lunes, mayo 15, 2006

¡Cuídate, Nicaragua, de tu propia Nicaragua!

A Ernesto Castillo mi sobrino

Recuerdo Ernesto cuando volviste de tu entrenamiento
y hablabas de armas "lindísimas" que habías aprendido a manejar,
"...es linda, mamá" le decías a tu mamá,
como quien habla de la belleza de una muchacha.
Después una bala de francotirador te dio en la cara
cuando saltabas a la calle en León
gritando, para animar a los de tu escuadra que te seguían:
¡PATRIA LIBRE O MORIR!
Poeta caído a los veinte años.
Estoy pensando en esto Ernesto
ahora que los niños son besados por los soldados
y hay un taller de poesía en la Policía
y el Ejército de Alfabetización con su uniforme azul y gris
está regado por todo el país, y hay Reforma Agraria
y los niños vendeperiódicos y limpiabotas son llevados a jugar
y... bueno, de verdad que fueron lindísimas esas armas
(y recuerdo el brillo de tus ojos cuando lo decías).

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