espíritu", porque lo otro, eso otro que la tolerancia "reprime" del lenguaje (y mucho mas allá también), aparece deshistorizado, ¿habla de combate armado? Es decir: no sabe qué oponerle y mira atrás, busca entre los cuerpos fríos que permanecen en el campo de batalla los símbolos de las viejas guerras. ¿No sería necesario, no sería mucho mas revelador, no habría mas agua en la palabra tolerancia, con toda esa inspiración liberal (que sea capaz de extremarse en muchos casos)? Contra la ausencia absoluta del sujeto de esas palabras... Digo: esa "operación ideológica básica" también es el resultado de una guerra, de un proceso, de un orden democrático que no pudo -¡obvio!- torcerle el destino final y desgraciado al mundo y al país, pero que nos revela las condiciones en las que actualmente se hace política. Hay que estar en la época con todo (¿alguien se imagina a un militante juvenil demócrata-progresista con algún mínimo de posibilidades de garcharse a alguien en 1973?). Por supuesto que nosotros podemos advertir los dispositivos, como ahora lo hacemos con el positivista Nelson Castro y su pensamiento reaccionario, con el grupo Clarín, etc. Pero cuando alguien habla de combate armado, también lo hace a la luz de una situación histórica: no puede haber un combate que no se puede ganar. Que no se puede librar. Que carece de sujetos ajustados a algo mas que las provocaciones publicables en diarios liberales. Hay que embutir en la palabra tolerancia todo lo que esa palabra desecha sin romperle su aura liberal, para que se use en su uso la fuerza del otro. Si a la tolerancia le oponemos el museo social de la lengua...
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17 comentarios:
Buen post!
Sin duda. Transformar la actitud de condena del presente tan perezosa y fácil en búsqueda y creación de las posibilidades positivas de lo actual. Justamente porque la izquierda rehúsa hacer esa transformación es que uno se aleja cada vez más de ella.
Es que si no para qué carajo estamos? para prolongar afónicos la memoria gastada de algún logro del pasado? Más que banderas y contenidos, lo que el pasado quiere que aprendamos es a tener iniciativa, como la tuvieron otros. Porque si no estamos realmente mal parados para la creación. Será mejor o peor época que otras, no lo sé, pero es la que hay, y condenarla es condenarse uno mismo al aburrimiento y la inmovilidad.
Saludos.
Tranqui, Martín, que nadie quiere el combate armado. No quiero chicanearte ni etiquetarte fácilmente, pero por momentos adoptás una actitud sarleana: ves la palabra "combate armado" y te asustás. Si puse esa cita no es porque quiera combate armado ni nada parecido. No lo quiero, no me interesa: soy el tipo menos dispuesto a combatir ni quiero que corra una sola gota de sangre, no jodamos. "Combate armado" es apenas una de las opciones, entre varias, que Zizek dice que fueron reemplazadas por la idea de "tolerancia", o, mejor dicho, la "operación tolerancia": leé todo lo que se dice, no solamente una frase. Te asustás muy fácil. La fórmula (aunque no hay fórmulas) sería "ni tolerancia ni lucha armada: búsqueda, conflicto". El problema con "tolerancia" es que, tal como se usa la palabra, se esconde qué es lo que se tolera, qué se reclama tolerar. Siempre un mínimo de tolerancia es imprescindible. Siempre es imposible la tolerancia, hay un punto en que se rompe, porque hay intereses, fuerzas en conflicto: hay que saber ponerse con inteligencia en ese juego. Pero lo peor, lo que ya me tiene harto, es ese reclamo tonto, supuestamente renovador o actualizador, de "estar en la época". No le voy a contestar a rai porque no lo conozco y porque temo interpretar mal su comment: así como está me da la sensación de que postula una justificación de todo lo existente, un no hacer nada porque el presente es el presente y hay que aceptarlo. Algo parecido estoy viendo en unos cuantos que vienen con el recitado "estar en la época", "aceptar el presente". Hay momentos en que me empiezan a sonar a coartadas, pretextos. Pero de tu parte creo que hay algo genuino, sincero, cuando lo decís. La cuestión, Martín, es que hay que estar en la época, claro que sí, pero a la vez contra la época. Las dos cosas al mismo tiempo. Siempre fue así. Hay que tener los ojos bien abiertos y los pies completamente puestos en la tierra, sin ninguna nostalgia, pero sin conformarse con nada de lo que está por el solo hecho de que esté. Y muchas veces, me parece, los que se la pasan llamando a terminar con la nostalgia setentista, lo que están pidiendo es que los dejen con lo que hay, sin preguntarse si podría haber otra cosa, o al menos intentarlo. ¿Lucha armada? No: la lucha armada, ya se sabe quien la gana. Pero tampoco aceptar que al juego lo planteen los poderosos. ¿Se creen que están planteando una propuesta nueva, más "joven", de verdad? No es una cuestión generacional: la resignación y el conformismo son tan viejos como los delirios revolucionarios al pedo.
Daniel, no me asusta nada de la cita que, por otra parte, que la hayas citado no te hace responsable de tener que defenderla. Por otro lado, parece tu razonamiento seguir el "efecto" armado: ¿miedo? ¿Alguien dice "lucha armada", Zizek dice lucha armada, y se supone que eso mete miedo? ¿Es tan creíble ese enunciado que podrías suponer que una reacción crítica entraña miedo? ¿Miedo a qué? Meta guacha: a mi me asustan otras cosas menos irreales y mas sinceras. Y no creo que vos lo quieras, porque vos no lo quisiste ni hace 40 años. La frase la leí entera. Esto me gustó: "Siempre un mínimo de tolerancia es imprescindible. Siempre es imposible la tolerancia, hay un punto en que se rompe, porque hay intereses, fuerzas en conflicto: hay que saber ponerse con inteligencia en ese juego." Comparto lo que dice Rai, y lo interpreto como un malestar frente a algo que no puede ser dicho así: no puede ser opuesto a la "tolerancia" aquello mismo que la ha construido- Daniel: la historia construyó esta tolerancia, ¿se entiende? Y en la historia está, en el centro, la "experiencia armada", su fracaso, su derrotero, y la reconstrucción de un orden democrático sobre ese saldo (que incluye la derrota armada de quienes asumieron la causa de la "emancipación"). Por eso esa frase tiene ese aspecto frívolo, superficial, provocador, sin ninguna reflexión sobre las condiciones de esta época. No te enojes tanto, hermano, tu blog es polifónico y está bueno eso.
Abrazo
Daniel: todas esas firmas juntas están en el presente y contra el presente, con los pies sobre la tierra: no soy religioso pero me pareció un milagro. La metáfora de un milagro,
saludos
Oia, ¿qué firmas? Lo pregunto en serio. Disculpen, pero yo sí tengo algo de religioso. Un costado religioso, una partícula religiosa, que reconozco y a la que no puedo dejar de responder, y la palabra "milagro" me pone alerta y ansioso: que haya ocurrido algún milagro así (en el presente, contra el presente, los pies sobre la tierra, muchos juntos) me interesa.
Martín, querido: te juro que no me enojé. ¿Hablar fuerte es enojarse? ¿Levantar el tono es enojarse? ¿Abandonar la hipocresía es enojarse? Esa es la primera cuestión. La segunda: no me sentí responsable de tener que defender a Zizek ni un poquito, sino de intentar aclarar un malentendido. Zizek que se defienda solo, si puede (me refiero a los textos de Zizek). No voy a meterme acá con el tema de tu miedo o tu susto, porque requeriría una explicación muy larga y que me parece que el espacio y el medio no me van a permitir, pero esa fue la sensación que tuve: algo así como un reflejo condicionado que reacciona inmediatamente, y no lo veo sólo en vos. Sé que vos sabés que nunca estuve a favor de agarrar los fierros, pero el caso no es si yo estuve o no estuve a favor (antes lo condenaba, ahora lo comprendo y hasta lo justifico), el caso no soy yo: es una imagen que muchos tienen de "los 70" y que parece pesar como un superyó opresivo del que hay que liberarse porque su mandato heroico es agobiante. ¿Cómo hacerse cargo de ese "salgan a morir, chicos"? Bueno, manden a la mierda ese mandato heroico, pero sepan que para mandarlo a la mierda no hace falta convertirse en cultores del consenso republicano, las formalidades del democratismo, la "calidad institucional" y el dialoguismo a ultranza, vacíos de calor popular, pasión y conflicto. Tercera cuestión: malentendido con el término "tolerancia": esa tolerancia que decís que construyó la historia es una cosa, y lo que está diciendo Zizek cuando habla de "tolerancia", que se parece más a lo que digo yo cuando uso ese término, es otra cosa. Vos te referís, más o menos, si entiendo bien, a una capacidad de tolerar, que fuimos aprendiendo a tener a la fuerza, nos guste o no, porque no tuvimos otro remedio, y a la que es mejor aprovechar que desaprovechar. Y en eso estoy bastante en desacuerdo con vos y (si esa fuera su idea) con tu amigo. Pero la "tolerancia" de la que habla Zizek es el ideologema "tolerancia": es un instrumento de batalla, particularmente agresivo, que encubre formas de ocultamiento y dominio, que obliga a callar ciertas cosas. Es un modo de la mentira, un pretexto, una coartada, un sustituto. Finalmente: Zizek no habla del pasado sino del presente. Lo que dice del pasado no tiene ninguna importancia, olvidá lo que dice de lucha armada o lo que sea: es un paréntesis, un suplemento, no es lo que más importa. El problema, lo que titila candente en su enfoque es esa "tolerancia" asesina. Y es asesina porque legitima un orden asesino, que asesina por el solo hecho de perpetuarse. Y es cierto que mi blog es polifónico: Zizek no habla en mi nombre, ni Gelman, ni Cardenal, ni Simone Weil, ni siquiera yo mismo a veces: no estaba saliendo a defender lo que aparece en mi blog sino a discutir tu interpretación. Bonus track: tuve toda la sensación (muy interesada, si querés), que la cita sobre "representación" que en el post siguiente tomás de La Barbarie contradice puntualmente lo que decís en este post. Si así fuera, bienvenido al club.
Fe de erratas, o de fallidos: cuando digo "en eso estoy bastante en desacuerdo con vos y..." quise decir "en eso estoy bastante de acuerdo".
Daniel: yo escribí milagro, y de inmediato, "la metáfora de un milagro", para reforzar que yo no tengo nada de religioso, y si se quiere, como una forma de festejar que todas esas firmas, entre las que está la tuya, estén juntas. Seamos o no amigos. Si seguimos por ese camino, cada vez seremos menos amigos (no vos o yo o cualquiera de las combinatorias que pueden hacerse, o hacen o no hacen quienes firmaron); menos amigos, decía y más diferencias; Zizek y Simone Weil no juegan este juego que como vemos, se juega como se puede.
Y algo más: republicanismo, consenso, fraternidad vacía, formalidades... si fueras tan amable, ¿podés decir dónde las ves?, ¿en Kraft Food las ves?
Como la palabra tolerancia es la misma, y como yo no tengo la menor idea de cuál es la geografía de y sobre la que escribe Zizek, la leo en mi realidad, en mi ciudad... en mi país. Y a esta altura del partido, tu argumento confirma mi comentario: te replanteás la visión de la lucha armada, la crítica a esa "metodología" que hiciste mientras eso tenía sentido y contexto, y a mi me parece que eso que decís ahora tiene la violencia y la impotencia de la que hablamos siempre, y de la que todos hacemos síntoma, como si en el fondo dijeras: hubiese sido mejor asumir decididamente y definitivamente la violencia, que todo explote, llevar las contradicciones a su límite. De verdad, yo leo ahí como una catarsis sobre el pasado que es una violencia que se ejerce sobre el presente, algo como: al final era al pedo ser tan tacticista cuando el enemigo mató a todos los que quiso (miles de ellos tampoco eran de las organizaciones armadas), cuando este presente duro, con deudas impagables, irreversible, lleno de puntos ciegos, de derrota cultural, nos obliga a "aferrarnos" a modos taaaan formales, a una corrección que tenemos ganas de mandar a la concha de su madre. Estoy tratando de representarme tu lógica Daniel, y creo que me es familiar, que pudiera sentirle sus latidos. Y me parece que estás forzando demasiado las lecturas a algo así como "el signo de una nueva generación" que pretende matar al padre, y no, si bien en varios lados eso fue dicho, incluso, literalmente así, también es cierto que no deja de cumplir eso con el reglamento básico de una evolución general, global, mas allá de las promociones, que pretende patear el tablero de símbolos pesados que explican el presente, y que lo estamos pensando con una generación que, en muchos casos, literalmente ya los mataron. Algo así, algo en lo que, permitime, te siento mas par que otra cosa: yo digo frente al "malestar" que hay que bancársela. En fin. Da para mucho, y por supuesto que me interesa mas, en el fondo, y eso salió a la luz, tu pensamiento que el de la cita textual.
Con respecto a la cita del otro post no contradice, es mas, creo lo contrario, pero eso no me excusa de mantener al rojo vivo mis contradicciones. De eso se trata, incluso, tener un blog. De exponerlas.
El "miedo sarleano" es una apelación desconcertante, y es una provocación demasiado presumida. Mi opinión es que Sarlo no tiene miedo sino intereses, Daniel, pero decir que "tiene miedo" es reparador, abriga mas, porque supone que se asusta (siendo el miedo un sentimiento noble, ¿o no?) y se toma en serio cosas así. Y como no se trata de una propuesta política lo que discutimos, sino el texto de alguien que pretende hacer pensar, lo que sí discuto es ese lugar de clausura de un tipo que parece detectar algo, la "tolerancia", y que le opone una sarta de enunciados improductivos, caducos, porque eligió una palabra en desuso como "emancipación" (de la que no puede ignorar que esté en desuso, y que es una palabra que particularmente podríamos reinstalar), después dice "lucha política" (donde entra todo, hasta la interna Michetti/Rodríguez Larreta) y dice "combate armado", que es la que motivó el post, y que parece un mal chiste... Si alguien imagina que la desigualdad y la explotación y exclusión que se viven en el país podrían revelar otras alternativas QUE LAS QUE YA EXISTEN (porque existen, porque este es un país que vive a baño María, y la represión de ayer confirma esto también: hay lucha) es estar exactamente en otro lugar, pero no en un lugar de lucha y combate concreto. Porque yo creo que todos los que luchan por algo hoy manejan posibilidades, tienen alternativas, y son capaces de medir su voluntad. Supongo que vos no escribirás en Carta Abierta al pedo.
Me pregunto porque sí, pensando en los últimos años del país: ¿estamos mejor? Y la tolerancia podría ser una posible referencia para responder: ¿cuántas cosas se volvieron "tolerables e intolerables" en estos últimos tiempos? Por ejemplo: un golpe de estado en un país como Honduras es intolerable. También la reciente represión en Kraft. Y es intolerable para muchos Guantánamo, y para muchos no tanto. Y podemos discutir y llamar a la democracia chavista "democracia plebiscitaria", o sea, se pueden disputar sentidos, inventar conceptos. ¿Entonces? Yo creo que la frase de Zizek patea la pelota afuera, a un afuera en el que Zizek no existe.
Bueno, eso es todo.
Pablo: no entiendo nada. Te juro, sinceramente, que no entiendo nada. Te digo de verdad que no sé de qué firmas hablás, te lo preguntaba sinceramente, literalmente. No sé qué entendiste y por qué dijiste que por ese camino íbamos a ser menos amigos. Y no sé qué tienen que ver las firmas con Simone Weil y Zizek: eso formaba parte de la conversación con Martín.
Martín: no creo en realidad que Sarlo tenga miedo, no creo que conozca el miedo porque no creo que sea capaz de sentir nada, salvo ambición, sed de poder o alguna cosa parecida. Bueno, estoy hiperbolizando: tampoco diría que no es capaz de sentir nada, o en todo caso no lo sé. Lo que sí sé es que cuando escribí sobre un miedo sarleano o algo así no pretendía ser literal. Apelaba a una figura retórica, un tropo, un “es como si” tuviera miedo, pensando en la cantidad de veces en que Sarlo reacciona ipso facto de la misma manera ante los mismos estímulos. Y de acuerdo en que lo que tiene son intereses, y además ideología, y además, por el modo en que reacciona, parece incidir mucho lo personal (“hay algo personal”, como en la canción de Serrat, entre ella y todo lo que tiene que ver con lo nacional y popular en su versión de los 70). Pero lo personal que lo atienda donde corresponda, o no lo atienda, no es nuestro problema, ni es Sarlo nuestro problema. Mirá, Martín, qué puedo decirte, acá tendríamos que ponernos a desbrozar palabra por palabra y a darle más vueltas que las que tiene la oreja, desde “tolerancia” (cuya hipocresía fundamental ya denunció impecablemente en su momento Pasolini) a “emancipación”, que para mí no sólo no está en desuso sino está reapareciendo con mucha potencia, fresca, viva y renovada (a diferencia de “revolución” o “utopía”), pero parece que no sintonizamos las mismas frecuencias. No tiene sentido esto, porque está claro que no querés leer lo que realmente escribo, o no podés. O tal vez, sencillamente, eso no sea posible, y yo soy un ingenuo al pretenderlo. Otra vez confirmo que, parafraseando a Saer, el blog es la patria del malentendido: no entendiste casi nada o no me supe hacer entender. Ya lo sabía, pero reincidí, me metí, y ahora que estoy metido, no puedo salirme del juego, y, aunque vuelva a ser entendido para el lado de los tomates, no puedo no decirte que no la pescaste, que no es cierto que mi argumento confirme tu comentario, que al tratar de representarte mi lógica te representás algo que no tiene nada que ver conmigo, que es pura imaginación tuya, y acaso por eso te resulta tan familiar. La idea de matar al padre se parece a lo que te estaba planteando pero es otra idea: en todo caso sos vos quien la menciona, no yo. En fin: nada que ver con nada. Ahora sí estoy enojado, pero no con vos, Martín, sino con la imposibilidad de compartir una idea o de decir algo que mínimamente pueda llegar al otro y que el otro pueda hacer un esfuerzo para tratar de ver qué habría en esa palabra o esa frase, en vez de darle el sentido que ya estaba interesado en darle de antemano, porque necesitaba incorporarlo a su propio discurso. Seguramente yo estoy haciendo lo mismo, aunque doy por supuesto que no: al fin y al cabo tampoco alcanzo a entender qué es lo que intentás decir en las últimas quince o veinte líneas de tu comment. Galaxia de monólogos autorreferidos incapaces de intercambiar nada. No es un reproche, es expresión de bronca. Así estamos. Fin.
Entendí, entendí, Daniel. Pero no estoy de acuerdo. ¿Y? Quise leer lo que escribiste, y si no pude será culpa de mis facultades. Aunque no me parece que las cosas sean tan complicadas.
Y lo que te dijo Pablo supongo que hacía mención a la solicitada que circuló y que está subida en este blog.
No digo que no haya desacuerdo, pero eso no me preocupa. Digo, y repito, que no entendiste, y seguís sin entender cuando lo adjudicás al desacuerdo. Creo, de verdad, que hablamos diferentas lenguas: torre de Babel, etcétera, qué se le va a hacer.
En cuanto a lo de Pablo. Estaba por poner eso: que de pronto me di cuenta que se refería a la solicitada que circuló sobre la ley de medios (no sabía que la pusiste en el blog, a veces entro pero en general ando muy poco por los blogs). Pablo: eso quería saber, de qué se trataba, nada más que eso. Por qué supusiste que en mi pregunta había otra intención. Por el contrario, me alegró que vieras un milagro, metafóricamente.
Daniel: no hay mejor modo de excusarse que el "seguís sin entender", que es bastante pedante, y me está rompiendo un poco las pelotas. Bueno, si ese es el cierre que le querés dar, ya se lo diste. Y no, para mi no hablamos diferentes lenguas, a mi me molesta la "radicalidad" pelotuda de esa cita, y a partir de ahí se tejió este contrapunto. Vos lo agarraste por el lado del miedo, el miedo sarleano, y que sé yo, se fue corriendo un poco la cosa. Pero desde el vamos partí con la idea de que la cita no expresa lo que vos pensás. No habría nada de malo en ello, pero vos me lo confirmaste. Te tiro una: mas allá del "dispositivo tolerancia", es dañino abandonar totalmente la "apariencia liberal" y por eso enumeré las cosas que hoy son intolerables (como un golpe de estado). Para el caso el kirchnerismo vive su ciclo parlamentario, y allí pone en juego su herencia.
Me aburrí un poco, espero que vos también. Saludos.
Una sola rectificación: lo dije mal: no es "seguís sin entender" sino "seguimos sin entendernos". No creo que sea pedante, pero entiendo que debe sonar así. Un fuerte abrazo y gracias por la paciencia.
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