martes, septiembre 02, 2008

El perro en la luna

No hay día en el que no advierta algún ingreso silencioso a este blog preguntándose "qué es el federalismo". Como mi respuesta era la negación a un malentendido ("regionalismo"), imagino que esos buscadores de oro migran, dejando la mala noticia de sus 5 segundos como marca de fuga... Hay algo que me pasa estos días: estoy cansado del exceso de análisis, todo el mundo escribe muy largo, muy versado, como si aún perdurase un clima decisivo. Estuvo bien acompañar al compás del conflicto con el parche de la lengua, pero ahora habría que empezar a recorrer el camino de la especificidad, ése que a la larga te da destino. O sea, especializarse en algo. Yo lo haría en algo tan amplio como federalismo. ¿Pero cuál es el síntoma inmediato de mi cansancio? La creciente irritación que me produce el uso masivo del adjetivo "blanco" (el uso propio y el uso ajeno). Parece estar dotado de algo automático (y negativo) al revés que cuando uno agrega el "participativo" a cualquier cosa. Por ejemplo: blog participativo, presupuesto participativo, teatro participativo, y demás cosas horribles.

Resumiendo: todo tipo que hace un blog es blanco.

6 comentarios:

Mendieta dijo...

Un blanco a donde apuntar?
Saludos

Anónimo dijo...

aclará si es mala onda y para quién

Ezequiel dijo...

¿Te gusta este?
"Los referendos autonómicos bolivianos y la movilización de los sectores ligados al agronegocio de la soja en Argentina poseen, más allá de sus diferencias, algunos denominadores comunes. En primer lugar, se trata de reclamos sectoriales revestidos de banderas aparentemente progresistas, como el federalismo, la coparticipación y la distribución de la riqueza, pero que esconden la movilización y activación de los sectores históricamente asociados a las estructuras de poder tradicional, con el apoyo de los medios de comunicación y los grupos de interés neoconservadores. Las oligarquías regionales bolivianas y las fracciones reaccionarias de la burguesía agraria argentina han demostrado, en estos meses, con una fiereza inusitada, su oposición fáctica a cualquier proceso que involucre el menoscabo de sus privilegios, ligados a la explotación de recursos naturales y la exportación de bienes primarios, alimentos, energía y materias primas.

En este sentido, el reclamo de federalismo, autonomía y descentralización de los recursos es doblemente reaccionario. En primer lugar, por su funcionalidad a la estrategia de debilitamiento de los Estados nacionales seguida por el capital financiero y los intereses monopólicos ligados al suculento negocio de las exportaciones. En este sentido, la fragmentación de los territorios no es necesariamente un objetivo explícito. Antes bien, alcanza con el debilitamiento político de su principio de unidad, esto es, el actor estatal, el gran adversario del libre mercado. En segundo lugar, porque ese reclamo de “federalismo” representa, ni más ni menos, la negativa de estos sectores a compartir las rentas extraordinarias derivadas de la exportación de recursos que constituyen monopolios naturales, como es el caso de los hidrocarburos y la tierra. Es decir, se trata de un ataque al corazón mismo de las actuales condiciones políticas: la marcha de la macroeconomía y sus efectos sobre la recaudación estatal. Lejos de ser una bandera progresista, se trata entonces de un reclamo reaccionario, que pretende sumir, o bien, mantener en el atraso a toda la región"

Martín dijo...

Se.

Ulschmidt dijo...

la palabra como martillete se ahueca, es verdad

Cresto dijo...

Puede ser... pero también es cierto que si hay un momento para hacer análisis es este.

El análisis "serio" (con todas las comillas del caso) es dificil de hacer en el medio de la pelea... Evaluar la derrota, las causas de la derrota, solo puede hacerse dsps.

Bah, en realidad no se si es a ese análisis al que te referís...