martes, mayo 02, 2006

Chicas en las orillas

Las chicas ya no viven ni a orillas del lago, ni del río. Aunque amen la laguna helada, aunque amen el fluido de todos los líquidos. Viven a orillas de las vías del tren. Chicas que eligieron como destino el Sarmiento. Es que nació, la mas cautiva, en Mataderos, pero rápidamente en esas corridas de las que siempre hablamos, sus padres se mudaron a Flores. Todavía algunos recopilan fotos de los bañados de Flores. Y nunca abandonó Flores, ni siquiera mentalmente. Y al paraíso cristiano del compromiso paterno le nació, como un mandato en donde no se procesa la obsesión: una trabajadora social. Que al independizarse, ¿no?, eligió Caballito, es decir: un leve acercamiento al centro, a las riquezas concentradas, algún shopping cerca, porque hay que tener algo de ropa mejor para cuando nos invitan a la asunción del nuevo subsecretario... Pero esas chicas miran los trenes. Tienen ese ritmo acoplado a su corazón. Como la tropa dispersa, como la sinfonía rota de la música mas maravillosa que va en vagones, hacia los oídos de EL, y en el cielo: no ponen monedas para que el tren las aplane.

2 comentarios:

paula p dijo...

Muy bien bélico

Loyds dijo...

muy bueno
salu2