martes, junio 12, 2007

Wainfeld volverá a ser el mejor periodista, Verbitsky a su cándido clamor republicano, las Madres a la rondas de los jueves: la vida es mercado.

Después de todo, contra lo que luchamos varios, es contra la idea dicotomizada entre poesía y política. Una idea de fondo, estúpida, didáctica, entre lo permanente y coyuntural, lo histórico y lo esencial, cuando, a fin de cuentas, la política es mas tribal que la poesía, y la mejor poesía es Cuevas, y lo esencial ese Invisible genocidio que fue, en definitiva, y esto ya la derecha lo presume, lo que nos puso a la altura de la historia de la humanidad, como decía hace 10 años frente a las descentradas el profesor Horacio... La Argentina se merece tener una derecha, hay derecho a la derecha: pero, ojito, vamos a examinar qué piensan, qué pensarán, de algunas cuantas cosas... Imaginemos su gobierno: ¿correrán a los brazos de los organismos de crédito internacional o soportarán estoicamente el esquema actual de independencia económica en cuya base flota cálidamente el antiprogresista IVA?, ¿bajarán las retenciones?, ¿romperán relaciones con el generoso Chávez, o respetarán el clima de negocios fructífero creado a su alrededor?, ¿destituirán a esa maravillosa mariposa en el río de las corrupciones que es la Corte Suprema de Justicia?

En fin, mientras lavamos la camisa blanca, imaginando, ay, el fin del kirchnerismo...


Toda fe es conciliadora
en una sola dirección:
su cuerpo, en ayuno,
es una iglesia cerrada
donde se juntan a rezar

unas viejas que no puede besar.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Igual, el fin del kirchnerismo lo imagina, entrelíneas, Feinmann que es un gonca con ideas livianas, y casi todo Página que le tiene pavor al resultado estructural del 60% de Macri y se quiere cubrir para ver si en dos o tres años vuelve al espacio de resistencia retrógrada: se imagina una salida de Egipto similar al día después de la renuncia de Chacho pero todavía le queda presupuesto. Yo no. El "kircherismo" excede el progresismo. El "kirchnerismo" aprendió políticamente del duhaldismo y culturalmente del progresismo porteño. Todavía le queda tiempo para mejorar. Yo al que odio es a Rozichtner. Como dice Galimba, debe dormir bien.

Anónimo dijo...

lopez murphy dice: "el lavagnismo es el kirchnerismo con buenos modales"
Tarumba dice: "el kirchnerismo es el lavagnismo con malos modales".

Anónimo dijo...

el kirchnerismo es fiel a su germen original, un gesto estéril, un nicho de poder policlasista que no hace más que "dar en préstamo" ciertas migajas que hoy la burguesía nacional PUEDE conceder, hasta que no pueda y ahí pedirá el reembolso de lo que dio más los intereses