martes, junio 19, 2007

(...) y que supere a su padre...

Che, preguntas:

1) ¿Alejandro es hijo de León?
2) ¿Qué piensa León de Alejandro?
3) ¿Es verdad que Alejandro confesó en Hora Clave ser gay, ser "puto" (sic), frente a un militante de Quebracho?
4) ¿Cuánto tiempo mas tendremos que soportar la discusión pública de un hijo con su padre?
5) ¿Cuánto tiempo mas tendremos que soportar el silencio público de un padre con su hijo?
6) ¿Por qué no le dicen a Alejandro que lo de "fascismo de izquierda" es una pelotudez ahistórica, que por lo menos tuvo relativa vigencia hasta que cayó el muro sovietista? ¿O que alguien diga en qué país concreto, hoy, gobierna un engendro realista socialista? Ojo: no vengan con lo de la dictadura cubana, y esa pelotudez.
6) ¿No sienten odio frente a los padres de Cromagnon, los asambleístas de Gualeguaychú, los chicos del Pelle, del Cole, y Alejandro?
7) Pero reconozcamos algo: es mas auténtica en él la provocación a la izquierda social "que no vota a Macri" que en todos aquellos que entraron a su adolescencia por izquierda y ahora se pelean con... Digo (y esto a mi me empieza a gustar): ¿no está haciendo Alejandro la poética de una riña familiar?
8) La poepolítica (algo que Morfes y Marina detectaron a tiempo), ¿no es como la escritura automática de un poeta lírico frente a la arrasadora lectura de Morales Solá y Wainfeld, creyendo incluso, incluso, que hay un estilo ahí? (Voy a editar un libro de poemas -post- en el que subyace el espíritu macrista -ya dije que post es el verdadero nombre de pro- con una nota al pie que indica: poemas democráticos.)
9) Primero dijimos decembrismo, y no me importó...
10) Ahora poepolítica, y es tarde.

EL MEJOR ES GONZO.

6 comentarios:

sol dijo...

hola, una pregunta, qué es la poepolítica?

marina dijo...

a ver si morfes concuerda: sería algo así como el discurso de editorial o de opinión política entretejido (con más o menos barroquismo) con el lenguaje poético.
este tipo de discurso ha ganado espacio entre bloggers y se ha extendido, en mi opinión, a columnistas especializados que lo explotan con diversos grados de habilidad. no es raro, por ejemplo, leer a un wainfeld cada vez más estilizado -aunque ojo: no confundir con el machacón de gelman, ni pensar que es un fenómeno afín a cierta idelogía; en morales solá también se encuentra.
algunos lo hacen muy bien. lo que lo pone en tela de juicio, creo yo, es que sirve para camuflar imprecisiones o faltas de rigor. ¿no te dan ganas, a veces, de decir: basta loco, decime qué pensás, a quién votaste?
beso.

sol dijo...

sí, es verdad, me pasa todo el tiempo. además sirve para saldar la ausencia de diagnósticos, eso es re feo. muchas gracias, besos.

Anónimo dijo...

Hijos de Contorno. De ese vientre nace la izquierda posterior al peronismo, la otra, la sindical, la obrera, la épica ya estaba renga en el centenario y llego desarticulada a la explosión de los pardos en lo que pudo sobrevivir porque era nada: el PS y el PC. La izquierda de clase media ilustrada nace de la incomprensión de las pasiones populares, de sus santos y vírgenes, mostrar a los obreros que tienen en sus filas suena más a una justificación, a la absolución de un pecado que a una política. Trágica contradicción que con el tiempo se resuelve por derecha: levantar las banderas de una revolución en plena desconfianza de sus supuestos protagonistas, mirándolos de reojo. Alejandro no es más que el coherente devenir de una clase. Es la síntesis familiar.

paula p dijo...

la poepolitica es al discurso politico,
lo que la publicidad al arte?

(disculpen)

Anónimo dijo...

marina concuerdo; y agrego algunas inquietudes a la definición.

La poepolitica se extendió a los editorialistas especializados porque su interlocutor es el poder; o sea la administración de turno y la oposición más cercana, que también está bancada por el estado.

La poepolítica tiene defectos de rigor enormes pero es muy inclusiva.

La poepolítica corre del lado del pueblo aunque no siempre pisa el mismo piso. Y no por eso está al margen del proceso. Sinó que stá en el corazón, en la médula de lo que está y estará en el poder: su obsesión es la continuidad.

La poepolítica se diluye cuando las instituciones no protagonizan ni respaldan la discusión, la luz que año a año, genera la historia. Para la poepolítica sobrevivir en el 2001 fue una tragedía.

Martín decías con razón: "los pueblos aman la paz".
Incluyo: la poepolítica necesita de los muertos; los perdona, los traiciona y los aprovecha.