Teniendo en cuenta los 3 peronismos que Artemio distingue: el peronismo K, el peronismo federal (Córdoba, Santa Fe, etc.) y el pro peronismo, estas elecciones parecen cristalizar en esa tríada la misma dispersión que las del 2003. O sea que la "recomposición de la política" (de la autoridad política) sólo se concentró durante la buena cosecha kirchnerista. Del otro lado, del lado cívico, lo mismo pero no... la muerte de Alfonsín cerró el círculo radical, un laaaaargo camino a casa de todos aquellos que amagaron, doblaron, ¿rompieron? ¿Qué futuro tiene la empatía capitalina entre Lilita y Michetti? Quizás eso rompa el hechizo y la brubuja cívica, y abra una verdadera diagonal de "extranjeros" en la constelación de Carrió y los radicales. Hoy, imposible. Y por otro lado, la colectora de centro-izquierda... ¿es la reserva moral sobre la que se proyectará el kirchnerismo 11? ¿De allí se desprenderá "su vice", cuando estén volcados decididamente a asumir la desgracia de los 3 peronismos vivos, juntando en el kirchnerismo la liga de intendentes, la provincia de Buenos Aires + eso? Quiero decir: ¿Heller es un Sabatella orgánico? Que Sabatella es un kirchnerista inorgánico ya se deduce. Uno puede ver el fin de ciclo donde partió el ciclo, porque, como repite Barone: el post-kirchnerismo es el pre-kirchnerismo. Los dos hombres sobre los que sobrevuelan dudas y fatasmas, y capaces de romper este esquema, son Scioli y Lole. Pero bueno, otro de los puntos de esta analogía, es la percepción del gobierno de Cristina: un gobierno que nadie duda que se va, una presidencia institucional, mas allá de su estilo, una suerte de piloto automático... ¿Nadie nunca hablará de su reelección? No hoy, pero sí después del 28 en que la terna de nombres se reparta esta aseveración será notable. ¿Será recordado el de Cristina como un gobierno de transición? ¿Y así como el de Duhalde se dirá: qué gran gobierno? Tengo mis dudas que la única verdad sea la realidad, al menos acá. Porque se trata de un gobierno cuya temperatura política estuvo fuera del cuerpo de la gestión. Su vocación y retórica institucionalista por dentro, y afuera, en los jardines de Olivos, el aventurerismo a la orden del día.
Pd melancólico: La pérdida de Alberto Fernández consuma la territorialización absoluta de los argumentos. Y no es que nos gustaba Alberto por "blanco", nos gustaba Alberto porque durante su era (cuando aún tenía poder) se dejaban zonas grises, audacias y decisiones conservadoras convivían "en su oscura armonía", los cierres estaban envueltos en razonamientos ambiciosos, eran cierres abiertos (¿oxímoron?). Alberto es como Kunkel: nunca "ganó nada", no tiene una espalda de votos, pero no actúa como si los tuviera. No es ahí como Kunkel, a quien definió Alejandro Bárbaro de manera implacable: un jacobino sin revolución. Alberto puede estar ahora caído en desgracia, remando una trama de lealtades incomprensibles, solo, pero tan solo como estuvo cuando hablaba de Kirchner hace muuuucho, muuuuucho tiempo.
18 comentarios:
El problema de Heller (por lo que sería un error pensarlo como "un Sabatella" en cualquier contexto) es que precisamente "nació orgánico". Le sobra PC... Le sobra tiempo estando de aquel lado en cuestión de representación. El cooperativista del Credicoop... Ya no le queda tiempo para empezar de nuevo.
Sabatella sin esa modernización "me pongo un traje para laburar pero si fuese por mí andaría todo el día en remera y zapatillas" no sería nada.
Pero esa idea de modernización es generacional, en el sentido mas abarcativo posible. Alcanza a Macri, para el caso.
Y bueno, el tiempo pasa... Las formas de representación también.
Si querés -llevándolo a un extremo -Heller a Sabatella como Álvaro Alsogaray es a Macri.
¿Cuántos votos sacaría Álvaro hoy en día?
Si Sabatella fuese porteño, ganaría con su propio partido no más.
Pero no entiendo. Vos hablás comparando a Sabatella con Heller, quienes deben compartir varias cosas, incluida alguna pertenencia bolchevique pasada, pero sobre todo, la apreciación del gobierno nacional a grandes rasgos. Yo pienso con mas prudencia sobre las "formas de representación". No creo que se tiren formas por otras, creo que se amalgaman. De la Rúa fue el político dominante de los porteños toda la segunda mitad de los 90. Claro que ponía el eje en la tecnología, y en eso a Heller no lo veo reacio.
A Alsogaray se lo licuó el verdadero liberalismo de los años 80, mas las políticas de los 90. O sea, a un tipo que en los 80 decía que los chicos que buscaban las Abuelas habían sido salvados por los militares, no le veo futuro político en la democracia.
Este detalle moderno en Capital vos lo ves en Ibarra, ¿no? Heller no es "primera figura", es el candidato posible del peor momento kirchnerista, pero la comparación debería ser con Filmus, la cara mas fuerte del kirchnerismo porteño. Ahí, entre Ibarra y Filmus, ¿con cuál te quedás? ¿Filmus es un estatista setentista?
Filmus está más cerca de Ibarra que Heller. Estamos hablando en términos de "imagen". La ventaja hoy en día que tiene Filmus sobre Ibarra es que no sufrió el desgaste de estar al frente de una gestión ejecutiva. Al baño de Ibarra ya entramos todos... Malnatti nos terminó de mostrar el inodoro. Ibarra es eso, es todo eso, también las estaciones de subte terminadas y los sueldos pagados en pesos y no en patacones durante 2002. Heller en cambio -así como era el viejo Álvaro -es representante de sectores más que del vecino. Puede ser derrotado estrepitosamente dentro de un mes y medio que su zona de influencia (el Credicoop, los contactos, etc.) no la va a perder. Es un hacendado de la representación. Sabattela e Ibarra, no. Esa es la gran diferencia. Sabattela e Ibarra están mucho más cerca de, literalmente, jugarse el pellejo en cada elección. Heller, así como Alsogaray en su momento, depende de cierta estructura que no se rige directamente por la suerte que ellos tengan a nivel electoral. Son poderes que transitan la sociedad más allá del voto directo de los ciudadanos. Y Heller también huele a ochentoso. El Boca de Hrabina y Giunta... Esos ochentas que no fueron modernos ni en su momento. Ese falso costumbrismo en donde la decadencia (pegar patadas en la cancha) se quiso hacer poesía. Y me acuerdo de Entel, pero te estoy dejando un comment… Entonces Heller es un mal candidato.
Saludos
Y sí, si de imagen hablamos, yo participaba de la idea de que Boudu era mejor candidato. Y en estos términos sí, lo era. Sin embargo, ese aspecto corporativo de Heller, no me parece despreciable, sobre todo en la gestión de un gran banco, o sea: Heller podría mostrar logros de gestión, por supuesto que menos notables y mediáticos que su paso por Boca. Yo, si leés mi comentario, decía que Heller era un candidato ideal para acompañar a otro mas joven, por lo pronto mas joven. El paralelismo Alsogaray - Heller es acertado en lo formal, diríamos, pero hay algo de lo que aún se podría decir, en la ideología de Heller, que resulta mas aggiornado, porque incluso, y a pesar del clima de fin de ciclo, Heller tiene cualidades retóricas, orales, virtuales, etc., por encima de la media patética que ocupa la primera línea de defensa del kirchnerismo, y de la política en general. Por lo pronto: no desentona. Y su estructura no es política, es una estructura económica, lo que le permite ser mas innovador en lo político que muchas izquierdas, quiero decir: Heller tiene mas libertad que muchos de la CTA. Su debate con López Murphy, con tono educado, sin ponerse nervioso, sin caer permanentemente en descalificativos ideológicos, es una muestra de estas cualidades que, a la altura de la política actual, son importantes. ¿A Prat Gay en qué lugar lo pondrías? Siempre hay que tener algo mas, algo, no sé, un plus por encima del molde. Y eso Heller, en dosis normales o mínimas, lo tiene. Pero bueno, es difícil convencer a alguien del "gusto". Y este es el caso. A mi Heller me gusta, a vos no. Alsogaray, en mi recuerdo, se me presenta como un hombre que entraba al "juego" pero estaba anclado en su espacio de representación, un espacio mas complejo que el de Heller, mas amplio, mas diabólico, porque él entraba para defender, tenía una actitud mas defensiva, no sé, en eso también había algo ideológico, pero Alsogaray -por momentos- actuó como una retaguardia tardía de los privilegios o límites que el Partido Militar aseguraba. Adelina, para el caso, fue la mujer de ese liberalismo popular, sus aires plebeyos, era como la mujer del "Groncho y la dama". Pero Alsogaray preservaba ese tono y esa insensibilidad que en el mundo militar son virtudes y en el político defectos. Heller, con todos sus años de boliche bolchevique y cooperativista, tiene aires mas conquistadores, quizás a pesar de ellos, mantiene un afán de conquista, ganas de cooperativizar a medio mundo. ¿Por qué se inclina a la política? ¿Por el mandato de sus estructuras? Ni aunque fuera así sería así.
A Prat Gay lo pongo básicamente dentro del selecto lote de economistas que de aquí en más van a administrar las finanzas de éste país sea quien sea el presidente. En ese lote también te los pongo a Lousteau y a otros más que andan dando vueltas por ahí; Boudu, cómo no también. Son el reemplazo al lote anterior integrado por los Cavallo, Machinea, López Murphy, Lavagna, etc. A mí este nuevo lote me cae mejor que el que se está yendo. Son más pragmáticos y menos ideológicos. No se les caería ningún anillo si de pronto "se da" que tienen que estatizar un banco, ponele, algo que López Murphy se corta las manos antes de hacer. Pero eso no implica que no trabajen manejándole la guita a Amilita de Fortabat. No creen que están haciendo ciencia. Son chicos inteligentes y con mucha cintura. Son habitantes de éste tiempo, será por eso que no me caen mal.
Heller en cambio arrastra con el pasado encima. Tiene las cualidades que vos marcás, pero es alguien atado a un pedazo de superestructura hace más de 25 años y acá hubo un diciembre de 2001. La crítica que él hace es ideológica, no corporal, para decirlo de alguna manera, está formulada de manera a priori a la experiencia de los acontecimientos que fue viviendo éste país. Es una interpretación del neoliberalismo y sus consecuencias. Esa "coherencia" lo separa de la calle, por la que sí transitan Ibarra y Sabatella y lo ata a ese pedazo de superestructura que lo contiene.
Prat Gay, hoy en día, contiene a las diferencias políticas que se debaten. Si pudiese, Cristina lo llamaría como Ministro, y él si no agarra no es por nada ideológico que tenga este gobierno, ya estuvo con Néstor.
En lo que es gestión, el problema de Heller es que Boca salió campeón de todo con Macri. Le queda el Credicoop, pero ahí tiene otro problema: La estética de ese banco es pre-2001. Un banco cooperativo manejado por él hace décadas pero que todo el tiempo emite un discurso “buena onda”. Hacer ruido. Las cualidades que pueda tener ese banco son contrarrestadas por la figura perenne de su Gerente General. Esa foto deja dudas, intrigas, “¿cómo hizo este tipo para quedarse a vivir ahí? No están mostradas esas batallas ganadas. A Heller no le conocemos el baño pero sabemos que tiene una casa, que es bastante grande, y por ende debe tener al menos un baño.
Bueno mi amigo, hay de todo.
Primero: todos habitamos este tiempo, y el resultado histórico posterior al derrumbe del 1 a 1 no es de pura ruptura, hay continuidades fuertes; y Kirchner (un histórico gobernador peronista) es una marca de eso: la crisis se resolvió con continuidad, no hubo chavismo porque el sistema no implosionó. Sigue Moyano, sigue el PJ, los radicales se siguen doblando, sigue Carrió, etc. Es contagioso tu entusiasmo renovador, pero debajo de ese entusiasmo hay experiancias truncas, como es el caso de Ibarra. Los políticos de algún lado surgen. No hay escuela, ni promoción, ni generación espontánea, hay tramas y sobresaltos. Ninguna expresión política actual se basa en cuadros nuevitos. ¿Vos sabés quién es, de dónde viene Rodríguez Larreta, no? Pero claro, hay militantes menos comprometido, digamos, con los símbolos de su tiempo. Michetti (que viene de la DC) o Ibarra son ejemplos de tradiciones y reciclados. ¿Pero viste dónde falló Ibarra? Cuando se le notó la costura de la militancia. Ibarra: alguien que hizo religión del mandamiento chachista de que valen mas 5 minutos de TV que un plenario de 7 horas. Ibarra se olvidó de las corporaciones, hizo un gobierno que se quiso expresar volátil (cuyos logros materiales también pueden ser notables) pero que descuidó en exceso una base de sustentabilidad y lealtades mínima.
En relación a los economistas, salvo López Murphy, el resto no se distancian tanto de los pragmáticos. Lavagna fue alfonsinista, duhaldista y kirchnerista... hasta pretender encarnar una síntesis. Lo que pasa es que vos hablás de la "ideología" como lo apriori, como confusión entre interpretación y realidad, y eso es -muchas veces- también idealista. Nadie está limpio, todos tenemos telas de araña en los ojos, y no es verdad que la única verdad es la realidad: pero tu argumento es un argumento bastante similar al rol que viene cubriendo el peronismo desde Menem, o sea, tener la capacidad de construir la representación política necesaria para cada momento histórico.
También te diría que así como todos habitamos este tiempo, todos vamos fogueando nuestras ideas. Y hay pasos, decisiones, que van tornando mas difíciles los retornos, aunque no imposibles: Prat Gay es un histórico funcionario peronista devenido en una Coalición cuyo eje de construcción de alianzas (¿extorsivo? para mí sí) es la idea de moral.
Quiero decir: todos vienen embarrados. Las reuniones de catarsis del hijo del León R. funcionan virtualmente para construir el puente de modernidad, de Bafici, que Ritondo y Santilli no.
¿Qué vas a hacer? ¿Vas a proscribir a todos los mayores de 60, a todos los que hicieron política antes, a todos los que no tengan al día su frescura?
¡Qué decir de diciembre de 2001! Da para todos. Pero pobre Heller... claro que no es el "candidato de la gente", pero si precisás lo que el kirchnerismo disputa en la ciudad, podés ver que es un candidato (quizás el mejor, quizás el posible) para disputar el espacio de la izquierda social. ESO ES LO QUE NO ESTÁ DISPUESTO A PERDER EL KIRCHNERISMO, AUNQUE SEA A MANOTAZOS DE AHOGADO. No el voto de Lugano, Devoto y Caballito, sí el de Congreso, San Telmo y Palermo. La decisión de Heller, nacida como sea, se orienta a disputar con Pino, con Ibarra, con el socialismo, y parece contar con el soporte del peronismo porteño. Heller no se va a proyectar como futuro candidato a jefe de gobierno, y su primer lugar es producto del no de Filmus.
Tiene coherencia su perfil "corporativo" con el perfil estructural del gobierno. Tiene cintura mediática, conoce el poder, no es subir a un "cumpa" que creyó en las asambleas, no es un falso teórico de la post izquierda. Es parte del perfil de izquierda posible con el que el kirchnerismo quiere mostrarse, aunque lo sea superficialmente. En esos términos analizo su lugar. Después, claro, contrastado con la generación de novatos sin ideología y sin pasado, producto espontáneo del 2001, pierde brillo su sonrisa, y angosta su perfil.
No entendí lo del baño. Pero quiero que sepas que el nivel de conocimiento de Heller es menor al rigor de tu lupa. Mucha gente dice con la misma cara "¿quién es este tipo?" de él como de Prat Gay.
Mauricio Macri es un interesante caso que conjuga tradición y novedad. Borró sus marcas filiales (mucho mas oscuras que las del cooperativismo) con la gran gestión bostera. Pero Macri se perfila a la presidencia. Es un caso exitoso del 2001.
Al fin encuentro un contrapunto. Muy bueno Paniagua y Diego. Las discusiones que necesitamos. Participo de la idea de que Heller es un candidato interesante, cosa que voy comprobando cada vez que lo veo en los medios. Claro, comerse crudo al Bulldog fue una papa, pero pienso que lo ponés a discutir con Prat Gay y se la banca igual, aunque Prat sea más joven y más lindo. (bueno, hablo en estos términos livianos, entiendo que no hace falta volver a recorrer el camino que hicieron a lo largo de esta discusión sobre que hay detrás de la apelación a la belleza y la juventud de los candidatos en ciernes). Siempre me acuerdo, a propósito de los 80 y el Boca de Hrabina con Heller en la vicepresidencia, que desde la tribuna los puteaba a Heller y Alegre por ser radicales. Bueno, después me arrepentí, claro, tenía 12 años. Pero Alegre y Heller agarraron un club fundido y lo entregaron saneado; despues vino Mauri... En fin. Lo banco a Heller, pero me hubiera gustado Bielsa.
PD. Hace unos meses en un comentario a un post de este blog, sugerí que si en las elecciones legistalitvas arañamos el 40 % a nivel nacional y la crisis internacional amaina hacia fin de año, va a ser inevitable que se hable de la reelección de Cristina. Algunos se burlaron. Yo sigo creyendo lo mismo. ¿Y si va con Moyano?
Ahí sí, como dice Martín: El Groncho y la Dama...
Uf con las tradiciones. La gente pide otra cosa. Muy bien Diego parece que hay algunos que no quieren ver que ciertos personajes se fosilizan. En fin.
Ale, solo una cosa. Da la impresión de que, para vos, el hecho de ser joven es, de por sí, una especie de virtud. Y deberías tener en cuenta que ser joven no implica ningún mérito especial. Es más: cualquier pelotudo fue joven alguna vez. Solo eso.
Además, Ale, en la foto tampoco saliste tan joven.
Hola, volví a este interesante diálogo luego de unos días un tanto complicados.
¿En qué estábamos? Ah, sí, en Heller.
Al final de tu último comentario comparás el pasado de Heller con el de Macri, estirando la cuenta del intendente hasta lo consumido por su padre y por su tío. El tema ahí es que claro, para mí también Macri está más manchado que Heller, pero tenemos que saber que esa es una lectura hegemónica del campo cultural. La calle es otra cosa. Macri no espera ganar entre los asistentes al BAFICI que su gobierno promueve. Ese núcleo tiene otra lógica, otros dioses, otros demonios, otros feriados, etc. Hay hinchas de River en La Boca, pero nos entendemos. Ahí está Radio 10, la más escuchada… Que valga como ejemplo.
También vale aclarar que no todo pasado es lo mismo. No es lo mismo manejar hace 30 años un banco que tiene 80 sucursales que haber pegado unos carteles durante dos campañas políticas en la post-adolescencia. No todos los barros son el mismo. Hoy por hoy Heller huele a Chávez, esa izquierda que no nos gusta, esa que va por más sin pedir perdón por el pasado. El PC no puede ganar terreno. Por eso no creo que en las elecciones porteñas la lista de Heller, con una cantidad de aparato y de guita muy superior, se despegue mucho ni del Socialismo, ni de Ibarra ni Pino Solanas. Para ganarle a Michetti y a Prat Gay el gobierno tuvo que haber armado una lista que tenga adentro a esos tres, pero si mi tía tuviese bigotes sería mi tío… Solito el PJ porteño espanta a los porteños: Esa estructura estatal amañada a la manera de los gremios, por fuera de las votaciones generales. La historia hace que en junio vayan en una lista encabezada por el financista del PC. Mencionaste al hijo de León R., bueno, esta mezcolanza remite a pergeñaciones de Contorno, donde el viejo León algo tuvo que ver. En este sentido, Heller es un lavado de cara para el PJ porteño, que supo ser menemista, en el lago de Puán, pero que no sirve para conquistar al público masivo de centroizquierda, frepasista, por más que sus ideas en política económica no caigan mal dentro de ese extracto. Está la cuestión de la identidad y de lo simbólico en el medio, que es un tema muy complejo y que yo entiendo que no se termina de separar nunca de lo real. En este caso, lo que asoma es lo que está más allá de la intensión explícita del discurso, es decir, la calcificación dentro de las estructuras políticas, típicas tanto del PJ como del PC. Ese es el problema (y el baño) del progresismo de Heller. Son estructuras que han campeado el temporal de diciembre de 2001 y que hoy se muestran tal cual eran, unidas por el contexto latinoamericano en el cual pareciera que La Habana, Caracas y Buenos Aires quedan más o menos cerca. Todo un contexto que poco tiene que ver con el sentir del día a día del “porteño frepasista”. En esa lista el kirchnerismo plebiscita más que en ninguna otra parte su parte simbólica, eso por lo que tantos se fanatizaron con este gobierno. Ese error garrafal, según mi modesta manera de ver.
El error garrafal sería “chapear” una izquierda que en lo concreto puede ser administrada por Prat Gay, como dijimos la vez pasada. Entonces, le pasan la factura por lo simbólico (caceroleros que no tienen ni una maceta solidarizados con los ruralistas) mientras en lo real, se hace lo que se puede y no se pierden los vicios de la clase política, algo que la sociedad ya repudió en 2001, entonces ahí tenemos otro hueco por el que entra viento. Justamente, para cerrar esos huecos se necesitaría sacarse de encima (o renovarla mucho) la estructura del PJ porteño y todo lo que huela a izquierda vieja. Fijate que tanto el Socialismo, como Ibarra, como Pino Solanas, tienen muy disminuida la incidencia de esos dos factores.
Yendo a lo de los economistas, me parece que los viejos estaban atados a ideologías dentro de la “ciencia económica” de una manera que no lo están los jóvenes, esto más allá del gobierno al que hayan adherido. El discurso de Obama contiene rasgos pragmáticos que se contraponen a lo que fue el “Consenso de Washington”, una lista de políticas de cuño neoliberal que iban a llevar a Latinoamérica al desarrollo seguro.
Qué se yo.
Saludos
Diego: después respondo con mas tiempo. Me interesa el debate. Pero te insisto con algo: Heller no sirve para ganarle a Michetti ni fue elegido para eso. Fue para sostener votos y perfil de centro-izquierda, y como vienen las cosas no vas a tener una candidatura "cartaabiertosa" o de un liberal de izquierda, sino de alguien como Heller, un cooperativista y banquero. Heller es para disputar JUSTAMENTE el voto de Ibarra y Pino, no es que "no mide entonces disputa con esos", sino que justamente "mide para disputarles el voto a esos". Si no nos ponemos de acuerdo para discutir que la elección de Heller es de retaguardia, así fue siempre, y es el producto de los No de Bielsa y Filmus, cosa que dije desde el principio, es discutir lo que vos creés una candidatura de "máxima". ¿Tendés? Después, sí, dentro de ese esquema, discutamos a Heller, para lo cual, dame unas horas.
Ya me tomé las horas y me aburrí de mi mismo.
Abrazo grande querido Diego.
Listo. Nou problem. La lógica del blog es así.
Como última cosa te digo que sí entiendo que Heller está puesto para disputarle el voto a las boletas identificadas con algún tipo de izquierda. En ese sentido lo que se va a jugar en Capital Federal es una suerte de interna abierta de la izquierda argentina. Hay de todas las tonalidades para elegir.
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