¿Qué dirá Horacio Verbitsky? Era ineludible. Una de las tres cosas que no sabe Dios, me dijeron, es lo que piensa un jesuita. Ayer craneamos alrededor de Dri y volvimos a la mejor de las conclusiones. Sin embargo: ¿por qué no se iban a sentar a hablar?; sin embargo, nuevamente, ¿de qué se van a sentar a hablar? ¿De la tierra, de la tierra, de la tierra? Un guardián es, o fue, pregunto: ¿quien protege de los extremos al Dogma? Pregunto, ¿en qué cosas podría ser aliada la Iglesia? ¿En qué cosas de una estratégica agenda?
Señor: perdóname por haberme acostumbrado a ver que los chicos parezcan tener ocho años y tengan trece.
Señor: perdóname por haberme acostumbrado a chapotear en el barro. Yo me puedo ir, ellos no.
Señor: perdóname por haber aprendido a soportar el olor de aguas servidas, de las que puedo no sufrir, ellos no.
Señor: perdóname por encender la luz y olvidarme que ellos no pueden hacerlo.
Señor: yo puedo hacer huelga de hambre y ellos no, porque nadie puede hacer huelga con su propia hambre.
Señor: perdóname por decirles “no sólo de pan vive el hombre” y no luchar con todo para que rescaten su pan.
Señor: quiero quererlos por ellos y no por mí.
Señor: quiero morir por ellos, ayúdame a vivir para ellos.
Señor: quiero estar con ellos a la hora de la luz.
1 comentario:
Felicidades y lo mejor para el 2008. Abrazo. Gonzalo.-
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