El pino que nos tapa el bosque
Hace una semana nos enredábamos en una decodificación política de la nueva película de Pino Solanas. Esto se podría resumir así: los que leemos políticamente una película, es porque de cine no sabemos un carajo. Las preguntas que me formularon frente al texto, la mayoría, se ciñeron a lo que era lógico: “¿es a favor o en contra?”.
Y bueno, quizás, escribimos, lo hacemos, tomamos ínfulas para hacerlo, porque creemos en algo mas que una realidad binaria, en eso de “tomar posición” que, en fin, ya vendrá, será un poco mas allá, a unos pasos mas adelante del camino. Creemos inocentemente que Pino hace buen cine, diseña un relato estructural que, tomado “artísticamente”, es preciso y contundente; tomado políticamente, hace agua por los cuatro costados. Es lo que escribió el *bueno* de Fontevecchia cuando en la última edición de Perfil lo entrevistó: “su tesis ferroviaria es endeble pero emotiva, por eso, afectivamente, elijo no repreguntar”. ¿La esencia del periodismo no es la repregunta?
Pero bueno, en esta corriente afectiva entre Fontevecchia y Pino, quizás, se basa nuestra incomodidad actual alrededor de Pino. Pero hay algo que es el colmo: la forma en la que se estiran los pliegues del filme del drama ferroviario se podría hallar en un video presentado en dos partes, y subido puntualmente al Youtube bajo el nombre de Pino Solanas Presidente parte 1/2 y Pino Solanas Presidente parte 2/2. Quienes realizan el filme impulsan deliberadamente la candidatura de Pino a la presidencia en el 2011. No vamos a poner dicha “hipótesis” en situación. Quizás, sólo queremos preguntarnos: ¿es para tanto? Todo indica que no.
Si en la política el vacío no existe, entonces, viendo atentamente estos dos videos, podemos decir que Pino es el auténtico heredero de Carrió. Del pensamiento de la doctora Carrió. Aquel que ameritaba que el profesor Horacio González incluyera en su bibliografía un texto decisivo en el que Lilita ponía blanco sobre negro la matriz mafiosa de acumulación capitalista consolidada en la década del ’90. Entre Pino y Lilita existe el desprecio natural que puede existir entre dos importantes egos: “¿qué hace esta persona acá, compartiendo el mundo que habito?”. Lo que queda por ver es sobre qué bisagras hará Pino su giro lingüístico si es que quiere convertirse en una opción de poder como la que Lilita, año a año, construye.
Recuerdo una entrevista que le hice al diputado por la ciudad, Facundo Di Filippo, en la que el diputado explica a la Coalición Cívica en términos políticos sorprendentemente interesantes: “estamos ampliando los márgenes de alianza, nuestra base de sustentabilidad, con la centro-izquierda no alcanza”. Eso es una renuncia: porque los políticos que nacen por centro-izquierda, lo hace con la fe de que el Pueblo, o la sociedad, ante ideas tan buenas, no tardarán en incorporarse. Lo negro de la política, es el reconocimiento de los intereses reales que, como lava, calientan la superficie del “paraíso”.
Mientras la CC se pregunta cómo agrandar su mesa (por derecha), la gimnasia del kirchnerismo sigue siendo la de lograr consolidar el muro que empuja al abismo a quienes quieran parársele “por izquierda”. No importa, no quiero ir lejos por acá. Confesé hace poco cierto hartazgo con el tono editorialista que campea en blogs y demás pequeñas mesas de la gerencia gratuita de la palabra pública. Todos sabemos chismes, roscas, detalles, pequeñas traiciones, y los domingos inflamos el pecho, vamos al asado, con el diario bajo el brazo y un montón de tesis que se diluyen en las manchas de vino del mantel.
Es curioso: Lilita y Kirchner resultaron las dos mentes mas intensas de esta década. Ambos comparten una obsesión alrededor de quienes se tapan del frío con las hojas del Página 12. Kirchner los quiere adentro. Lilita, hoy, no sabe cómo diluir las manchas de tinta que –¿lo recuerdan?- ese glorioso diario solía regalar a las manos, en los años dorados en que esas manos se abrían al unísono para decir en el bosque de Palermo: yo no fui. (Pero estaban manchadas.) Y ahora a ese bosque le creció un Pino.
2 comentarios:
y aunque en general estoy de acuerdo con Pino, no dejó de parecerme en gran medida propaganda excesivamente emocional (era necesario ver a ese tipo quebrarse y ponerse a llorar?).
Y Pino en la película da por buenos, ciertos puntos por lo menos discutibles para mi.
En la película Pino considera algo positivo, un logro de la lucha obrera, que los trabajadores ferroviarios hayan conseguido que las empresas discriminen positivamente a sus hijos a la hora de contratar nueva gente, porque la familia ferroviaria para Pino tiene un espíritu especial y es muy importante y blablableta
A mi no me parece bueno que los trabajadores ferroviarios puedan acomodar a todos sus parientes cuando existe la posibilidad de contratar nueva gente.
Son actitudes como esas las que hicieron que las privatizaciones fueran aceptadas con tanta pasividad (e incluso secreta alegría) por la mayor parte de la población.
No sólo los hijos de los trabajadores ferroviarios tienen derecho a trabajar ahí.
Que Trenes de Buenos aires ponga un aviso en los clasificados de Clarín y que quede el mejor.
El Lurker
EL CAMINO HACIA EL PLURALISMO
NELSON NOGAR
http://blogs.clarin.com/nelsonnogar
Hace muchos años que en la Argentina no existía una política basada en la defensa de los intereses Nacionales, que intentara sobre todo no responder a los lineamientos de las metrópolis dominantes, sino por el contrarío instalar un modelo de crecimiento, desarrollo y distribución, aliado a los países latinoamericanos, en un esquema de Mercado común y de solidaridad continental.
Desde que somos República, nuestro país se divide entre quienes querían un País Federal, Autónomo e Independiente con desarrollo propio, y los sectores que eran permeables y socios de los intereses extranjeros, conformando un país chico para pocos, sin desarrollo, con una dependencia total de la oligarquía del puerto de Buenos Aires.
Tanto el Radicalismo, como el Peronismo, tuvieron su origen en esta confrontación.
Ninguna de estas identidades surgen de la nada, por el contrarío son consecuencia de los fenómenos sociales, que fueron generando su conformación y sus liderazgo. Está claro que tanto Irigoyen como Juan D. Perón supieron interpretar las circunstancias en sus distintos momentos, y ponerlos en práctica. Pero sus formaciones fueron posibles también gracias a las luchas de las distintas fuerzas, agrupaciones políticas socialistas, comunistas, anarquistas, movimientos sociales ya existentes, que ayudaron a su realización.
Nosotros en la actualidad, tenemos una situación parecida, a la de los años 46/50. Venimos de una profunda crisis, y producto de las puebladas, de los movimientos sociales, que fueron planteando su disconformidad, se fueron generando cambios en la política que nos llevaron a un nuevo liderazgo, con un gobierno de corte Nacional.
Es lógico pensar que la oposición a este gobierno resulte de los sectores, ideológicos y económicos, que representan a grupos ligados a intereses extranjeros basados en el libertinaje económico -a la hora de administrar los recursos de gente, y en la monopolización en sus propias manos de las áreas estratégicas de la economía.
Por lo tanto, la contradicción, Radicalismo o Peronismo, no solo muestra que es una contradicción falsa, sino que desaparece. Hoy un vecino Peronista, ya no se pelea con un vecino Radical, sino que marchan juntos con los mismos problemas y sobre todo, esto sucede con las nuevas generaciones.
Esto se ve claro no desde la partidocracia formal y aparatista, que intentó conducir o administrar el país estos años, sino desde la identidad. Nadie le va a negar la identidad a nadie, porque vaya en una herramienta electoral compartida, con los mismos objetivos, acumulando poder, para permitir consolidar el modelo planteado por el gobierno Nacional.
En este nuevo siglo nos encontramos ante la posibilidad que el enemigo principal se exprese democráticamente con su propio partido. Al no tener el golpe de estado a mano, se ven obligados a salir a jugar a la cancha democrática.
Con referentes reconocidos, con un discurso moderno adaptado a nuestros días. Tambien con los mismos objetivos y con el poder de los Medios. Esto no ocurría desde hace casi 100 años. Esta es una nueva situación. Situación política.
Esto tambien nos tiene que ayudar a reflexionar sobre la construcción de nuestra propia herramienta y sobre la forma de hacer política.
Los que creemos en el proyecto Nacional, de producción, desarrollo y distribución de los ingresos debemos saber que pertenecemos al espacio de las mayorías, que no es homogéneo, sino por el contrario es heterogéneo, y por lo tanto compartido. En los espacios compartidos no se permiten personalismos a no ser que verdaderamente sean hegemónicos en su representatividad social.
La hegemonía, normalmente, muestra a un gran líder, a un referente claro, que representa el cambio que busca la sociedad en su conjunto, por lo menos a los habitantes del campo de la Nación.
VALE RECORDAR LA DEFINICIÓN DE GRAMSCI “…… La clase dominante ejerce su hegemonía en cuanto que sabe realizar y mantener un bloque histórico de fuerzas sociales y políticas contradictorias [...] unidas sólo por la ideología. La hegemonía es, por tanto, obra de la dirección política y, al mismo tiempo, dirección al nivel de las ideas, dirección cultural. [...] Mientras las clases populares se mantengan en una posición subalterna, no podrán contraponer a las clases dominantes un designio político propio y una propia concepción del mundo….”
Este gobierno Nacional, ha logrado gobernar conjuntamente con varios sectores, sociales y políticos, en estos cuatro años. Por lo tanto es lógico que el armado electoral, para las elecciones venideras se comparta con estos mismos sectores. Porque de esta manera estaríamos construyendo en la práctica lo que hacemos todos los días.
La provincia de Buenos Aires tiene la característica, de ser demasiado peculiar como región. Intentar armonizar toda la provincia con el mismo criterio sería un gran error. Es posible que el peronismo, en algunos distritos, tenga una abrumadora mayoría de votos; pero también ocurre, que en otros distritos, pasa lo contrarío.
Lo que determina que, en los armados de los espacios compartidos, habría que reconocer la correlación de fuerzas social y políticas de cada región. Y no tratar de aprovechar las posibilidades de la relación con el poder, para pretender modificarlas por antojo personal de ningún NEPOTISTA.
Esto atentaría contra los intereses, del distrito y de la Nación. Y sólo serviría a las pretensiones personales de algún individuo o sector.
Nosotros los que estamos comprometidos con el proyecto estratégico de la Nación, entendemos que la PLURALIDAD es no sólo una necesidad, sino una obligación. Pensamos que los compañeros comprometidos seriamente con el modelo de cambios profundos, deberían tener una actitud de JERARQUIA, que muestre grandeza y humildad, como tuvieron tantos compañeros, perseguidos y desaparecidos. Y no que aparezcan, con jugadas electoralistas que manifiestan personalismo, sectarismo y mezquindad, totalmente lo contrarío de lo que expresan las historias de nuestro espacio político. Una retórica vergonzante nos hundiría en las garras de viejos y nuevos aparatos. En homenaje a los caídos tenemos la obligación de construir algo superador.
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