martes, mayo 16, 2006

El Evangelio en Solentiname

*

Detrás del monasterio, junto al camino,
existe un cementerio de cosas gastadas,
en donde yacen el hierro sarroso, pedazos
de loza, tubos quebrados, alambres retorcidos,
cajetillas de cigarrillo vacías, aserrín
y cinc, plástico envejecido, llantas rotas,
esperando como nosotros la resurrección.

(Ernesto para todos los días de mi vida)

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Empieza a flaquear el efecto Ernesto.

Anónimo dijo...

Va bene, Martin. Queremos tu voz sobre la Debatida Poesia actual!!

Anónimo dijo...

cuál es el debate???

Martín dijo...

ya está mi voz...